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domingo, 5 de diciembre de 2010

Aproximación a la Memoria

“Si nuestras memorias fuesen perfectas i no fallasen nunca en los momentos de necesidad probablemente no sentiríamos el menor interés por ellas”. Ch.N. Cofer (1976).

Habitualmente somos poco conscientes de la importancia y del uso de nuestra memoria, solo nos damos cuenta de ella en algunos momentos en que recordamos algo, pero no es así, porque todas nuestras actividades, todo lo que hacemos, es decir nuestro comportamiento, depende en gran medida de la integridad de la nuestra memoria.

1. Explicación de la memoria
La memoria no puede ser estudiada desde una sola perspectiva, sino que por su complejidad y su funcionamiento ha de ser explicada desde varios niveles de análisis.

En 1885, H. Ebbinghaus inicia los estudios experimentales de la memoria estudiando las curvas de aprendizaje y de olvido, creando listas de sílabas sin sentido.

La psicología conductista en la primera mitad del siglo XX, no presta especial interés por el estudio de la memoria, excepto algunos psicólogos experimentales, principalmente norteamericanos, que estudian la conducta verbal, mediante el aprendizaje de pares asociados (el primer par de palabra es el estímulo y el segundo la respuesta).

A partir de los años 50, con el inicio de la psicología cognitiva la investigación de la memoria se convierte en un tema central desde la perspectiva del procesamiento de la información.

Como sabemos, la memoria se puede considerada como un almacenamiento de información. En el que distinguimos:
  • Codificación, mediante la cual se realiza la recepción y el procesamiento de la información recibida, es decir, se registra la información.
  • Almacenamiento, es la creación de un registro permanente de la información.
  • Recuperación o evocación o recordar la información almacenada.
En la actualidad la memoria se estudia, desde una perspectiva psicológica que pretende explicar la memoria, sus sistemas, sus funciones y la relación con nuestro comportamiento. Por otro lado, desde un nivel neurofisiológico, intentando conocer las estructuras nerviosas y funcionamiento implicados en los procesos de memoria.

3. Los sistemas de memoria
De las múltiples funciones que la memoria realiza y la distinta información sensorial que almacena nace el concepto de sistema de memoria. Desde este punto de vista lo que llamamos memoria es en realidad un conjunto de entidades (memorias diferentes) que hacen funciones diversas pero que no actúan de manera independiente sino cooperativamente.

Podemos definir el concepto de sistema de memoria como un sistema con la capacidad de registrar, almacenar y utilizar posteriormente esta información.

El psicólogo norteamericano William James (1890) fue el primero en distinguir entre memoria primaria y memoria secundaria que juntos con los estudios de Broadbent sobre la atención sirvieron de antecedente para el Modelo Multi-almacén de Atkinson y Shiffrin (1968).

Son los primeros modelos que intentan dar una explicación global de los sistemas de memoria o estructuras que integran la memoria humana. Dividen a la memoria entres sistemas: memoria sensoria (MS), memoria a corto plazo (MCP) y memoria a largo plazo (MLP).

3.1 Memoria sensorial
Se denomina memoria sensorial a la capacidad de retener brevemente los estímulos percibidos a través de los sentidos. Esta memoria se organiza en dos sistemas:
 
La memoria icónica
Los estímulos visuales duran más tiempo del que realmente permanece delante de nuestros ojos. Esta permanencia es necesaria para que se pueda completar los procesos de percepción aún en ausencia del estímulo. La memoria icónica genera una huella estimada en 250 milisegundos. Los estímulos visuales genera una huella isomórfica de la realidad. O sea es una replica del estímulo pero sin significado para nosotros, no sea reconocido aún el objeto. Entonces, ¿cómo dotamos de significado a los objetos?. Porque la memoria operativa o de trabajo (MCP) conecta los estímulos que entran con alguna representación que tenemos en la memoria a largo plazo (MLP). En este sentido los estímulos de los que no se ocupa la memoria operativa se pierden.
 
La memoria ecóica
Es un sistema parecido a la memoria icónica y se ocupa de procesar los estímuos auditivos. Se estima que su duración es superior a la de la memoria iconica.
 
Referencias:
- Ruiz Vargas, J.A (1994). La memoria humana. Funciones y estructura. Madrid: Alianza.
- Barlettt, F.C (1995). Recordar. Madri:Alianza.
- Schacter, D.L. (1996). En busca de la memoria. Barcelona:Ediciones B, 1999.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Aproximación a la Enfermedad de Alzheimer


El Alzheimer o enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa que comienza con alteraciones cognitivas y acaba en una demencia (síndrome demencial) con pérdida progresiva de la memoria y de otras habilidades intelectuales, trastornos afectivos, conductuales y pérdida de la capacidad funcional en un paciente que se encuentra en estado de vigilia y alerta.

Aunque sabemos muchas cosas del Alzheimer la causa no se conoce. No es parte del envejecimiento normal, y solo es hereditaria en un pequeño porcentaje de casos menor del 2%, la inmensa mayoría de los casos son de los llamados esporádicos. Es una enfermedad que está ligada a la edad, afectando principalmente a personas mayores de 65 años, pero no es exclusiva de los ancianos.

La enfermedad de Alzheimer no tiene cura, es irreversible, aunque si tratable. Se presenta de manera insidiosa, progresiva y letal. Después de los 65 años se duplica cada cinco años, alcanzando casi el 50% en los mayores de 85 años. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia; la demencia vascular, demencia con cuerpos Lewy y demencia frontotemporal son las siguientes más frecuentes.


Los datos son inquietante , actualmente hay una prevalencia de más 35 millones de personas en todo el mundo que padecen demencia; está previsto que la incidencia se duplique en los próximos 20 años hasta llegar a los 65,7 millones de personas en el año 2030, alcanzando los 115,4 millones de personas para el año 2050, según el Informe Mundial del Alzheimer de la Alzheimer's Disease International (ADI).

El informe prevé un crecimiento de un 40% en las cifras de Europa, un 63% en Norteamérica, un 77% en América del Sur y un 89% en los países desarrollados de Asia-Pacífico.

Actualmente, hay unos 800.000 enfermos con demencia en España.

A nivel mundial, el coste económico de la demencia se ha calculado a nivel anual en uno 315.000 millones de dólares. La cantidad total del coste por persona con demencia se estima en unos 1.521 dólares en países de bajos ingresos, creciendo hasta los 4.588 dólares en los países con ingresos medios, y llegando a los 17.964 dólares en los países con ingresos elevados (Anders Wimo, et al. "An Estimate of the Total Worldwide Societal Costs of Dementia in 2005." Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association. Volúmen 3, Número 2, abril de 2007).

jueves, 15 de abril de 2010

Concepto de envejecimiento

Actualizada, diciembre 2019
Nacemos, crecemos, nos desarrollamos, envejecemos y morimos, formando todo ello un ciclo evolutivo cuyas etapas son infancia, adolescencia, juventud, edad adulta y envejecimiento que se interrelacionan influyendo los estadios anteriores en los siguientes. Existen tres tipos. El normal, el patológico y el activo.

1. Envejecimiento normal
El envejecimiento normal o primario es un proceso asociado a la edad que conlleva una disminución de la reserva funcional. Con otras palabras, se producen cambios biológicos, psicológicos y sociales que son inevitables (arrugas y manchas en la piel, menor adaptabilidad al estrés, cambios en el status y rol, etc). Debe diferenciarse del envejecimiento patológico, aunque a veces es muy difícil establecer la diferencia entre ambos. 
 
2. El envejecimiento patológico
El envejecimiento patológico o secundario, se refiere a los cambios que se producen como consecuencia de enfermedades, un estilo de vida con hábitos tóxicos, etc., y, que no forman parte del envejecimiento normal (por ejemplo, cataratas, enfermedad de Alzheimer, osteoporosis,…) y que, en algunos casos pueden prevenirse o son reversibles.

3. Características del envejecimiento

Universal. En el sentido que es propio de todos los seres vivos.
Progresivo e irreversible. A diferencia de las enfermedades, no puede detenerse ni es reversible.
Heterogéneo, individual y asincrónico. Cada especie tiene una velocidad característica de envejecimiento, pero la velocidad de declinación funcional varía enormemente de individuo a individuo, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Deletéreo. Lleva a una progresiva pérdida de la función. Se diferencia del proceso de crecimiento y desarrollo en que la finalidad de éste es alcanzar una madurez en la función.
 
4. El envejecimiento saludable
Es el envejecimiento que tendría lugar en las mejores condiciones posibles físicas, psicológicas y sociales, teniendo en cuenta los múltiples factores genéticos y ambientales que intervienen en el proceso de envejecimiento. Se caracteriza porque se producirían pocas pérdidas y baja probabilidad de incidencia de enfermedades.

Para que se produzca este tipo de envejecimiento es imprescindible que desde la juventud se favorezca la promoción de la salud tanto física como psicológica, un estilo de vida saludable, sin hábitos tóxicos, con ejercicio físico y una dieta equilibrada, entrenamiento de las capacidades cognitivas, con relaciones interpersonales que favorezca la salud emocional, con una vida sentimental y sexual satisfactoria, etc. Todo esto hace que tengamos una buena calidad de vida con buenas condiciones físicas, psicológicas y sociales, experimentando por tanto, un envejecimiento óptimo, satisfactorio, exitoso o saludable. Evidentemente este sería el envejecimiento que todos deseamos.

5. Envejecimiento activo
En la II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en el 2002 en Madrid, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó un marco político que pretendía promover la salud y el envejecimiento activo. Su objetivo principal era hacer de la vejez una experiencia positiva.

El concepto “Envejecimiento Activo” lo propuso la OMS a finales de los años 90 para sustituir el concepto de “envejecimiento saludable”. Lo definió como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (OMS, 2002).

El Envejecimiento Activo fomenta procesos de envejecimiento socialmente activos y no sólo personalmente activos.

El término “activo” hace referencia a una participación continua en las dimensiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y no sólo a la capacidad para estar físicamente activo. Tiene dos objetivos fundamentales:
  • Ampliar la esperanza de vida saludable.
  • Y la calidad de vida, mientras se envejece, incluyendo personas frágiles, con discapacidad o que necesiten asistencia.
Asi pués, el concepto de envejecimiento activo va más allá del cuidado de la propia salud. Hace referencia a la participación en la sociedad fomentando la motivación personal, aprovechando la singularidad de cada persona. Por esta razón, deben formularse en clave participativa, integral, flexible, de calidad, evaluable, sostenible e innovadora. La Asamblea General de las Naciones Unidas ( 1991), aprobó unos principios (resolución 46/91) a favor de las personas de mayores que son:
  • Independencia
  • Dignidad
  • Autorrealización
  • Cuidado
  • Participación
A raíz de estos principios de las Naciones Unidas, el envejecimiento activo se enmarca en tres pilares fundamentales, que son los siguientes (OMS, 2002):

5.1 Salud
El envejecimiento activo es un recurso fundamental para alcanzar el potencial de calidad de vida y significación en el ciclo vital, por lo que es aplicable a cualquier estado de salud y nivel de autonomía. La Organización Mundial de la Salud señala que “para fomentar el envejecimiento activo, es necesario que los sistemas sanitarios tengan una perspectiva del ciclo vital completo y se orienten a la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el acceso equitativo tanto a una atención primaria como a una asistencia de larga duración de calidad”.

5.2 Participación
Las personas mayores seguirán contribuyendo de forma productiva a la sociedad en actividades tanto remuneradas como sin remunerar, de acuerdo con sus derechos humanos básicos, capacidades, necesidades y preferencias.

5.3 Seguridad
Es necesario garantizar la protección, dignidad y asistencia en el caso de que ya no puedan mantenerse y protegerse. La seguridad es una conquista tanto social como individual, algo que compete al Estado y a la persona. Para lograr el objetivo del envejecimiento activo es necesario un trabajo intersectorial coordinado con medidas tanto desde el sector sanitario y social, como desde la educación, el empleo, la economía, etc. Todas las políticas deben apoyar la solidaridad intergeneracional y reducir las desigualdades de género dentro de la población de más edad.
 
A raíz del Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002) se marca un punto de inflexión en la toma de conciencia de los desafíos de un mundo que envejece. Se fomenta el movimiento del envejecimiento activo de todas las partes interesadas, se precisa apoyar los tres pilares de acción con el desarrollo de actividades e investigaciones y se insta a las agencias internacionales, países y regiones a trabajar en colaboración.

En 2012, en el marco del décimo aniversario de la II Asamblea Mundial de Envejecimiento y en el Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Intergeneracionalidad se creó el Índice de Envejecimiento Activo (Active Ageing Index- AAI). Su objetivo es contribuir con datos empíricos al desarrollo de políticas públicas para que no se orienten de forma exclusiva al bienestar de la persona mayor, sino que también cuente con posibles aportaciones a la economía y a la sociedad.

Presenta cuatro dimensiones:
  • Empleo
  • Actividad y participación social
  • Modo de vida autónomo, independiente y seguro
  • Y capacidad para un envejecimiento saludable
Estos cuatro dominios se miden mediante 22 indicadores de carácter objetivo, aunque cada uno de ellos tiene un peso específico. Así, el empleo y la participación social suponen un 35% cada uno, la vida independiente un 10% y las capacidades un 20%. (Consejo Estatal de Personas Mayores, 2017).
Referencias:
- Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad. Naciones Unidas,1991).
- Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002).
- II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento. Madrid. (OMS,2002).
- Concejo Estatal de la Personas Mayores. Madrid. (Inmserso, 2017).