Una persona asertiva es aquella que afirma o dar una opinión con certeza. Al mismo tiempo es una estrategia y un estilo de comunicación ubicado o interpuesto entre dos comportamientos extremos: la comunicación agresiva y la comunicación pasiva. Se dice que es un comportamiento comunicacional maduro en el que mantenemos nuestras opiniones y derechos pero siempre respetando al otro.
La asertividad se puede aprender emocionalmente como estrategia de comunicación o también refleja una autoconfianza o autoestima. Si nos comunicamos con asertividad nuestras expresiones son sencillas y directas, claras y conscientes y, sobretodo, equilibradas. Nuestro objetivo fundamental es expresar nuestras emociones y sentimientos respectando a nuestro/a interlocutor/a.
Veamos algunos ejemplos:
Situación 1.
Un paciente nos dice que se encuentra mejor y pide, en contra de la orden médica, que por favor le levantemos y le sentemos.
Le damos una de las siguientes respuestas:
Respuesta 1:
“- No es posible. Comprendo su interés por levantarse, pero no es lo indicado en la orden médica”. Es una comunicación asertiva, sería la correcta.
Respuesta 2:
“- No, no es lo indicado”. Comunicación agresiva.
Respuesta 3:
“- Bueno... no lo sé. Ya veremos lo que se puede hacer”. Pasiva.
Situación 2.
Estás hablando con un paciente y su compañero de habitación te está interrumpiendo constantemente. Al final, le das una respuesta a este último.
Respuesta 1:
“- ¡Cállate! ¿No ves que estoy hablando?” Agresiva.
Respuesta 2:
“- Sí, dime qué es lo que quieres”. Pasiva.
Respuesta 3:
“- Si no le importa, voy a terminar con este paciente y ahora le atiendo.” Asertiva, es la correcta.