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miércoles, 3 de agosto de 2011

Emociones según Goloman

Teniendo en cuenta las investigaciones realizadas por los investigadores Solovey y Mayer y la teoría de las inteligencias múltiples propuesto por Howard Gardner en el que la inteligencia no es vista como algo unitario, sino que integra diferentes capacidades específicas, Goleman afirma, que la inteligencia emocional incluye dos tipos:
a) La inteligencia personal: que estaría integrada a su vez por una serie de habilidades que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes cuando se aplica en el ámbito laboral:
- Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de auto-confianza.
- Auto-control de sí mismo: es la habilidad de regular y controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.
- Auto-motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y perseverancia en la consecución de los objetivos propuestos, afrontando los problemas y resolviéndolos. Esta competencia o habilidad se manifiesta en las personas que muestran un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.

b) La inteligencia interpersonal: está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:

- Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniendonos en su lugar, y respondiendo adecuadamente a sus reacciones emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones ("escuchar con el corazón"), que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas.
- Habilidades sociales: es la capacidad en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de trabajar en equipo y eleboran sinergias grupales.

¿Cuáles son las características de la inteligencia emocional?

a) Según Daniel Goleman, la mente emocional es infantil, categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los tonos grises.
b) Todo lo enfoca personalizándolo..
c) Es selectiva o auto confirmante, ya que obvia y no permite la percepción de todo aquello que socava las propias creencias o sentimientos y se centra exclusivamente, en lo que los confirma.
d) Impone el pasado sobre el presente, lo cual quiere decir que si una situación posee alguna característica que se parezca de alguna manera a un suceso o acotecimiento con carga emocional , nuestra mente emocional ante cualquier semejanza, reactiva en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado, desatando reacciones emocionale difusas, sin darnos cuenta estamos reaccionando, de una determinada forma, ante una situación que probablemente no comparta más que algunos rasgos, con aquella que desencadenó esa misma reacción en el pasado.
e) Sé auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente.
f) Realidad específica de estado, esta característica se refiere al hecho de que cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional. Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o alegre.
g) La inteligencia emocional también selectiva lo que hace, que ante una situación emocional determinada, reorganiza los recuerdos y las posibles alternativas de forma que escoge los que considera más relevantes.
h) Es asociativa, considera los elementos que activan los recuerdos como si fuera la realidad, y ya sabemos que un solo rasgo similar puede evocar la totalidad de los sentimientos asociados, por eso todo tipo de expresión le afecta directamente: leyendas, artes, fábulas.
i) El tiempo no existe para ella y no le importa como son las cosas, sino como se perciben y lo que nos recuerdan.
j) Por lo que respecta a las palabras asociadas a este tipo de inteligencia, podemos hablar de rapidez, impaciencia, relacionarse, globalizar, sentir, creer,...
k) Es una mente imprecisa y está orientada básicamente a las relaciones con nosotros mismos y con los demás. Saludos y buen día!!!

miércoles, 27 de julio de 2011

Síntomas psicológicos y de comportamientos en EA (I)

Última actualización: 7 de Mayo del 2022

La Enfermedad Alzheimer afecta de distinta manera las personas que la padecen, no hay dos enfermos iguales, incluso el mismo paciente no tiene dos días iguales. Desde el principio en que se manifiesta la enfermedad observamos una serie de cambios y alteraciones en la persona afectada.

Si bien los déficits cognitivos son como la “marca” de la EA, los síntomas psicológicos y conductuales son universales, entre estos pacientes, afectando a más del 90% de los mismos. Estos trastornos del comportamiento tienen un enorme impacto en la familia y en el cuidador, ya sea estos informales o profesionales.

En la acción de cuidar a una persona con demencia hay que tener siempre presente unos principios y actitudes, que ya Richard Corney (1995) en un libro sobre el cuidado de pacientes en sus domicilios exponía:

Dignidad y respeto del paciente: nuestras acciones tienen que respetar siempre a la persona enferma en todas las fases de la enfermedad. Los sentimientos y la memoria emocional perduran siempre; hablar por ejemplo del estado del paciente en su presencia puede resultar muy doloroso. El enfermo de Alzheimer el trato siempre debe y tiene que exquisito y, su dignidad prevalecerá por encima de cualquier otra consideración.

Enfrentamientos: en una persona con trastornos cognitivos (memoria, juicio y razonamiento) las discusiones no tienen razón de ser. Pretender que el enfermo siga nuestras indicaciones más o menos complejas y realice tareas determinadas puede alterar al paciente.

No anular: el cuidador no debe suplir todas las actividades, sino solo aquellas que no pueda hacer la persona. Su objetivo es ayudar y facilitar la autonomía planificando las actividades básicas (aseo, comer, vestirse,…), las instrumentales (hacer una llamada telefónica, preparar comida,…) y las avanzadas (conversar mientras se pasea, ir algún espectáculo, al culto,..), naturalmente hasta que el enfermo pueda.

Manejo del estrés: rebajar todo lo posible el estrés del enfermo será uno de los objetivo del cuidador. El paciente con Alzheimer vive a otro ritmo, la paciencia del cuidador y respeto de los tiempos que necesita la persona para realizar una determinada actividad son fundamentales en cualquier estrategias para reducir el estrés.

Adaptación del cuidador: la persona está enferma y las limitaciones intelectuales y en su autonomía tienen que ser aceptadas, destacando siempre lo positivo, los momentos buenos del día.

En un paciente con EA va disminuyendo de manera progresiva su rendimiento cognitivo y aumenta su dependencia, manifestándose sus alteraciones psicológicas y de comportamiento. En este sentido un entorno adecuado puede ayudar a minimizar, si no todos, algunos trastornos conductuales.

Todas las necesidades básicas 
como las cognitivas, de personalidad y comportamiento han se ser satisfechas, teniendo presente 
que la persona con demencia (PcD) posee capacidad de 
aprender, de pensar, de experimentar sensaciones y de 
sentirse amada y cuidada. Además, la PCD puede desear 
modificar su entorno, y conserva el potencial para la feli-
cidad y la calma

Las tres características que deben tener un ambiente adecuado son:

Que sea sencillo: el entorno debe ser lo más simplificado posible, pero conservando siempre las cosas personales y recuerdos del pacientes. Un entorno complicado puede contribuir a la manifestación de problemas psicológicos y conductuales, pero un ambiente despersonalizado también puede hacer que aparezcan.

Que sea estable: establecer rutinas, no cambiar los hábitos y gustos del enfermo, las cosas que le gustan, sus cosas preferidas, sus colores y sus olores preferidos. Y si es posible vivir en el mismo domicilio.

Que sea seguro: evitar o suprimir todo tipos de peligros.

¿Y qué hacer si aparece o se incrementa u trastornos psicológicos o de comportamiento? Pues hay que hacer algún tipo de intervención. Pero antes hemos de contextualizar adecuadamente el problema. Ya hemos dicho que no hay dos enfermos con EA iguales y, que incluso un mismo paciente puede variar en un mismo día, tanto en los déficits cognitivos como en las alteraciones psicológicas y de comportamiento. La evolución y manifestación de estos últimos tiene mucho que ver con la personalidad del enfermo: algunos son agresivos y otros apáticos, unos conservan intacta su amabilidad y la dulzura que le caracterizaban mientras otros se vuelven irritable sin causa aparente.

En relación con la aparición del problema hay que tener en cuenta:

¿Cuándo aparece?: por la mañana, al anochecer, comiendo, por la tarde después de comer.

¿Dónde aparece?: puede aparecer en cualquier lugar determinado, en casa de familiar o amigo, en el centro de día.

Antecedentes: algunas situaciones precipitan el problema. Obligarlo a hacer algo concreto, ruidos o varias personas que llegan a casa, no ha tomado la medicación.

¿Cómo evoluciona?: sucede siempre de la misma manera, algún familiar humilla o avergüenza al enfermo, pone gesto de dolor, llora o grita.

¿Qué sucede después?: los efectos o consecuencias de la aparición del problema, como afecta a la familia o amigos, al paciente y al cuidador.

Una vez identificado y reconocido el problema se debe intervenir asesorado o supervisado por un profesional.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Aproximación a la Memoria

“Si nuestras memorias fuesen perfectas i no fallasen nunca en los momentos de necesidad probablemente no sentiríamos el menor interés por ellas”. Ch.N. Cofer (1976).

Habitualmente somos poco conscientes de la importancia y del uso de nuestra memoria, solo nos damos cuenta de ella en algunos momentos en que recordamos algo, pero no es así, porque todas nuestras actividades, todo lo que hacemos, es decir nuestro comportamiento, depende en gran medida de la integridad de la nuestra memoria.

1. Explicación de la memoria
La memoria no puede ser estudiada desde una sola perspectiva, sino que por su complejidad y su funcionamiento ha de ser explicada desde varios niveles de análisis.

En 1885, H. Ebbinghaus inicia los estudios experimentales de la memoria estudiando las curvas de aprendizaje y de olvido, creando listas de sílabas sin sentido.

La psicología conductista en la primera mitad del siglo XX, no presta especial interés por el estudio de la memoria, excepto algunos psicólogos experimentales, principalmente norteamericanos, que estudian la conducta verbal, mediante el aprendizaje de pares asociados (el primer par de palabra es el estímulo y el segundo la respuesta).

A partir de los años 50, con el inicio de la psicología cognitiva la investigación de la memoria se convierte en un tema central desde la perspectiva del procesamiento de la información.

Como sabemos, la memoria se puede considerada como un almacenamiento de información. En el que distinguimos:
  • Codificación, mediante la cual se realiza la recepción y el procesamiento de la información recibida, es decir, se registra la información.
  • Almacenamiento, es la creación de un registro permanente de la información.
  • Recuperación o evocación o recordar la información almacenada.
En la actualidad la memoria se estudia, desde una perspectiva psicológica que pretende explicar la memoria, sus sistemas, sus funciones y la relación con nuestro comportamiento. Por otro lado, desde un nivel neurofisiológico, intentando conocer las estructuras nerviosas y funcionamiento implicados en los procesos de memoria.

3. Los sistemas de memoria
De las múltiples funciones que la memoria realiza y la distinta información sensorial que almacena nace el concepto de sistema de memoria. Desde este punto de vista lo que llamamos memoria es en realidad un conjunto de entidades (memorias diferentes) que hacen funciones diversas pero que no actúan de manera independiente sino cooperativamente.

Podemos definir el concepto de sistema de memoria como un sistema con la capacidad de registrar, almacenar y utilizar posteriormente esta información.

El psicólogo norteamericano William James (1890) fue el primero en distinguir entre memoria primaria y memoria secundaria que juntos con los estudios de Broadbent sobre la atención sirvieron de antecedente para el Modelo Multi-almacén de Atkinson y Shiffrin (1968).

Son los primeros modelos que intentan dar una explicación global de los sistemas de memoria o estructuras que integran la memoria humana. Dividen a la memoria entres sistemas: memoria sensoria (MS), memoria a corto plazo (MCP) y memoria a largo plazo (MLP).

3.1 Memoria sensorial
Se denomina memoria sensorial a la capacidad de retener brevemente los estímulos percibidos a través de los sentidos. Esta memoria se organiza en dos sistemas:
 
La memoria icónica
Los estímulos visuales duran más tiempo del que realmente permanece delante de nuestros ojos. Esta permanencia es necesaria para que se pueda completar los procesos de percepción aún en ausencia del estímulo. La memoria icónica genera una huella estimada en 250 milisegundos. Los estímulos visuales genera una huella isomórfica de la realidad. O sea es una replica del estímulo pero sin significado para nosotros, no sea reconocido aún el objeto. Entonces, ¿cómo dotamos de significado a los objetos?. Porque la memoria operativa o de trabajo (MCP) conecta los estímulos que entran con alguna representación que tenemos en la memoria a largo plazo (MLP). En este sentido los estímulos de los que no se ocupa la memoria operativa se pierden.
 
La memoria ecóica
Es un sistema parecido a la memoria icónica y se ocupa de procesar los estímuos auditivos. Se estima que su duración es superior a la de la memoria iconica.
 
Referencias:
- Ruiz Vargas, J.A (1994). La memoria humana. Funciones y estructura. Madrid: Alianza.
- Barlettt, F.C (1995). Recordar. Madri:Alianza.
- Schacter, D.L. (1996). En busca de la memoria. Barcelona:Ediciones B, 1999.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Aproximación a la Enfermedad de Alzheimer


El Alzheimer o enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa que comienza con alteraciones cognitivas y acaba en una demencia (síndrome demencial) con pérdida progresiva de la memoria y de otras habilidades intelectuales, trastornos afectivos, conductuales y pérdida de la capacidad funcional en un paciente que se encuentra en estado de vigilia y alerta.

Aunque sabemos muchas cosas del Alzheimer la causa no se conoce. No es parte del envejecimiento normal, y solo es hereditaria en un pequeño porcentaje de casos menor del 2%, la inmensa mayoría de los casos son de los llamados esporádicos. Es una enfermedad que está ligada a la edad, afectando principalmente a personas mayores de 65 años, pero no es exclusiva de los ancianos.

La enfermedad de Alzheimer no tiene cura, es irreversible, aunque si tratable. Se presenta de manera insidiosa, progresiva y letal. Después de los 65 años se duplica cada cinco años, alcanzando casi el 50% en los mayores de 85 años. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia; la demencia vascular, demencia con cuerpos Lewy y demencia frontotemporal son las siguientes más frecuentes.


Los datos son inquietante , actualmente hay una prevalencia de más 35 millones de personas en todo el mundo que padecen demencia; está previsto que la incidencia se duplique en los próximos 20 años hasta llegar a los 65,7 millones de personas en el año 2030, alcanzando los 115,4 millones de personas para el año 2050, según el Informe Mundial del Alzheimer de la Alzheimer's Disease International (ADI).

El informe prevé un crecimiento de un 40% en las cifras de Europa, un 63% en Norteamérica, un 77% en América del Sur y un 89% en los países desarrollados de Asia-Pacífico.

Actualmente, hay unos 800.000 enfermos con demencia en España.

A nivel mundial, el coste económico de la demencia se ha calculado a nivel anual en uno 315.000 millones de dólares. La cantidad total del coste por persona con demencia se estima en unos 1.521 dólares en países de bajos ingresos, creciendo hasta los 4.588 dólares en los países con ingresos medios, y llegando a los 17.964 dólares en los países con ingresos elevados (Anders Wimo, et al. "An Estimate of the Total Worldwide Societal Costs of Dementia in 2005." Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association. Volúmen 3, Número 2, abril de 2007).

jueves, 15 de abril de 2010

Concepto de envejecimiento

Actualizada, diciembre 2019
Nacemos, crecemos, nos desarrollamos, envejecemos y morimos, formando todo ello un ciclo evolutivo cuyas etapas son infancia, adolescencia, juventud, edad adulta y envejecimiento que se interrelacionan influyendo los estadios anteriores en los siguientes. Existen tres tipos. El normal, el patológico y el activo.

1. Envejecimiento normal
El envejecimiento normal o primario es un proceso asociado a la edad que conlleva una disminución de la reserva funcional. Con otras palabras, se producen cambios biológicos, psicológicos y sociales que son inevitables (arrugas y manchas en la piel, menor adaptabilidad al estrés, cambios en el status y rol, etc). Debe diferenciarse del envejecimiento patológico, aunque a veces es muy difícil establecer la diferencia entre ambos. 
 
2. El envejecimiento patológico
El envejecimiento patológico o secundario, se refiere a los cambios que se producen como consecuencia de enfermedades, un estilo de vida con hábitos tóxicos, etc., y, que no forman parte del envejecimiento normal (por ejemplo, cataratas, enfermedad de Alzheimer, osteoporosis,…) y que, en algunos casos pueden prevenirse o son reversibles.

3. Características del envejecimiento

Universal. En el sentido que es propio de todos los seres vivos.
Progresivo e irreversible. A diferencia de las enfermedades, no puede detenerse ni es reversible.
Heterogéneo, individual y asincrónico. Cada especie tiene una velocidad característica de envejecimiento, pero la velocidad de declinación funcional varía enormemente de individuo a individuo, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Deletéreo. Lleva a una progresiva pérdida de la función. Se diferencia del proceso de crecimiento y desarrollo en que la finalidad de éste es alcanzar una madurez en la función.
 
4. El envejecimiento saludable
Es el envejecimiento que tendría lugar en las mejores condiciones posibles físicas, psicológicas y sociales, teniendo en cuenta los múltiples factores genéticos y ambientales que intervienen en el proceso de envejecimiento. Se caracteriza porque se producirían pocas pérdidas y baja probabilidad de incidencia de enfermedades.

Para que se produzca este tipo de envejecimiento es imprescindible que desde la juventud se favorezca la promoción de la salud tanto física como psicológica, un estilo de vida saludable, sin hábitos tóxicos, con ejercicio físico y una dieta equilibrada, entrenamiento de las capacidades cognitivas, con relaciones interpersonales que favorezca la salud emocional, con una vida sentimental y sexual satisfactoria, etc. Todo esto hace que tengamos una buena calidad de vida con buenas condiciones físicas, psicológicas y sociales, experimentando por tanto, un envejecimiento óptimo, satisfactorio, exitoso o saludable. Evidentemente este sería el envejecimiento que todos deseamos.

5. Envejecimiento activo
En la II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en el 2002 en Madrid, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó un marco político que pretendía promover la salud y el envejecimiento activo. Su objetivo principal era hacer de la vejez una experiencia positiva.

El concepto “Envejecimiento Activo” lo propuso la OMS a finales de los años 90 para sustituir el concepto de “envejecimiento saludable”. Lo definió como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (OMS, 2002).

El Envejecimiento Activo fomenta procesos de envejecimiento socialmente activos y no sólo personalmente activos.

El término “activo” hace referencia a una participación continua en las dimensiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y no sólo a la capacidad para estar físicamente activo. Tiene dos objetivos fundamentales:
  • Ampliar la esperanza de vida saludable.
  • Y la calidad de vida, mientras se envejece, incluyendo personas frágiles, con discapacidad o que necesiten asistencia.
Asi pués, el concepto de envejecimiento activo va más allá del cuidado de la propia salud. Hace referencia a la participación en la sociedad fomentando la motivación personal, aprovechando la singularidad de cada persona. Por esta razón, deben formularse en clave participativa, integral, flexible, de calidad, evaluable, sostenible e innovadora. La Asamblea General de las Naciones Unidas ( 1991), aprobó unos principios (resolución 46/91) a favor de las personas de mayores que son:
  • Independencia
  • Dignidad
  • Autorrealización
  • Cuidado
  • Participación
A raíz de estos principios de las Naciones Unidas, el envejecimiento activo se enmarca en tres pilares fundamentales, que son los siguientes (OMS, 2002):

5.1 Salud
El envejecimiento activo es un recurso fundamental para alcanzar el potencial de calidad de vida y significación en el ciclo vital, por lo que es aplicable a cualquier estado de salud y nivel de autonomía. La Organización Mundial de la Salud señala que “para fomentar el envejecimiento activo, es necesario que los sistemas sanitarios tengan una perspectiva del ciclo vital completo y se orienten a la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el acceso equitativo tanto a una atención primaria como a una asistencia de larga duración de calidad”.

5.2 Participación
Las personas mayores seguirán contribuyendo de forma productiva a la sociedad en actividades tanto remuneradas como sin remunerar, de acuerdo con sus derechos humanos básicos, capacidades, necesidades y preferencias.

5.3 Seguridad
Es necesario garantizar la protección, dignidad y asistencia en el caso de que ya no puedan mantenerse y protegerse. La seguridad es una conquista tanto social como individual, algo que compete al Estado y a la persona. Para lograr el objetivo del envejecimiento activo es necesario un trabajo intersectorial coordinado con medidas tanto desde el sector sanitario y social, como desde la educación, el empleo, la economía, etc. Todas las políticas deben apoyar la solidaridad intergeneracional y reducir las desigualdades de género dentro de la población de más edad.
 
A raíz del Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002) se marca un punto de inflexión en la toma de conciencia de los desafíos de un mundo que envejece. Se fomenta el movimiento del envejecimiento activo de todas las partes interesadas, se precisa apoyar los tres pilares de acción con el desarrollo de actividades e investigaciones y se insta a las agencias internacionales, países y regiones a trabajar en colaboración.

En 2012, en el marco del décimo aniversario de la II Asamblea Mundial de Envejecimiento y en el Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Intergeneracionalidad se creó el Índice de Envejecimiento Activo (Active Ageing Index- AAI). Su objetivo es contribuir con datos empíricos al desarrollo de políticas públicas para que no se orienten de forma exclusiva al bienestar de la persona mayor, sino que también cuente con posibles aportaciones a la economía y a la sociedad.

Presenta cuatro dimensiones:
  • Empleo
  • Actividad y participación social
  • Modo de vida autónomo, independiente y seguro
  • Y capacidad para un envejecimiento saludable
Estos cuatro dominios se miden mediante 22 indicadores de carácter objetivo, aunque cada uno de ellos tiene un peso específico. Así, el empleo y la participación social suponen un 35% cada uno, la vida independiente un 10% y las capacidades un 20%. (Consejo Estatal de Personas Mayores, 2017).
Referencias:
- Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad. Naciones Unidas,1991).
- Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002).
- II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento. Madrid. (OMS,2002).
- Concejo Estatal de la Personas Mayores. Madrid. (Inmserso, 2017).