}}
Mostrando entradas con la etiqueta Prevención del Alzheimer. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Prevención del Alzheimer. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de octubre de 2021

Prevención del Alzheimer

Se estima que adoptando unos hábitos de vida saludables se podrían prevenir casi uno de cada tres casos.
El Alzheimer es la causa de alrededor del 70 por ciento de todas las demencias. Se caracteriza por un deterioro cognitivo importante, con pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación temporal y espacial, dificultades para la planificación y realización de tareas o la resolución de problemas. Además, suele haber cambios en el comportamiento y la personalidad.
Conforme evoluciona la enfermedad, la persona tendrá problemas para realizar las actividades de la vida diaria. Cada vez será más dependiente, necesitando ayuda y cuidados continuados.

Las lesiones neurodegenerativas
A nivel cerebral se produce lesiones muy características: la
acumulación de placas de proteína beta-amiloide y de
ovillos neurofibrilares de proteína Tau. Además, junto a estas
lesiones típicas de la enfermedad Alzheimer, en muchos pacientes se pueden observar lesiones vasculares que muy probablemente también contribuyen a los síntomas clínicos de demencia.

En la actualidad, no existe tratamiento curativo para esta enfermedad, pero si que podemos actuar en los factores de riesgos relacionados con la enfermedad de Alzheimer.

Los factores de riesgos
Los factores de riesgo relacionados con la enfermedad de Alzheimer son de dos tipos: no modificables y modificables.

Los factores de riesgo no modificables que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer son, principalmente, la edad y la genética.

La edad es el principal factor de riesgo para padecer Alzheimer, pero su desarrollo no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.

En cuanto, a la genética, es importante saber que el Alzheimer no es una enfermedad hereditaria, no está genéticamente determinada. Sólo el 1%, puede atribuirse directamente a la genética. En el resto de casos, el 99%, hay ciertos genes que pueden conferir una mayor vulnerabilidad para desarrollar la enfermedad, pero, en sí mismos, no son determinantes. Este efecto genético, está condicionado y modulado por los factores de riesgo modificables.


Factores de riesgo modificables:
  • Adecuada alimentación y nutrición
  • Incorporar ejercicios y actividades físicas
  • Actividad cognitiva, bienestar emocional, relación social
  • Hábitos saludables (eliminar tabaco, alcohol,..)
  • Descanso y sueño adecuados
  • Control de la salud (TA, diabetes, colesterol, obesidad,..)
En estos factores que están relacionados con la salud cardiovascular y el estilo de vida, es donde podemos incidir para prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Por otra parte, sin investigación no hay curación ni prevención posible:
  • Los estudios de cohortes
  • Las técnicas de neuroimagen
  • La investigación en biomarcadores
  • Los ensayos clínicos de fármacos preventivos
Sabemos, por numerosos estudios que la enfermedad de Alzheimer, tiene una larga fase Preclínica, hasta 20 años, donde no se manifiesta la enfermedad. Cuando aparecen los primeros síntomas, el daño cerebral ya es irreversible. De ahí la importancia de estos estudios que irían a conocer que ocurre en esta etapa preclínica de la enfermedad.
  1. Miranda A, Gómez-Gaete C, Mennickent S. Dieta mediterránea y sus efectos benéficos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer [Role of Mediterranean diet on the prevention of Alzheimer disease]. Rev Med Chil. 2017;145(4):501-507. doi:10.4067/S0034-98872017000400010
  2. Bermejo-Pareja F, Llamas-Velasco S, Villarejo-Galende A. Alzheimer's disease prevention: A way forward. Prevención de la enfermedad de Alzheimer: un camino a seguir. Rev Clin Esp (Barc). 2016;216(9):495-503. doi:10.1016/j.rce.2016.05.010
  3. Bermejo-Pareja F, Llamas-Velasco S, Villarejo-Galende A. Alzheimer's disease prevention: A way forward. Prevención de la enfermedad de Alzheimer: un camino a seguir. Rev Clin Esp (Barc). 2016;216(9):495-503. doi:10.1016/j.rce.2016.05.010