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viernes, 6 de abril de 2012

En el día de la salud 2012

1. Evolución de la población mundial
Por estudios ecológicos se estima que la Tierra pudo proporcionar a los primeros cazadores-recolectores alimento suficiente para un máximo de treinta millones de individuos.

En los cuatro millones de años que requirió la evolución desde el "homo erectus" al hombre actual, no se pudo superar esa cifra. Posiblemente la población total del Paleolítico oscilaría entre los seis y los diez millones de seres humanos.

Durante el neolítico, hace diez mil años, mediante la aplicación de técnicas agrícolas y  ganaderas permitió la primera gran expansión de la especie humana; se calcula que a partir de entonces la población empezó a crecer a un ritmo que la duplicaba cada mil setecientos años.

Al comienzo de nuestra era se estima que vivían unos 150 millones de personas: una tercera parte en el Imperio Romano, otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado.

La crisis del Imperio Romano estuvo acompañada de las primeras grandes epidemias que provocaron despoblación. En el año 1348 se extiende por Europa la Peste Negra que se estima redujo la población europea en un tercio. A pesar de ello, hacia el año 1600 la  Tierra había alcanzado los quinientos millones de habitantes. A partir de ese momento se produce la explosión demográfica y la población empieza a duplicarse cada 200 años.

 En 1800, dos años después de la publicación del "Primer Ensayo sobre el Principio de la Población" de T.R. Malthus, se alcanzan los 900 millones de habitantes.

El ritmo se sigue acelerando; en 1900 se alcanzan los 1600 millones; en 1.960 había 3.000 millones. A mediados de 1999 se superaron los 6.000 millones.

Sabemos que cada minuto nacen 250 niños en el mundo y que hay más de 1.000 millones de  hambrientos. El día 31 de Octubre del 2011 ha sido declarado, día 7.000 millones de personas que somos en este planeta,  en teoría ese día nació el/la niña 7.000  millones.

2. El envejecimiento demográfico
En términos estadísticos, la tasa de envejecimiento se define simplemente como el porcentaje que representan los mayores de 65 años sobre la población total.

Un indicador parecido es el de la tasa de dependencia, que muestra el porcentaje de mayores sobre la población activa. Estas tasas están creciendo en todos los países desarrollados debido a las siguientes razones: 
  • Descenso de la natalidad en el pasado reciente: se produce envejecimiento de la sociedad como consecuencia de que nacen menos niños.
  • Aumento de la natalidad en el pasado lejano:cuando los individuos nacidos en un momento de boom alcanzan la edad 65 años. Los nacidos durante el baby-boom que se produjo tras la segunda guerra mundial en USA y Europa, se jubilarán entre los años 2010 y 2025 causando graves trastornos.
  • Esperanza de vida media: los avances médicos reducen la mortandad de niños, jóvenes y edades adultas por lo que hay muchas más personas que llegan a adulto mayor.
  • La expectativa de vida máxima (longevidad). Los descubrimientos tecnológicos y biomédicos permiten prolongar la vida y curar las "enfermedades de las personas mayores" por lo que éstos viven más tiempo.
  • Migraciones: los que emigran suelen ser jóvenes por lo que provocan envejecimiento de las sociedades que los emiten, y suavizan el envejecimiento de los países receptores porque suelen estar en edad fértil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el número de personas mayores de 65 años superará al de niños menores de 5 años.

Según las Naciones Unidas con motivo del Día Mundial de la Salud (7/4/2012) en año 2050 habrá más mayores de 65 años que niños menores de 14 años.

Entre los años 2000 y 2050, la población mundial de más de 60 años se duplicará y pasará del 11 al 22 por ciento. Para entonces los mayores de 60 años pasarán de 605 millones a 2000 millones.

Los mayores de más de 80 años prácticamente se habrán cuadruplicado y alcanzará los 395 millones. Es lo que se conoce como el envejecimiento del envejecimiento. Este es el subgrupo que más crece. Su importancia radica en que esta población es la que presenta mayor incidencia de enfermedad, situaciones de incapacidad y dependencia, condicionantes sociales desfavorables y consumo de recursos que precisan políticas de compensación y asistencia. Este aumento de las necesidades de recursos médicos y sociales es uno de los principales efectos del envejecimiento poblacional desde el prisma de la gerontología y geriatría.
   
3. Concepto y determinantes de la salud
El concepto de salud ha evolucionado desde considerarla como ausencia de enfermedad en el pasado, hasta la actualidad en la que tenemos una visión bio-psico-social ecológica y dinámica en la que predomina la calidad de vida.

La salud se define en la actualidad atendiendo a tres dimensiones: 

   1. Nivel Somático o biológico: 
  •  Integridad anatómica
  •  Funcionalidad orgánica
     2. Nivel Psicológico:
  • Conducta y desarrollo de los procesos psíquicos
  • Autopercepción de bienestar-malestar
     3. Nivel Sociocultural:
  • Integración del individuo en las instituciones
  • Ideas compartidas por el grupo

3.1. Evolución histórica del concepto de salud
Concepto clásico: es la ausencia de enfermedades o invalideces. Se le puede objetar que visión negativa y estática.

Definición de la OMS. (1948): “es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Lo más interesante es su aportación en términos positivos y que hace referencia a lo físico, mental y social, pero como desventajas es una definición utópica, subjetiva, estática y que la salud es un fin en si misma.

Milton Terris, 1987 hace una revisión y la define como:”un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no únicamente la ausencia de afecciones o enfermedades”

Concepto ecológico: “el estado de adaptación al medio y la capacidad de funcionar en las mejores condiciones en este medio” (René dubos).

Concepto dinámico: “El logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad” (Luís Salleras)

Otras definiciones: “La capacidad social para gozar de la vida, para tener placer de vivir, para tener calidad de vida” (Enrique Nájera, 1991 “Forma gozosa de vivir autónoma, solidaria y alegre” (Gol, 1976)

3.2. Determinantes o factores que influyen en la salud
Múltiples estudios han definido qué variables son las que afectan al proceso de salud-enfermedad. El más aceptado es el propuesto en 1974 por Marc Lalonde: según él la salud de una comunidad está determina por cuatro factores:
  • Biología humana: abarca la genética y el envejecimiento. Es el que menos influye en la población en general, y desde el punto de vista de salud pública es el menos modificable.
  • El sistema de asistencia sanitario:comprende la calidad del sistema, la cobertura, gratuidad.
  • El medio ambiente: incluyendo el aspecto sociocultural: son factores extrínsecos. Estos son: el ambiente físico, el ambiente biológico, el ambiente socioeconómico. Es el segundo factor que más influyen en la relación salud-enfermedad.
  • Estilo de vida: se puede definir como el conjunto de hábitos, comportamientos y actitudes de las personas en su vida diaria. Este a su vez depende de otros muchos factores: cultura, la educción, el nivel socioeconómico, etc. Según el estilo de vida, se pueden producir enfermedades de todo tipo e incluso conducirnos a una muerte prematura. Algunos de estos comportamientos más nocivos son:
  •   Una alimentación inadecuada.
  •  La vida sedentaria.
  •  El consumo de sustancias tóxicas.
  •  El estrés.
  •  Las prácticas sexuales no seguras.
  •  La conducción temeraria.
Los comportamientos no saludables es el determinante que más influye en nuestro estado de salud, pero es el más modificable.

La OMS elaboró un documento en la Primera Conferencia Internacional para la promoción de la Salud, celebrada en Ottawa (Canadá), según el cual los requisitos para el mantenimiento de la salud son: la paz, la educación, el vestido, la comida, la vivienda, un ecosistema estable, la justicia y la equidad.

Se entiende por educación para la salud (EpS) todas las medidas encaminadas a dotar a las personas de medios para mejorar la salud y prevenir la enfermedad. La educación para la salud dispone de tres medidas que son:
  • Medidas de prevención.
  • Medidas de promoción de la salud.
  • Medidas de recuperación y rehabilitación.
4. Conclusiones
 En el Día de Celebración Mundial de la salud he querido poner el acento en el envejecimiento y los determinantes de la salud que hay que tener en cuenta para tener una buena salud a lo largo de toda la vida y muy especialmente en la vejez. En este sentido para que se produzca un envejecimiento lo más óptimo posible es imprescindible que desde la vida intrauterina, niñez, juventud y a lo largo de toda la vida se favorezcan medidas de prevención y promoción de la salud tanto física como psicológica, un estilo de vida saludable, sin hábitos tóxicos, con ejercicio físico y una dieta equilibrada, entrenamiento de las funciones cognitivas, con relaciones interpersonales que favorezca la autoestima, con una vida sentimental y sexual satisfactoria, etc. Así, como medidas de recuperación y rehabilitación. Todo esto hace que tengamos una buena calidad de vida con buenas condiciones físicas, psicológicas y sociales, experimentando por tanto, un envejecimiento saludable. Evidentemente este sería el envejecimiento que todos deseamos.

Resumiendo el lema de OMS: ”La buena salud añade vida a los años”

Referencias:
  1. INE. Instituto Nacional de Estadística de España.
  2. OMS. Organización Mundial de Salud.
  3. ONU. Organización de las Naciones Unidadas.

jueves, 22 de marzo de 2012

Trastornos del sueño

I. Clasificación
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD, por sus siglas en inglés) divide a las enfermedades del sueño en tres grandes grupos, dentro de los cuales se encuentran diferentes trastornos:

A. Disomnias

1.Trastornos intrínsecos del sueño:
  • Insomnio psicofisiológico
  • Insomnio idiopático
  • Narcolepsia
  • Hipersomnia recurrente o idiopática
  • Hipersomnia postraumática
  • Síndrome de apnea del sueño
  • Trastorno de los movimientos periódicos de las piernas
  • Síndrome de las piernas inquietas
2. Trastornos extrínsecos del sueño:
  • Higiene del sueño inadecuada
  • Trastorno ambiental del sueño
  • Insomnio de altitud
  • Trastorno del sueño por falta de adaptación
  • Trastorno de asociación en la instauración del sueño
  • Insomnio por alergia alimentaria
  • Síndrome de la ingestión nocturna de comida o bebida
  • Trastornos del sueño secundarios a la ingestión de alcohol, fármacos o drogas
3. Trastornos del ritmo circadiano del sueño:
  • Síndrome del cambio rápido de zona horaria (síndrome transoceánico)
  • Trastorno del sueño en el trabajador nocturno
  • Síndrome de la fase del sueño retrasada
  • Síndrome del adelanto de la fase del sueño
  • Trastorno por ciclo sueño-vigilia diferente de 24 horas
B. Parasomnias

1. Trastornos del despertar:
  • Despertar confusional
  • Sonambulismo
  • Terrores nocturnos
2. Trastornos de la transición sueño-vigilia:
  • Trastornos de los movimientos rítmicos
  • Trastornos del hablar nocturno
  • Calambres nocturnos en las piernas
3. Parasomnias asociadas habitualmente con el sueño REM:
  • Pesadillas
  • Parálisis del sueño
  • Erecciones relacionadas con trastornos del sueño
  • Erecciones dolorosas relacionadas con el sueño
  • Arritmias cardíacas relacionadas con el sueño REM
  • Trastornos de la conducta del sueño REM
4. Otras parasomnias:
  • Bruxismo nocturno
  • Enuresis nocturna
  • Distonía paroxística nocturna
C. Trastornos del sueño asociados con procesos médicos o psiquiátricos

1. Asociados con trastornos mentales:
  • Depresión
2. Asociados con trastornos neurológicos:
  • Trastornos degenerativos cerebrales
  • Enfermedad de Parkinson
  • Insomnio familiar mortal
  • Epilepsia relacionada con el sueño
  • Cefaleas relacionadas con el sueño
3. Asociados con otros procesos médicos:
  • Enfermedad del sueño,Tripanosomiasis Africana
  • Isquemia cardíaca nocturna
  • Neumopatía obstructiva crónica
  • Asma relacionada con el sueño
  • Reflujo gastroesofágico relacionado con el sueño
  • Enfermedad ulcerosa péptica
  • Síndrome de fibrositis
B. Narcolepsia
También conocida como Síndrome de Gelineau en que la persona cae al suelo sin que pueda hacer nada, “son crisis de sueño” durante el día que suelen durar entre 10 y 20 minutos. Puede cursar con cataplejía (parálisis o debilidad extrema bilateral de un conjunto muscular), alucinaciones hipnagógicas (visiones fugaces en la transición vigilia-sueño) o hipnopómpicas (transición sueño-vigilia); incluso puede haber parálisis del sueño, e interrupción del sueño nocturno. La prevalencia es muy baja y afecta por igual a hombre y mujeres.

Es de causa desconocida y de carácter genético. El NREM Y REM están alterados. El sueño nocturno no incluye suficiente sueño profundo, así que el cerebro trata de compensar ese déficit durante el día, cayendo súbitamente en lo que parece un sueño muy profundo. Y también se despiertan súbitamente y se pueden encontrar desorientados, con experiencias oníricas que la suelen recordar.

C. Embriaguez del sueño
Consiste en que se necesita más tiempo para pasar del estado de sueño al de vigilia, con desorientación y problemas de la marcha (ataxia). Se asemeja a una intoxicación etílica de ahí el nombre.

D. Apnea de sueño

El síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño (SAHS) es el más frecuente de los trastornos respiratorios que se producen durante el sueño. La prevalencia del SAHS oscila entre en el 4-6% de los varones y el 2-4% de las mujeres entre la población general adulta de mediana edad cifra que aumenta notoriamente con la edad. Se ha llamado también síndrome de hipersomnio y respiración periódica (SHRP), maldición de Ondina y síndrome de Pickwick asociado con obesidad.

Este trastorno del sueño se debe a episodios repetidos de obstrucción o colapso de la vía aérea superior que tiene lugar mientras la persona afectada duerme. Esto provoca un colapso, bien mediante la reducción (hipopnea) o bien mediante la detención completa (apnea) que puede durar entre 10-60 segundos, del flujo de aire hacia los pulmones, y puede producir, entre otros efectos, una disminución de los niveles de oxígeno (hipoxia) y un aumento del nivel de anhídrido carbónico (hipercapnia) en la sangre, que “avisa” e induce a nuestro cerebro a realizar un pequeño despertar a menudo subconsciente, que permite recuperar la respiración normal hasta que se produce el siguiente episodio. 

Los principales síntomas son:
  • Somnolencia excesiva durante el día debido a la mala calidad del sueño, que afecta la capacidad intelectual y al rendimiento, y que puede tener consecuencias muy graves con producción de accidentes laborales y en la conducción de vehículos.
  • La apnea de sueño no tratada aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, cefaleas, pérdida de memoria, depresión y disminución de la líbido.
El patrón habitual de la persona que sufre de apnea de sueño suele ser varón pasado los 40 años, con obesidad, cefalea matutina e hipertenso.

F. Síndrome de piernas inquietas (SPI o RLS)
Es un trastorno neurológico de deseo irrefrenable de mover las extremidades, por lo general las piernas, con sensaciones de picor y hormigueos. Como consecuencia es difícil conciliar el sueño o mantenerlo.

G. Pesadillas
Consisten en ensueños con ansiedad que despiertan a la persona, que puede recordar lo soñado con detalle. Se da generalmente en la segunda mitat del sueño nocturno pero pude aparecer durante el día. Hay diferencia con los terrores nocturnos y de la epilepsia por la rápida recuperación de la conciencia.
Las causas pueden ser fiebre alta, estrés o trauma psíquico. Pueden ser provocados por algunos fármacos como antidepresivos, neurolépticos y otros. Pueden aparecer también en el deliriun.

H. Terrores nocturnos
La persona se despierta bruscamente con dando un grito de pánico, con ansiedad y síntomas de taquicardia, taquipnea, sudoración, piloereción y dilatación pupilar.

III. Factores que influyen en la calidad del sueño
En una correcta satisfacción de la necesidad de sueño y descanso influyen una series de factores que podemos agrupar en tres grupos: fisiopatológicos, psicológicos y sociocuturales.

A. Factores fisiopatológicos:

  1. Edad
  • Recién nacidos: pueden dormir hasta 20 horas, con una media entre 16-17. En la primera semana duermen casi constantemente para recuperarse del parto, con un 50% de sueño REM. Sus NREM son generalmente III y IV.
  • Lactantes: duermen una media de unas 14 horas, con varia siestas de día. Predomina el sueño REM.
  • Niños de 2 años: duermen toda la noche y hacen un par de siestas durante el día. Duermen una media de 12 horas diarias, las siestas empiezan a disminuir a los 3 años.
  • Edad preescolar: suelen dormir unas 12 horas por la noche, a los cinco años ya no hacen siestas si no hay una cultura de siesta en su entorno, les cuesta relajarse y tranquilizarse después de un día activo, pueden tener problemas como terrores nocturnos, pesadillas y suelen despertarse por la noche. Necesitan una rutina para acostarse y conciliar el sueño
  • Escolares: ya tiene el ciclo de 90 minutos del adulto. La cantidad de sueño varía en función de su actividad y estado de salud.
  • Adolescentes: Duermen un promedio de 8-9 horas. El rápido crecimiento y el estilo activo de vida puede causar cansancio.
  • Adultos: Empieza a disminuir el tiempo total de sueño a expensas de la fase IV NREM. Los cuadros que más suelen influir son los ansiosos y depresivos.
  • Adulto mayor: en la ancianidad aparece antes la necesidad de descanso que la de sueño. Se dedica tiempo a siestas durante el día. La duración de tiempo nocturno de sueño disminuye, con acortamiento de la fase REM y reducción de las fases III y IV NRE. Sueño muy fragmentado en que inciden los cambios biológicos en el SNC y los grandes síndromes geriátricos.
  1. Ejercicio: la realización de deportes y ejercicios moderados influyen en una mayor calidad del sueño, sin embargo un en exceso hace difícil conciliar el sueño. El ejercicio dos horas antes de acostarse, favorece la relajación.
  2. Alimentación: la obesidad causa períodos de sueño más prolongados y la pérdida de peso, una reducción de la cantidad total de sueño y un despertar temprano. También comer mucho o muy poco influye en el sueño.
  3. Dolor: el dolor o la incomodidad física causan dificultades para conciliar el sueño o para seguir durmiendo. El dolor crónico puede seguir un ritmo circadiano con aumento nocturno de su intensidad.
  4. Postura: algunas enfermedades hacen que el paciente adopte postura que por no estar acostumbrado dificultan el sueño.
  5. Enfermedades: cardiacas, respiratorias, neurológicas, endocrinas y otras. Y los grandes síndromes geriátricos dificultan la satisfacción de la necesidad de sueño y descanso.
  6. Medicamentos y otras sustancias:
      • Los diuréticos: causan nicturia.
      • Los antidepresivos y estimulantes suprimen el sueño REM.
      • Los betabloqueantes pueden causar pesadillas e insomnio.
      • Los ionotrópicos: como la digoxina puede provocar pesadillas.
      • Los hipnóticos: se usan para inducir el sueño o mantener el sueño. Pueden producir dependencia y tolerancia e interfieren en estados más profundos de sueño. Algunos somnolencia diurna y resaca. Todos disminuyen la latencia para la inducción al sueño no-REM, tiempo total de vigilia y el número de despertares. Las BDZ (benzodiacepinas) disminuyen la fase I, aumentan la fase II y abolen las fases III y IV. La zopiclona y el zolpidem aumentan la fase II, pero afectan menos las fases III y IV. El sueño REM sufre pocas modificaciones, aunque las BDZ retrasan la aparición del 1er período REM. Conclusión: las BDZ provocan un sueño carente de fases 3 y 4. El zolpidem y la zopiclona respetan mejor la estructura del sueño.
      • Los narcóticos suprimen la fase REM y aumentan la somnolencia.
      • El alcohol acelera el comienzo y aparición del sueño, altera el sueño REM y hace que se despierte durante la noche y no se vuelva a dormir.
      • La cafeína, teína y demás estimulantes impiden el sueño.
        B. Factores psicológicos:
        • El estrés: es una fuente de tensión, no permite conciliar el sueño y también puede ocasionar que se duerma de más.
        • La ansiedad: la ansiedad impide el sueño y también disminuyen las etapas 4 NREM y REM porque aumentan los niveles de norepinefrina, adrenalina y corticoides.
        • La depresión: dificultad para mantener el sueño, mala calidad del sueño y despertar precoz.
        • Estados maniacos: reducción del tiempo de sueño.
        • Demencias: insomnio con agitación psicomotriz y somnolencia diurna.
        C. Factores socioculturales:
        • Ecológicos. Entre los factores mas importantes están: La ventilación, la iluminación, los olores, la cama, ruidos, aislamiento social, ausencia del iluminación y otros.
        • Laborales: los turnos rotatorios y nocturnos afectan las pautas de sueño.
        I
        IV. sueño en las personas mayores
        El sueño es una necesidad fisiológica a partir de la cual se restablecen funciones físicas y psicológicas necesarias para un rendimiento diurno satisfactorio. La mala calidad desueño puede conllevar problemas de salud importantes.

        El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes de la población general y en especial de las personas mayores. Diferentes factores q influyen en el sueño de este grupo como los cambios de vida relacionados con la jubilación, la mayor incidencia de problemas de salud y el mayor uso de medicación.

        1. La jubilación
        2. La polipatología
        3. La polimedicación
           Nunca se debe considerar al insomnio como un déficit del envejecimiento. Son muchos los problrmas de salud que crea el inmsonio: concentración, atención y memoria. Aumenta la depresión, ansiedad, y otras muchas enfermedades, así com un incremento de las caida y, en general, produce una disminución de la calidad de vida.
        A. Problemas del sueño en los mayores
        Las personas mayores suelen dormir las mismas horas que el resto, pero lo hacen de manera diferente. El sueno de los mayores tiene unas caracteríscas propias:

        La duración del sueño nocturno disminuye y sin embargo aumenta la tendencia a las siestas o cabezadas durante el día.
        Se producen más despertares por la noche
        Disminuye la capacidad de recuperar sueño después de periodos de privación de éste.
        Disminuye el umbral del despertar con estímulos auditivos, es decir, se tiene un sueño más ligero y se despiertan ante estímulos mínimos.
        Como hemos visto en apartado anteriores la polipatología y la polifarmacia pueden producir inmsonio.

        Muchas veces nuestras creencias pueden influir en que durmamos mal. Corregir ciertas ideas y actitudes puede ayudar. Hay que tener en cuenta que el sueño es un proceso fisiológico y nunca debemos forzarnos a dormir si no tenemos sueño; no hay que darle tanta importancia por tener una noche de insomnio y debemos ser realistas acerca de las horas de sueño nocturno que podemos conseguir no tratando de dormir más de lo que realmente necesitamos.

        El tratamiento farmacológico del insomnio no está exento ni mucho menos de efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos. Por este motivo nunca se debe hacer uso de la automedicación y siempre consultar previamente con el médico.

        El uso de estos fármacos debe ser revisado con frecuencia e intentar retirarlos si es posible. La toma de un fármaco durante años debe ser evitada.

          Existen hierbas medicinales del tipo valeriana,     pasiflora o lúpulo que son usadas desde la antigüedad aunque su eficacia no ha sido bien comprobada

           B. Consejos y recomendaciones para dormir
          Hay una serie de hábitos de sueño que podemos adoptar para dormir bien y que deberíamos cumplir antes de decidirnos a tomar medicamentos:
        1.    Lo mejor es tener un horario fijo para acostarte y levantarte.
          Acuestate cuando tenga sueño.
          Si no pudes dormir, levántate de la cama y ves a otra habitación o realiza alguna actividad tranquila como leer. Cuando vuelvas a tener sueño regresa al dormitorio.
          Manten constante la temperatura del dormitorio si es posible. Además niveles mínimos de luz y ruido.
          Evita la siesta. En casos concretos, te puedes permitir una siesta después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos.
          Evita las bebidas estimulante, suelen contener cafeína y teína. Limita el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si la frecuencia urinaria es un problema.
          Los estimulantes a la hora de acostarse y los sedantes durante el día pueden afectar de forma desfavorable al sueño. El alcohol y el tabaco perjudican el sueño y, en este sentido, se debe evitar su consumo varias horas antes de dormir.
          Realiza ejercicio en la medida de tus posibilidades y camina, durante al menos una hora al día, con luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir.
          Evita acostarte hasta que hayan pasado dos horas después de la cena. No tomes chocolate, grandes cantidades de azúcar y líquidos en exceso. Si te despiertas a mitad de la noche, no comas nada o puede que comiences a despertarte habitualmente a la misma hora sintiendo hambre.
          Evita realizar ejercicios intensos o utilizar el ordenador en las dos horas previas al sueño nocturno. El efecto luminoso de la pantalla puede aumentar el estado de activación.
          No recurras a la automedicación porque puede agravar el problema. Consulta a tu médico.
          Vacía la vejiga antes de acostarte.
          Realiza rituales antes de irse a la cama (cepillarte los dientes, lavarte…). Un baño caliente antes de acostarse ayuda a relajarse.
          El colchón debe ser firme y recto y adaptable al a las curvas de la columna.
          No duermas boca abajo. No es recomendable, ya que así se modifica la curvatura de la columna lumbar, además de que se tiene que mantener el cuello girado para poder respirar.
          Si los tienes asegúrate de que los dispositivos como gafas o audífonos se han retirado y están al lado de la cama.
        Fuente:
        International Classification of Sleep Disorders
        Fuentenebro, F. y Vazquez, C.: "Psicología Médica, Psicopatología y Psiquiatría". Edt. Interamericana- McGraw-Hill.
        American Academy of Sleep Medicine (Ed.) (2005) The international classification of sleep disorders, revised. Diagnostic and coding manual. Chicago Illinois.
        SEGG. Acaba con el inmsonio. 2012. Madrid, España. https://www.segg.es/ciudadania/2011/11/17/acaba-con-el-insomnio
        Guyton – Hall. Tratado de Fisiología Médica. 11 edición.
        Insomnio,...www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/.../s305calidad_vida.pd
        Sociedad Española de Neurología.

        miércoles, 7 de marzo de 2012

        Alimentación. Consejos en geriatría

        1 alimentación y nutrición 

        Se llama alimentación al acto de proporcionar al cuerpo alimentos e ingerirlos para su mantenimiento. Es un proceso voluntario y consciente, por tanto está en nuestras manos modificarlo, es educable.
        La nutrición es el conjunto de procesos fisiológicos mediante los cuales el organismo recibe, transforma e incorpora en sus estructuras una serie de sustancias contenidas en los alimentos, para obtener energía, construir y reparar las estructuras orgánicas, y regular procesos metabólicos. Es un proceso involuntario e inconsciente que depende de procesos corporales como la digestión, la absorción y el transporte de los nutrientes de los alimentos hasta los tejidos.
         2 Los alimentos están integrados por nutrientes
        • De carbono (HC) o glúcidos
        • Grasas o lípidos
        • Proteínas o proteidos
        • Sales minerales
        • Vitaminas
        • Agua
        • Fibra
        3 Los alimentos se clasifican en grupos
        I. Carnes y pescados
        II. Lácteos
        III. Grasas y aceites
        IV. Farináceos
        V. Frutas y legumbres
        VI. Verduras y hortalizas
        4 Alimentación equilibrada
        Es la ingestión en proporciones adecuadas, en cantidad y calidad, de los alimentos que contengan los nutrientes necesarios para el mantenimiento de la salud en el joven y en el viejo.
        4.1 Hiponutrición
        La hiponutrición consiste en que la alimentación no contiene los nutrientes adecuados ni en cantidad o cualidad. Puede ser aguda o crónica. Por ejemplo, el no beber agua llevaría a una deshidratación y la muerte. Con la hiponutrición crónica aparecen enfermedades carenciales y infecciones, y posteriormente puede llevar a la muerte.
        4.2 Hipernutrición
        Es lo contrario de la hiponutrición y consiste en una alimentación excesiva, sobrealimentación. Puede llevar a la obesidad, con las complicaciones que esta enfermedad puede originar. Y puede ser un factor de riesgo en enfermedades como la arteriosclerosis, que a su vez es terreno abonado para el infarto de miocardio. Por tanto, de una forma o de otra puede llevarnos a la muerte.
        4.3 Nutrición óptima
        La nutrición óptima tiene que ser suficiente (cantidad) y completa (cualidad), es decir, equilibrada. Además tiene que ser armónica, adecuada, ordenada. Todo esto será fuente de salud.
        La nutrición equilibrada tiene que estar en función de la edad, sexo, situación fisiológica, esfuerzo físico y situación patológica.
        También la alimentación debe de ser distinta con aportaciones concretas en: la lactancia, infancia, adolescencia, adultez, embarazo y ancianidad.
        Una alimentación saludable, ha de cumplir las siguientes condiciones:
        • Completa, que contega todos los grupos de alimentos que, en combinación, aporten todos los nutrientes necesarios.
        • Equilibrada, que incorpora cantidades apropiadas de alimentos, pero sin excesos.
        • Suficiente, que cubre las necesidades del organismo para permitir el crecimiento y el desarrollo en los niños y mantener el peso corporal en los límites aconsejables en adultos.
        • Variada, que proporcione los aportes necesarios de vitaminas y minerales, al incluir diferentes grupos de alimentos.
        • Adecuada a las características del individuo y a sus circunstancias, como la edad, el sexo, la complexión corporal, la actividad física y la historia clínica de cada persona, así como los hábitos alimentarios, el estilo de vida, la situación socioeconómica, el lugar de residencia y la época del año.
        Además de la condiciones que hemos visto, para una alimentación saludable hay seguir los siguientes consejos generales:
        • Realizar a lo largo del día de cuatro a cinco comidas poco abundantes (desayuno y/o media mañana, almuerzo, merienda y cena) e intentar no picar entre ellas.
        • Mantener una adecuada hidratación. Se recomienda beber de 1,5 a 2 litros de líquidos al día.
        • Comer despacio, masticando bien los alimentos y en un ambiente relajado y tranquilo.
        • Moderar el consumo de alcohol y evitar las bebidas de alta graduación
        • Utilizar métodos sencillos para la cocción de los alimentos, con poca grasa y poca sal.
        Además de la alimentación saludable, los pilares del estilo de vida sano son la actividad física, la ausencia de tóxicos y un descanso adecuado.

        5 Consejos para una dieta ideal
        • Una dieta "ideal" ha de tener en cuenta:
        • Control del sobrepeso.
        • Limitación en ácidos grasos saturados (AGS).
        • Limitación colesterol a 300mg.
        • Alimentación rica en ácidos grasos poliinsaturados.
        • Aporte adecuado de proteínas.
        • Aporte adecuado glúcidos.
        • Aporte adecuado de fibra, vegetales y frutas.
        • Limitar la sal.
        • Limitar el alcohol.
        6. Características de la alimentación en la ancianidad
        • Una dieta adecuada para la persona anciana ha de tener en cuenta:
        • Evitar modificaciones bruscas.
        • Evitar “comilonas”.
        • Atención a la cantidad (malnutrición o sobrealimentación).
        • Atención a la masticación.
        • Evitar exceso de grasa.
        • Cantidad de fibra suficiente.
        • Distribución de las comidas.
        • Moderación en el alcohol.
        • Descanso postpandrial.
        • Alimentación post-enfermedad.

        miércoles, 1 de febrero de 2012

        Estilo de vida

        El estilo de vida es uno de los determinantes de salud y, al igual que el que se refiere a la biología, es de carácter personal, pero con un perfil más esperanzador ya que podemos actuar sobre él. La salud no sería educable si uno de sus pilares no fuera este. El estilo de vida de una persona se transmite de forma educacional durante el proceso constante de socialización y, desde la perspectiva sanitaria, se refiere a conductas o comportamientos que afectan a la salud. Hay que tener presente la gran influencia que ejerce la publicidad sobre el consumo, los hábitos y los estilos de vida. Así pues, podemos definir el estilo de vida como: Conjunto de comportamientos compartidos por un grupo social, en un tiempo histórico determinado y en íntima conexión con las formas, condiciones de vida y patrones culturales de dicho grupo social. Los estilos de vida se caracterizan por: – Ser modificables por el propio individuo. – Pueden adquirirse de forma automática, socialización. Cuando el individuo trata de modificar su conducta a favor de comportamientos más saludables, el entorno, con sus aspectos físicos, sociales, económicos y culturales, puede ser un elemento favorecedor o entorpecedor del cambio. Algunos elementos de la vida diaria que intervienen sobre nuestra salud son: – Alimentación, dieta. – Ejercicio, actividad física. – Descanso, sueño. – Consumo de sustancias tóxicas: tabaco, alcohol y otras drogas. – Limpieza y aseo. – Manipulación de alimentos. – Comportamiento sexual. – Conducción de vehículos. – Relaciones interpersonales, comportamiento social, violencia. – Ocio y aficiones. – Estrés.

        Atención centrada en la persona

        Para Brooker, 2004 el conecpto de Atención Centrada en la Persona (ACP) quedaría explicado teniendo en cuenta:

        1. Respetar y valorar al individuo como miembro de pleno derecho de la sociedad. Ver a las personas con demencia como ciudadanos con todos sus derechos y cortar de raíz toda práctica discriminatoria hacia los que la sufren y los que trabajan.
        2. Elaborar un plan de atención individualizado en sintonía con las necesidades cambiantes de las personas, con nuevos elementos de compensación y de reafirmación a medida que las discapacidades cognitivas aumentan.
        3. Llegar a comprender la perspectiva de la persona que sufre demencia. ¿Qué sentido le da esa persona a su situación?
        4. Ofrecer una psicología social de apoyo a fin de ayudar a las personas con demencia a vivir una vida en la que perciban un relativo bienestar.
        Para Kitwood, lo expresar así:
        ACP (atención centrada en las personas) = V+I+P+S
        V = alora la personas mayores y / o con demencia;
        I = Tratar las personas como ndividuos;
        P = erspectiva de la persona mayor y / o con demencia;
        S = Psicología ocial de apoyo.
        Estas, muy resumidamente, son las claves de la Atención Centrada en la Persona.

        martes, 10 de enero de 2012

        El sueño y sus funciones

        1. Descanso y sueño
        El descanso es un estado de actividad física y psíquica “reducido” en el que la persona se siente mejor, con más ganas de continuar con sus actividades diarias, es decir está descansado.

        No hay que confundir el descanso con la inactividad, se puedo esta realizando una actividad y se puede estar descansando, aunque requiere tranquilidad, relajación libre de estrés emocional y de ansiedad.

        Cada persona entiende el descanso de manera diferente. Unos leen, otros hacen ejercicios de relajación, otros pasean o van a alguna actividad lúdica o cultural.

        Según Narrow(1997) podemos descansar cuando:
        • Sentimos que las cosas están bajo control.
        • Nos sentimos aceptados.
        • Entendemos lo que está pasando.
        • Estamos libres de molestias e irritaciones.
        • Realizamos un número satisfactorio de actividades concretas.
        • Sabemos que recibiremos ayuda cuando la necesitemos.
        Además es necesario comodidad física, eliminar las preocupaciones y sueño suficiente.
        El sueño ha interesado al ser humano desde el principio de la Humanidad, la ciencia lleva años tratando de contestar a las preguntas: ¿por qué dormimos? y ¿para qué dormimos? Los conocimientos actuales sobre el sueño son muchos, pero no tenemos una respuesta definitiva sobre la función del sueño.

        El sueño es una de las necesidades humana básica ya descrita por Abraham Maslow, psicólogo humanista, en 1970, quien estableció su jerarquización. Esta clasificación, fue perfeccionada por Kalish, detalla los elementos que pertenecen a cada una de las necesidades. Así, las fisiológicas las coloca en la base de su pirámide y comprenden: agua, alimento, aíre, eliminación, reposo, sueño y la conservación de la temperatura y la evitación del dolor.

        También Virginia Henderson, partiendo desde un punto de vista humanista, establece sus 14 necesidades humanas básicas, siendo la primera respirar adecuadamente, las últimas se refieren a todo lo que es autorrealización del ser humano, y colocando en quinto lugar la necesidad de descansar y dormir.

        Así pues, descansar y dormir es una necesidad fisiológica básica y, por tanto, dormir bien es fundamental para nuestra salud y bienestar y también para quienes nos rodean. Si no se satisface la necesidad de sueño y descanso aparecen problemas de salud que incluso puede tener consecuencias personales, familiares y sociales muy graves.


        2. Importancia del sueño
        Nos pasamos durmiendo una tercera parte de nuestras vidas. Sabemos que durante el sueño tienen lugar cambios en las funciones somáticas y en los procesos mentales de vital importancia para el equilibrio psíquico y físico de las personas. El cuerpo y la psiquis se recuperan con las distintas fases del sueño, por el contrario la falta inciden en el buen funcionamiento de nuestras actividades cognitivas como son la atención, la memoria y la creatividad.

        Los estudios sobre la epidemiología de las alteraciones del sueño son muy dispares y más sin cabe cuando se refiere a niños. En general un 40% de la población tiene trastornos del sueño. Por otro lado, los trastornos del sueño aumentan con la edad, más del 50% de las personas mayores de 65 años tienen problemas para dormir; hay autores que afirman que a los 95 años el 100% de la población presenta dificultades con el sueño.

        3. Fases del sueño
        El sueño puede definirse como un estado fisiológico con supresión casi completa de la actividad consciente y de relación y la depresión de las actividad vegetativa, con pocos movimientos de los músculos voluntarios, es cíclico, ritmo circadiano, cada 24 horas, más o menos, todas las personas tienen necesidad dormir.

        De este modo se alterna fases de actividad-vigilia-luz y fases de descanso-sueño-oscuridad.
        Estado de vigilia.
        Cuatro fases de sueño sin movimientos oculares de los ojos (NMOC o NREM):


        Fase 1: adormecimiento (5% del total de sueño). Se puede tener alucinaciones.
        Fase 2: sueño ligero (50% del sueño). Disminuyen las frecuencias cardiacas y respiratorias.
        Estas dos primeras fases son de sueño superficial.
        Fase 3 y Fase 4: sueño profundo no REM (20% del sueño)
        Se produce en la primera mitad de la noche. Su función es la recuperación física.
        Fase 5: Sueño paradójico. Sueño MOR (movimientos rápidos de los ojos, 25% del sueño) o REM (Rapid Eye Movement) conocido también como sueño desincronizado o D. Se produce en la segunda mitad de la noche y su función es la recuperación psíquica.


        Las distintas fases del sueño tienen características EEG (electroencefalograma) específicas. Así al conjunto formado por las fases 3 y 4 del sueño NREM se denomina sueño de ondas lentas (SOL), delta o profundo.

        El sueño REM se caracteriza por un EEG de baja amplitud y de frecuencia mixta similar al de la fase 1 del NREM. En este contexto, se producen brotes de actividad más lenta (3 a 5 Hz) con deflexiones negativas superficiales ("ondas en diente de sierra") que se superponen con frecuencia a este patrón. El EOG (electrooculograma) da muestras de sueño REM similares a las que se observan cuando la persona en cuestión permanece despierta y con los ojos abiertos. La actividad del EMG (electromiograma) permanece ausente reflejando la atonía muscular completa de la parálisis motora descendente característica de este estado.

        Aunque desconocemos muchas cosas de sueño, gracias a las numerosas investigaciones conocemos otras muchas como que en la fase REM se produce los ensueños. También aumenta la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y la respiratoria. La “actividad sexual inconsciente” como erecciones nocturnas o el aumento de temperatura del clítoris durante el sueño no son a causa de los ensueños o de los deseos sexuales reprimidos, como creía la teoría psicoanalista, sino que todo esto se debe a la actividad que desarrolla el sistema nervioso durante la fase REM.

        En definitiva, el sueño no es un proceso pasivo, sino que es un proceso fisiológico activo que produce la recuperación física y psíquica en el que el sistema nervioso sigue trabajando e integrando las experiencias y conocimientos previamente aprendido.


        4. Técnicas de registro del sueño o polisomnografía
        Se registra de forma continua y se mide: las ondas cerebrales (Electroencefalograma, EEG), la actividad eléctrica alrededor de los ojos (Electrooculograma, EOG), actividad eléctrica en algunos músculos (Electromiograma, EMG), electrocardiograma (ECG), oxígeno en sangre (Oximetría) y el flujo de aire inspirado.

        5. Funciones de sueño
        El sueño tiene funciones de restauración y protección y sirve para reajustar o conservar los sistemas biológicos. Para que el sueño cumpla su función se necesita una cantidad de sueño digamos característica de cada persona. Así, un recién nacido puede ser de hasta 20 horas y muy fragmentadas, siendo un 50% sueño REM y el otro 50% NREM III y IV; en el adolescentes duermen entre 8-9 horas; en el adulto entre 6-8 horas, disminuyendo el tiempo total de sueño a expensas de la fase IV NREM; y en las personas mayores entre 6 y 7 horas. En esta etapa de la vida la necesidad de descanso aparece antes que la de sueño. La duración de tiempo nocturno de sueño disminuye, con acortamiento de la fase REM y reducción de las fases III y IV NREM, con un sueño fragmentado, necesitando más tiempo para conciliar el sueño.

        En los niños existe una relación entre sueño y crecimiento. Y es que a mayor calidad en el sueño mayor secreción de la hormona del crecimiento o somatotropina. Esta hormona actúa sobre muchos tejidos del cuerpo, influyendo sobre el desarrollo de células y tejidos y regula el metabolismo de las proteínas.

        La hormona del crecimiento se segrega en mayor cantidad a los 50 o 60 minutos de haberse iniciado el sueño nocturno, es decir en la Fase NREM IV (aunque parece que durante las siestas largas también ocurre esto). Los niños que duermen de forma intranquila con múltiples periodos a lo largo de la noche están en desventaja con aquellos que consiguen hacerlo de una sola vez.

        Por otro lado la somatotropina, está relacionada con la alimentación, concretamente con la concentración de azúcar en sangre, debiendo haber un equilibrio entre el hambre, el ejercicio y el estrés, para que permitan al niño llegar al máximo de su potencial de crecimiento.

        Un reciente estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chicago (USA), publicado en "Annals of Internal Medicine", afirma que dormir poco puede estimular la obesidad. Al parecer, la cantidad de sueño condiciona el nivel en el organismo de dos hormonas, la leptina y la grelina, de modo que, en individuos que han dormido poco, disminuye la primera y aumenta la segunda. La leptina tiende a suprimir el apetito, con lo que su disminución supone una mayor tendencia a comer. La grelina provoca sensación de hambre, pero en este caso la falta de sueño produce un aumento de esta hormona, por lo que su efecto se suma al anterior, influyendo la unión de ambas en un aumento del apatito.

        En cuanto al sueño REM facilita y consolida el aprendizaje, efectos beneficiosos sobre la memoria, mejora la adaptación conductual y, gestionamos mejor nuestras emociones.

        De un modo general podemos decir que durante el sueno NREM se produce la recuperación física y en el sueño REM la recuperación psíquica.

         

        Fuente:
        Guyton – Hall. Tratado de Fisiología Médica. 11 edición.
        Insomnio,...www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/.../s305calidad_vida.pd
        Sociedad Española de Neurología.

        jueves, 5 de enero de 2012

        Algunas teorías sociales del envejcimiento

        • Teoría de la desvinculación o retraimiento
        • Teoría de la actividad
        • Teoría de la continuidad
        • Teoría de la subcultura
        • Teoría del medio social
        • Teoría de las minorías
        • El interaccionismo simbólico
        • Teoría del etiquetaje
        • Teoría fenomenológica
        1.Teoría de la desvinculación o retraimiento
        La teoría de la desvinculación, también llamada de desacoplamiento (The theory of desngagement) fue presentada en principio por E. Cumming y W.E. Henry en el año 1961. En resumen viene a decir que se produce una desvinculación mutua entre el individuo y la sociedad a la que pertenece. El sujeto va dejando de representar su rol y la sociedad cada vez le da menos oportunidades. En principio parece que para que la sociedad progrese los individuos más viejos tengan que dejar pasos a los más jóvenes, como dice Bazo, M.T (1986) existe un cierto funcionalismo sociológico.

        Algunos autores creen que son los ancianos los que comienza por si mismo la desvinculación de la sociedad; otros, mantienen una postura opuesta, que es la sociedad la que aparta progresivamente a los más mayores.

        Aunque fue aceptada en su formulación original, muy pronto se hicieron revisiones y las investigaciones sobre ella han sido significativas. Ya en 1964 W.E. Henry reconsidera la teoría del retraimiento como proceso mutuo entre individuo y sociedad, y piensa que la perdida de roles se basaría en una causalidad interna del proceso. En el mismo año Havighurst, Neugarten y Tobin analizando las variables individuales que darían lugar a una vejez satisfactoria llegan a la conclusión que esta depende del grado de satisfacción conseguido con anterioridad durante su vida más activa y con la situación presente. Siendo la personalidad del individuo determinante, unos estarían satisfechos con el distanciamiento, mientras que otros lo pasarían realmente mal.

        Lehr, U. 1969 habla de desvinculación transitoria, la cual coincidiría con acontecimientos importantes, por ejemplo la jubilación, una vez superada el evento, comenzarían otra vez las relaciones sociales.

        Otra reformulación de la teoría de la desvinculación, desde mi punto de vista muy interesan ante, es la presentada por Aragó, J.M. (1987) que considera que se produce un deterioro progresivo que arranca con acontecimientos determinantes. El área social sufriría un deterioro tal que provocaría un retraimiento por la disminución de relaciones ... Por otra parte, Aragó, J.M. (1987) relaciona el distanciamiento social con el grado de satisfacción personal, si la sociedad pudiera satisfacer todas las necesidades de la vejez, los ancianos no tendrían interés por la actividad. Este sería el caso de las instituciones donde se garantizan las necesidades fundamentales: sanitarias, de la vida diaria, etc. Sin embargo, investigaciones efectuadas por García-Pérez, M.C. y Tous, J.M. (1992) no confirmarían la hipótesis de Aragó.

        Desde el inicio de la teoría se ha planteados varias cuestiones, desde mi punto de vista, destaco las siguientes: primera, si es voluntariamente iniciada por los ancianos implicados; segunda, si se debe a deterioro progresivo de sus capacidades; tercera, si esta desvinculación es buena para los ancianos; y, cuarta, que números de ancianos inician este distanciamiento.

        2. La teoría de la actividad
        Hay cierta conjunción en la paternidad de la teoría de la actividad mientras que Aragó, J.M. (1987) señala que su formulación originaria se debe a Cavan en el año 1949, otros como Bazo, MT.(1990) afirman que originariamente se debe R. Havighurst et al. (1968). En resumen este modelo postula que los ancianos con un proceso de envejecimiento fisiológico implican seguir con los mismos roles de la edad adulta o en todo caso sustituir los perdidos por otros. Esto implica mantenerse activo. Casi todos los estudios realizados parecen confirman los presupuestos teóricos.

        4.Teoría de la continuidad
        Formulada por Atchley, R.C. (1972) sostiene que en el proceso de envejecimiento hay una tendencia natural al mantenimiento de los roles que ha venido desempeñando durante su vida. Es decir, que la adaptación a la vejez dependería de su pasado. En este sentido cada anciano tendría un modelo propio. Los estudios empíricos prácticamente no existen.

        5.Teoría de la subcultura
        Presentada por Rose, A. (1965) sostuvo que la edad creaba una subcultura en los ancianos. Esta subcultura de la edad como cualquier grupo aislado tiene características específicas, entre las cuales sus propias normas de conductas. Riley. M (1968) con sus investigaciones confirmó que es mejor estudiar los grupos de ancianos tomando extractos según la edad, que según la clase. En este orden de cosa se explicaría la proliferación de asociaciones y demás grupos diversos de personas de edad que buscan su propia identidad.

        6.Teoría del medio social
        Gubrium, J. (1973) considera que la conducta en la vejez estaría relacionada con algunas condiciones biológicas y sociales (Mishara, B.L. , Riedel, R.G. 1986) como la salud, el dinero y los apoyos sociales. Según esta teoría la salud seria un factor determinante ya que muchas personas están muy limitadas por las enfermedades crónicas, estando algunas totalmente imposibilitada.

        En cuanto al dinero una situación precaria seria otra condición negativa que actuaría como factor limitante en la actividad de los ancianos. En muchos países, desarrollados, hay un porcentaje elevado de personas de edad que perciben unos ingresos que apenas llegan para la subsistencia.

        Por lo que respecta a apoyos sociales, la desintegración familiar, por muerte de uno de los cónyuges, o la falta de relaciones sociales actuarían condicionando la conducta de los ancianos.

        En resumen, según J. Gubrium todos los factores del medio social que actúen limitando la actividad son negativos para la vejez.
         
        7.Teoría de las minorías
        Este modelo, propuesto por Strieb, G. (1965) es muy parecido al de Rose (Mishara, B.L. , Riedel, R.G., 1986), refiriéndose a la sociedad estadounidense, pero que puede ser válido para otras sociedades, cree que las personas de edad se ven forzadas a formar una minoría , lo mismo que los negros o indios, por compartir algunas características biológicas. Además, tendrían los rasgos de los grupos minoritarios, inmovilismo, pobreza, segregación e impotencia., que producirían reacciones que irían desde el pasivismo absoluto hasta activismos exacerbados como el político.
         
        8.El interaccionismo simbólico
        Lo que se llamó más tarde interaccionismo simbólico tiene su origen en las teorías desarrolladas por G.H. Mead, Ch. Cooley y W. Thomas que vienen a decir que los seres humanos, con su comunicación simbólica, aprenden la conducta de las otras personas con las que conviven en un ambiente físico y social determinado (Bazo, M.T., 1990). La comunicación simbólica actuaría como proceso de socialización desde el nacimiento, en el que el lenguaje desempeñaría una función primordial. En el interacionismo simbólico hay que distinguir la definición de la situación (W.Tomas), el Yo-espejo (C.H. Cooley) y la interpretación de si mismo.

        Aplicando los conceptos antes citados a los ancianos estos adoptarían una conducta determinada según que interpretación hicieran de la situación, que interpretación y respuesta dieran al yo-espejo y que presentación decidirán más adecuada en determinadas circunstancias.

        9.Teoría del etiquetaje
        Bengston, V. (1973) cree que la teoría del etiquetaje explicaría algunas conductas de los ancianos como las derivadas de etiquetar a una persona como senil o dependiente, siendo tratada según el significado social de la etiqueta que condicionaría la conducta de la persona que vera como se modifican sus roles, status e identidad (Bazo, MT., 1990).
         
        10.Teoría fenomenológica
        Tiene su origen en Alemania y fue elaborada inicialmente por E. Hurssel, siendo su idea fundamental que para entender la conducta humana hay que comprender el mundo perceptivo de la persona. Según el sistema perceptivo y el proceso de socialización así cada uno entenderá el mundo. Es una teoría de elevado nivel de abstracción con evidentes problemas para la investigación empírica pero muy compresiva y completa (Bazo, TM. ,1990).

        Alguna bibliografia para una visión retrospectiva de la gerontologia soacial


        Fuente:

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