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jueves, 27 de febrero de 2020

Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025.


A. El impacto de la demencia

1. Datos y cifras
La demencia es un síndrome, crónico o progresivo, que afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo y la capacidad de aprendizaje. A perte del deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el trastornos del control, el comportamiento social o la motivación.

Aunque no conocemos la causa de la demencia, si sabemos los factores de riesgos y las enfermedades y lesiones que afectan al cerebro que pueden desembocar de forma primaria o secundaria, en una demencia, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico, social y económico.

Conviene resaltar los siguientes datos:

  • La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
  • La demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
  • El número de personas con demencia está aumentando rápidamente.
  • La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.
  • La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.
  • La mayoría de los cuidadores de personas con demencia son familiares.
2. Formas más comunes de demencia
Las formas de la demencia son múltiples y diversas. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos. Otras formas frecuentes son la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy (agregados anormales de proteínas en el interior de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que pueden contribuir a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los límites entre las distintas formas de demencia son difusos y frecuentemente coexisten formas mixtas.

2. Frecuencia de demencia
La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60% viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos.

Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un determinado momento.

Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más.

3. Factores de riesgo y prevención
Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, no afecta exclusivamente a personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65 años) representa hasta un 9% de los casos.

Los estudios demuestran que se puede reducir el riesgo de padecer demencia haciendo ejercicio con regularidad, no fumando, evitando el uso nocivo del alcohol, controlando el peso, tomando una alimentación saludable y manteniendo una tensión arterial y unas concentraciones sanguíneas adecuadas de colesterol y glucosa, es decir, llevando un estilo de vida saludable. En definitiva, todo lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Por tanto, reduce el riesgo de padecer demencia. Otros factores de riesgo potencialmente modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva.

4. Impactos sociales y económicos
La demencia tiene importantes repercusiones a nivel social y económico. Según la revisión de algunos estudios, el análisis diferencia entre costes directos (el coste de la atención médica y la asistencia social pagada), indirectos (como el cuidado informal y la reducción de la productividad de los cuidadores que no pueden trabajar) y los costes intangibles, incluyendo la reducción de la calidad de vida que experimentan tanto las personas con demencia como sus cuidadores.

Actualmente, a nivel mundial, se estima que la demencia cuesta cada año 1 billón de dólares en todo el mundo, mientras que para la economía de los Estados Unidos supone unos 290.000 millones de dólares anuales, y, para el Reindo Unido, 26.000 millones de libras.

Según estimaciones actuales, sitúan el coste de las demencias en España en unos 60 millones de euros diarios, con un coste total anual de 20.800 millones de euros y unos 24.184 euros por persona afectada al año.

Así pues, el Alzheimer, y las demencias en general, se encuentran entre las enfermedades de más impacto económico, aun sin tener en cuenta todos los costes ocultos que los estudios resaltan.

Impacto en las familias y los cuidadores
La demencia tiene un efecto devastador en las familias de las personas afectadas y sus cuidadores. A menudo surgen presiones físicas, emocionales y económicas que pueden causar mucho estrés a las familias y cuidadores, que necesitan recibir apoyo por parte de los servicios sanitarios, sociales, financieros y jurídicos adecuados.

5. Derechos humanos
Con frecuencia a las personas que padecen demencia se les deniegan libertades y derechos básicos de los que las demás personas disfrutan sin problema. En muchos países, el uso de medios de inmovilización o contención tanto físicos como químicos es habitual en las resisdencias personas mayores o en los servicios de cuidados intensivos, aunque haya en vigor normativas que defienden el derecho de las personas a ver preservada su libertad y tomar sus propias decisiones.

Hace falta un marco legislativo apropiado y favorable basado en normas de derechos humanos internacionalmente aceptadas para garantizar la máxima calidad en la prestación de servicios a las personas con demencia y sus cuidadores.

B. Respuesta de la OMS a la demencia

La OMS ha elaborado un Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025.

La OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la Asamblea Mundial de la Salud respaldó el Plan. Este plan es un marco integral de referencia para las instancias normativas; los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la OMS en las siguientes esferas:
  • La evaluación de la demencia como prioridad para la salud pública.
  • La concienciación y la puesta en marcha de iniciativas para satisfacer las necesidades de las personas afectadas.
  • La reducción de riesgos.
  • El diagnóstico, el tratamiento y la atención.
  • Los sistemas de información.
  • El apoyo a los cuidadores.
  • Y la investigación y la innovación.
Se ha creado para los planificadores de políticas y los investigadores una plataforma internacional de vigilancia, el Observatorio Mundial de las Demencias, que facilitará el seguimiento y el intercambio de información sobre las políticas relacionadas con la demencia, la prestación de servicios, la epidemiología y la investigación.

El documento Towards a dementia plan: a WHO guide («Hacia un plan sobre la demencia: una guía de la OMS») proporciona orientaciones a los Estados Miembros para establecer y aplicar un plan sobre esta enfermedad. Está muy relacionado con el Observatorio Mundial de la Demencia de la OMS y proporciona varias herramientas, como una lista de verificación para preparar, elaborar y aplicar un plan sobre la demencia. Además, se puede utilizar para conocer cuáles son las partes interesadas y para establecer prioridades.

Las Directrices de la OMS para la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y de demencia ofrecen recomendaciones basadas en datos científicos sobre intervenciones que reducen los factores de riesgo modificables de la demencia, como el sedentarismo y las dietas no saludables, así como sobre problemas de salud relacionados con la demencia, como la hipertensión y la diabetes.

La demencia es una de las enfermedades prioritarias del Programa de Acción Mundial para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP, por sus siglas en inglés), un instrumento que pueden utilizar los médicos de cabecera, sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos, para atender directamente a las personas con trastornos mentales, neurológicos o relacionados con el uso de sustancias.

La OMS ha creado iSupport, una solución de cibersalud que ofrece información y capacitación a los cuidadores de las personas con demencia. iSupport ya se utiliza en varios países.

Fuentes:
- OMS. (2017). Demencia y plan de acción mundial de salud pública. Ginebra.
   https://www.who.int /mental_health/neurology/dementia /infographic_dementia/es/#
- Naciones Unidas. (2019).World Population Prospects 2019. New York, EEUU.                           https://population.un.org/wpp/


























martes, 17 de diciembre de 2019

Perspectivas de la Población Mundial 2019

Según la ONU, para el 2050, se espera que la población mundial alcance la cifra de 9.700 millones de personas y 11.200 millones para el 2100.

Este crecimiento poblacional variará según las regiones y más experimentaan una una disminución de su población. Se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, de 7.700 millones en la actualidad a 9.700 millones en 2050, según un nuevo informe de Naciones Unidas publicado el 17 de junio de 2019.

El informe ofrece una visión global de las tendencias y perspectivas demográficas mundiales. El estudio concluyó que la población mundial podría alcanzar su punto máximo a fines del siglo actual, con un nivel de casi 11.000millones de personas. El informe también confirmó que la población mundial está envejeciendo debido al aumento de la esperanza de vida al nacer y la disminución de los niveles de fecundidad, y que el número de países que experimentan una reducción en el tamaño de su población está creciendo.

Los cambios resultantes en el tamaño, la composición y la distribución de la población mundial tienen consecuencias importantes para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), acordados a nivel mundial para alcanzar mejoras en la prosperidad económica, el bienestar social y proteger el medio ambiente.

La población mundial sigue aumentando, pero las tasas de crecimiento varían significativamente según las distintas regiones. Las nuevas proyecciones de población indican que nueve países representarán más de la mitad del crecimiento proyectado de la población mundial entre el presente y el año 2050: India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Etiopía, República Unida de Tanzania, Indonesia, Egipto y los Estados Unidos de América (en orden decreciente del aumento esperado).

Se proyecta que India superará a China como el país más poblado del mundo alrededor de 2027.

Se espera que la población de África Subsahariana se duplique para 2050 (con un crecimiento de 99%.

Las regiones que experimentarían las menores tasas de crecimiento poblacional entre 2019 y 2050 son: Oceanía, excluyendo Australia y Nueva Zelandia (56%), África septentrional y Asia occidental (46%), Australia y Nueva Zelandia (28%), Asia central y meridional (25%), América Latina y el Caribe (18%), Asia oriental y sudoriental (3%) y Europa y América del Norte (2%).

Se prevé que la tasa global de fecundidad, que bajó de 3,2 nacimientos por mujer en 1990 a 2,5 en 2019, disminuya aún más, alcanzando 2,2 nacimientos por mujer en 2050. En 2019, la fecundidad promedio permanece por encima de 2,1 nacimientos por mujer durante su curso de vida en África Subsahariana (4,6 nacimientos por mujer), Oceanía excluyendo Australia y Nueva Zelandia (3,4), África septentrional y Asia occidental (2,9), y Asia central y meridional (2,4).

Suponiendo ausencia de migración, se necesita un nivel de fecundidad de 2,1 nacimientos por mujer a lo largo de su vida para asegurar el reemplazo generacional y evitar reducciones de población a largo plazo).

El Sr. Liu Zhenmin, Secretario General Adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, dijo que el informe ofrece una hoja de ruta que indica hacia dónde orientar la acción y las intervenciones. “Muchas de las poblaciones de más rápido crecimiento se encuentran en los países más pobres, donde el crecimiento de la población presenta desafíos adicionales en el esfuerzo para erradicar la pobreza, lograr una mayor igualdad, combatir el hambre y la desnutrición, y fortalecer la cobertura y la calidad de los sistemas de salud y educación para no dejar a nadie atrás”.

El crecimiento de la población en edad de trabajar crea oportunidades para el crecimiento económico. En la mayor parte de África Subsahariana, y en partes de Asia y América Latina y el Caribe, el descenso reciente de la fecundidad ha provocado que la población en edad de trabajar (25-64 años) crezca más rápido que la de otras edades, lo que, gracias a una distribución favorable de la población por edades, crea oportunidades para acelerar el crecimiento económico. Para beneficiarse de este “dividendo demográfico”, los gobiernos deben invertir en educación y salud, especialmente para los jóvenes, y crear las condiciones propicias para el crecimiento económico sostenido.

En los países más pobres las personas viven 7 años menos que el promedio mundial. Globalmente, se espera que la esperanza de vida al nacer, que aumentó de 64,2 años en 1990 a 72,6 años en 2019, aumente aún más, alcanzando los 77,1 años en 2050. Si bien se ha logrado un progreso considerable en la disminución de las diferencias de longevidad entre países, continúan existiendobrechas considerables.

En 2019, la esperanza de vida al nacer en los países menos desarrollados se sitúa 7,4 años por debajo del promedio mundial, debido en gran parte a que los niveles de mortalidad en la niñez y materna permanecen altos, así como a la violencia, los conflictos y el impacto persistente de la epidemia del VIH.

La población mundial está envejeciendo, al tiempo que el grupo de edad de 65 años o más es el que crece más rápidamente. Para 2050, una de cada seis personas en el mundo (16% de la población) tendrá más de 65 años, en comparación con una de cada 11 en 2019 (9%).

Se proyecta que la proporción de la población de 65 años y más se duplicará entre 2019 y 2050 en África septentrional y Asia occidental, Asia central y meridional, Asia oriental y sudoriental, y América Latina y el Caribe. Para 2050, una de cada cuatro personas viviendo en Europa y América del Norte podría tener 65 años y más.

En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más a nivel mundial superaron en número a los niños menores de cinco años. Se proyecta que el número de personas de 80 años o más se triplicará, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.

El descenso en la proporción de población en edad de trabajar está ejerciendo presión sobre los sistemas de protección social. La relación de apoyo potencial, que compara el número de personas en edad de trabajar con los mayores de 65 años, está disminuyendo en todo el mundo. En Japón esta razón es de 1,8, la más baja del mundo. Otros 29 países, principalmente en Europa y en el Caribe, ya tienen relaciones de apoyo potencial inferiores a tres. Para 2050, se espera que 48 países, principalmente en Europa, América del Norte y Asia oriental y sudoriental, tengan razones elaciones de apoyo potencial por debajo de dos. Estos valores bajos señalan el impacto potencial del envejecimiento demográfico sobre el mercado laboral y el desempeño económico, así como las presiones fiscales que muchos países enfrentarán en las próximas décadas buscando desarrollar y mantener sistemas públicos de atención médica, de pensiones y protección social para las personas mayores.

Un número creciente de países experimenta una reducción en el tamaño de su población. Desde 2010, 27 países o áreas han experimentado una reducción de 1% o más en el tamaño de sus poblaciones. Esta caída es causada por la persistencia de bajos niveles de fecundidad. En algunos lugares, el impacto de la baja fecundidad en el tamaño de la población se ve reforzado por las altas tasas de emigración. Entre 2019 y 2050, se proyecta que en 55 países o áreas la población disminuirá un 1% o más; en 26 de esos países la caída será de al menos el 10%. En China, por ejemplo, se proyecta que la población disminuirá en 31,4 millones, o alrededor del 2,2 %, entre 2019 y 2050.La migración se ha convertido en un componente importante del cambio poblacional en algunos países.

Entre 2010 y 2020, se estima que la inmigración neta en 14 países o áreas será de más de un millón de personas, mientras que en 10 países habrá una emigración neta de magnitud similar. Algunos de los flujos migratorios de mayor envergadura están impulsados por la demanda de trabajadores migrantes (casos de Bangladesh, Nepal y Filipinas) o por violencia, inseguridad y conflicto armado (por ejemplo, en Myanmar y Siria y Venezuela). Bielorrusia, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, Japón, la Federación Rusa, Serbia y Ucrania experimentarán un influjo neto de migrantes a lo largo de la década, contribuyendo a compensar las pérdidas de población causadas por un exceso de muertes por sobre los nacimientos. 

Según John Wilmoth, Director de la División de Población de las Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, “Estos datos constituyen un elemento crucial de la base empírica necesaria para monitorear el progreso global hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030”. “Más de un tercio de los indicadores aprobados para ser usados como parte del monitoreo global de los ODS se basan en datos de Perspectivas de la Población Mundial”, agregó.
 
El informe Perspectivas de la Población Mundial 2019: Aspectos Destacados presenta los principales resultados de la vigésimo sexta ronda de las estimaciones y proyecciones de la población mundial de la ONU. El informe incluye estimaciones de población actualizadas desde 1950 hasta el presente para 235 países o áreas, a partir del análisis detallado de la información disponible sobre las tendencias históricas de las variables demográficas. Esta evaluación utiliza los resultados de 1.690 censos nacionales de población llevados a cabo entre 1950 y 2018, así como información proveniente de sistemas de estadísticas vitales y de 2.700 encuestas con muestras representativas a nivel nacional. La revisión 2019 también presenta proyecciones de población desde el presente hasta el 2100, y muestra una serie de resultados posibles o plausibles a nivel mundial, regional y nacional.

Fuente:

Naciones Unidas. (2019).World Population Prospects 2019. New York, EEUU. https://population.un.org/wpp/