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jueves, 15 de abril de 2010

Concepto de envejecimiento

Actualizada, diciembre 2019
Nacemos, crecemos, nos desarrollamos, envejecemos y morimos, formando todo ello un ciclo evolutivo cuyas etapas son infancia, adolescencia, juventud, edad adulta y envejecimiento que se interrelacionan influyendo los estadios anteriores en los siguientes. Existen tres tipos. El normal, el patológico y el activo.

1. Envejecimiento normal
El envejecimiento normal o primario es un proceso asociado a la edad que conlleva una disminución de la reserva funcional. Con otras palabras, se producen cambios biológicos, psicológicos y sociales que son inevitables (arrugas y manchas en la piel, menor adaptabilidad al estrés, cambios en el status y rol, etc). Debe diferenciarse del envejecimiento patológico, aunque a veces es muy difícil establecer la diferencia entre ambos. 
 
2. El envejecimiento patológico
El envejecimiento patológico o secundario, se refiere a los cambios que se producen como consecuencia de enfermedades, un estilo de vida con hábitos tóxicos, etc., y, que no forman parte del envejecimiento normal (por ejemplo, cataratas, enfermedad de Alzheimer, osteoporosis,…) y que, en algunos casos pueden prevenirse o son reversibles.

3. Características del envejecimiento

Universal. En el sentido que es propio de todos los seres vivos.
Progresivo e irreversible. A diferencia de las enfermedades, no puede detenerse ni es reversible.
Heterogéneo, individual y asincrónico. Cada especie tiene una velocidad característica de envejecimiento, pero la velocidad de declinación funcional varía enormemente de individuo a individuo, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Deletéreo. Lleva a una progresiva pérdida de la función. Se diferencia del proceso de crecimiento y desarrollo en que la finalidad de éste es alcanzar una madurez en la función.
 
4. El envejecimiento saludable
Es el envejecimiento que tendría lugar en las mejores condiciones posibles físicas, psicológicas y sociales, teniendo en cuenta los múltiples factores genéticos y ambientales que intervienen en el proceso de envejecimiento. Se caracteriza porque se producirían pocas pérdidas y baja probabilidad de incidencia de enfermedades.

Para que se produzca este tipo de envejecimiento es imprescindible que desde la juventud se favorezca la promoción de la salud tanto física como psicológica, un estilo de vida saludable, sin hábitos tóxicos, con ejercicio físico y una dieta equilibrada, entrenamiento de las capacidades cognitivas, con relaciones interpersonales que favorezca la salud emocional, con una vida sentimental y sexual satisfactoria, etc. Todo esto hace que tengamos una buena calidad de vida con buenas condiciones físicas, psicológicas y sociales, experimentando por tanto, un envejecimiento óptimo, satisfactorio, exitoso o saludable. Evidentemente este sería el envejecimiento que todos deseamos.

5. Envejecimiento activo
En la II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en el 2002 en Madrid, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó un marco político que pretendía promover la salud y el envejecimiento activo. Su objetivo principal era hacer de la vejez una experiencia positiva.

El concepto “Envejecimiento Activo” lo propuso la OMS a finales de los años 90 para sustituir el concepto de “envejecimiento saludable”. Lo definió como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (OMS, 2002).

El Envejecimiento Activo fomenta procesos de envejecimiento socialmente activos y no sólo personalmente activos.

El término “activo” hace referencia a una participación continua en las dimensiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, y no sólo a la capacidad para estar físicamente activo. Tiene dos objetivos fundamentales:
  • Ampliar la esperanza de vida saludable.
  • Y la calidad de vida, mientras se envejece, incluyendo personas frágiles, con discapacidad o que necesiten asistencia.
Asi pués, el concepto de envejecimiento activo va más allá del cuidado de la propia salud. Hace referencia a la participación en la sociedad fomentando la motivación personal, aprovechando la singularidad de cada persona. Por esta razón, deben formularse en clave participativa, integral, flexible, de calidad, evaluable, sostenible e innovadora. La Asamblea General de las Naciones Unidas ( 1991), aprobó unos principios (resolución 46/91) a favor de las personas de mayores que son:
  • Independencia
  • Dignidad
  • Autorrealización
  • Cuidado
  • Participación
A raíz de estos principios de las Naciones Unidas, el envejecimiento activo se enmarca en tres pilares fundamentales, que son los siguientes (OMS, 2002):

5.1 Salud
El envejecimiento activo es un recurso fundamental para alcanzar el potencial de calidad de vida y significación en el ciclo vital, por lo que es aplicable a cualquier estado de salud y nivel de autonomía. La Organización Mundial de la Salud señala que “para fomentar el envejecimiento activo, es necesario que los sistemas sanitarios tengan una perspectiva del ciclo vital completo y se orienten a la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el acceso equitativo tanto a una atención primaria como a una asistencia de larga duración de calidad”.

5.2 Participación
Las personas mayores seguirán contribuyendo de forma productiva a la sociedad en actividades tanto remuneradas como sin remunerar, de acuerdo con sus derechos humanos básicos, capacidades, necesidades y preferencias.

5.3 Seguridad
Es necesario garantizar la protección, dignidad y asistencia en el caso de que ya no puedan mantenerse y protegerse. La seguridad es una conquista tanto social como individual, algo que compete al Estado y a la persona. Para lograr el objetivo del envejecimiento activo es necesario un trabajo intersectorial coordinado con medidas tanto desde el sector sanitario y social, como desde la educación, el empleo, la economía, etc. Todas las políticas deben apoyar la solidaridad intergeneracional y reducir las desigualdades de género dentro de la población de más edad.
 
A raíz del Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002) se marca un punto de inflexión en la toma de conciencia de los desafíos de un mundo que envejece. Se fomenta el movimiento del envejecimiento activo de todas las partes interesadas, se precisa apoyar los tres pilares de acción con el desarrollo de actividades e investigaciones y se insta a las agencias internacionales, países y regiones a trabajar en colaboración.

En 2012, en el marco del décimo aniversario de la II Asamblea Mundial de Envejecimiento y en el Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Intergeneracionalidad se creó el Índice de Envejecimiento Activo (Active Ageing Index- AAI). Su objetivo es contribuir con datos empíricos al desarrollo de políticas públicas para que no se orienten de forma exclusiva al bienestar de la persona mayor, sino que también cuente con posibles aportaciones a la economía y a la sociedad.

Presenta cuatro dimensiones:
  • Empleo
  • Actividad y participación social
  • Modo de vida autónomo, independiente y seguro
  • Y capacidad para un envejecimiento saludable
Estos cuatro dominios se miden mediante 22 indicadores de carácter objetivo, aunque cada uno de ellos tiene un peso específico. Así, el empleo y la participación social suponen un 35% cada uno, la vida independiente un 10% y las capacidades un 20%. (Consejo Estatal de Personas Mayores, 2017).
Referencias:
- Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad. Naciones Unidas,1991).
- Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002).
- II Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento. Madrid. (OMS,2002).
- Concejo Estatal de la Personas Mayores. Madrid. (Inmserso, 2017).