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martes, 13 de noviembre de 2012

Evolución del concepto de discapacidad

Es muy probable que a lo largo de nuestra vida tengamos algún tipo de discapacidad, ya sea transitoria o permanente, siendo muy pocas las personas que no la sufran. A esto hay que añadirle, el aumento de la población adulta mayor con su disminución de la reserva funcional y de los problemas de salud que aumentan en esta etapa de la vida. Aunque hay que dejar muy claro que el proceso de envejecimiento normal no significa, en modo alguno, situación de enfermedad ni de discapacidad. Pero también hay que dejar muy claro que todos en un momento de nuestra vida seremos personas con discapacidad transitoria o permanente.

El fenómeno de la discapacidad forma parte de la condición humana y sobre todo es compleja en su génesis, en su conceptualización y en los abordajes e intervenciones, que siempre, para que sean eficaces, han de ser multidimensional y adaptado al contexto social.
El concepto de la discapacidad ha evolucionado desde un modelo médico-biológico a un modelo bio-psico-social, pero que desde siempre se vio como una concepción animista y atávica, y en muchas ocasiones como un castigo divino. Aún hoy, no es raro oí decir algunos padres, si le nace un hijo con algún tipo de discapacidad: “Qué hemos hecho mal para merecer esto” o “Por qué a nosotros….?”.

Distintas épocas, distintos conceptos de discapacidad

1. Desde la Edad Antigua hasta el Renacimiento
En este contexto cultural y social impera una perspectiva mágico-religiosa. Se cree que los trastornos mentales, sensoriales y físicos son debidos a la intervención de poderes sobrehumanos que castigan o ponen a prueba a las personas por algún mal o pecado cometido.

En este contexto los chamanes, brujos y “sacerdotes” son los que poseen la capacidad de curar con invocaciones y magia o remedios como plantas, pócimas, etc. La actitud de la sociedad es de rechazo total.

2. Desde el Renacimiento hasta segunda mitad del s. XVIII
En este periodo se despoja a la discapacidad de ser un castigo divino y se piensa que se produce por accidentes naturales. Y se le aplica terapias médicas, igual que a otras enfermedades. Este modelo deja de ser mágico y religioso para pasar a ser técnico y secularizado.

Por otro lado se crean manicomios donde se intenta la rehabilitación con el objetivo de la reinserción social. La actitud de la sociedad es alejar a las personas discapacitadas y se producen internamientos masivos, donde da como resultado que la acciones terapéuticas son sustituidas por custodiar al interno cronificando aún más los problemas de salud..


3. Desde finales del s. XIX y primera mitad del s. XXEn esta etapa el modelo para la discapacidad es el médico-asistencial. Se explican muchos trastornos físicos en sus aspectos bioquímicos, traumáticos o de nacimientos. También en las discapacidades psíquicas se ahonda en el aprendizaje o socialización infantil. Hay atención educativa y asistencial. Se crean centros especiales e interviene el Estado.

La actitud social es estigmatizadora donde una política paternalista refuerza la dependencia de la persona discapacitada de las instituciones. Aparecen nuevas formas de discriminación fundamentalmente en lo laboral.

4. Segunda mitad del s. XX
En esta etapa que coincide con la creación de la OMS se advierte que la dimensión social es la que crea la verdadera discapacidad. La prevención, rehabilitación e inserción comunitaria son los objetivos. En cuanto, a la intervención se crean centros de salud y servicios comunitarios. Se defiende la inclusión y normalización escolar y laboral con el soporte que sea necesario.

En lo social aparece un movimiento asociativo. Las personas con discapacidad y sus familiares constituyen asociaciones cuya finalidad es las defensas de los derechos de las personas con discapacidad.

5. Inicio del s. XXI
En el 2001, la OMS establece la 2ª Clasificación Internacional, la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Salud (CIF), en la que propone la siguiente definición de discapacidad: “Término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un individuo con una condición de salud) y sus factores contextuales (factores ambientales y personales)”.


Resumiendo, hemos pasado del modelo clásico médico-biológico de discapacidad:
Con la 2ª Clasificación Internacional de la OMS desaparece el concepto de Minusvalía.

El modelo actual de la discapacidad, el modelo bio-psico-social:

Como vemos pasamos de una concepción estática de la discapacidad, en la que solo se tenía en cuenta la salud, a un modelo dinámico en el que se aprecia que los factores contextuales pueden incidir positiva o negativamente, es decir lo social es determinante en la discapacidad.

Si los factores sociales son importantes, es obvio que los países con contextos culturales diversos tendrán perspectivas distintos sobre la discapacidad, variando también el compromiso del Estado, las políticas y las leyes y el compromiso social.


Fuentes:
  1. Naciones Unidads. Convención Internacional Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 2006. 
  2. INSERSO. Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías. Madrid. 
  3. OMS. Clasificación Internacional del Funcionamiento, las Discapacidades y la Salud. 1986
  4. Ginebra. 2001 C. Cáceres. Sobre el concepto de discapacidad. Una revisión de las propuestas de la OMS. [enlínea]. Auditio: Revista electrónica de audiología. 1 Noviembre 2004, vol. 2(3), pp. 74-77.auditio.com/revista/pdf/vol2/3/020304.pdf>