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domingo, 17 de octubre de 2021

Edadismo y sexualidad en personas mayores

Entorno a las personas mayores y el proceso de envejecimiento existen muchos esteriotipos y prejuicios que constituyen verdaderos edadismos. Esto empeora cuando nos referimos a la sexualidad. Y es que existen muchos mitos que niegan la sexualidad a los hombres y las mujeres mayores. 


Lo que piensa la sociedad es que: "El amor y el sexo es cosa de jovenes". 

Esta descriminación empieza por la propia familia, las instituciones, los medios de comunicación social y la sociedad en general, que niegan no sólo la expresión de la sexualidad y la afectividad en las personas mayores, sino la capacidad de una respuesta sexual satisfactoria.

Vivimos en una sociedad, en que todo lo bueno esta ligado a la juventud, parecer joven es una prioridad que alimentan los medios de comunicación y la publicidad. Hay que perecer joven a toda costa, porque se considera que lo bello y lo productivo va ligado a la juventud. Y a las personas mayores se le consideras frágiles y débiles (vulnerables), sin atractivo físico y personal, sin capacidad sexual. La sociedad siempre ha intentado, negar su sexualidad. Y esto empeora en el caso de la mujer mayor, pero no hay que permitir que estas actitudes sociales, mitos, estereotipos y creencias religiosas, incluso refranes populares, impidan el desarrollo con normalidad de la sexualidad en esta etapa de la vida.

Afortunadamente, no todas las personas tienen la misma imagen de las personas mayores y poco a poco esto va cambiando. La información y educación sexual de los más jóvenes tiene importancia capital, porque solo, desde un conocimiento verdadero de la sexualidad, como puede cambiar estas actitudes.

En este sentido, ha sido la gerontología y geriatría, las que están contribuyendo de manera fundamental en las erradicación de estos esteriotipos.

Podríamos hacer un listados de los mitos y prejuicios que se han transmitidos de generación en generación, que son transmitidos pos los adultos y aprendidos por los más jovenes, que considera las personas mayores sin atractivo ni capacidad física para tener relaciones sexuales normales. Entre las falsedades entorno a la sexualidad de los mayores hay que destacar:



1. Las personas mayores pierde el interés por el sexo.

Falso. La sexualidad nace con la persona, y solo se acaba al final de nuestra vida. Forma parte de nuestra personalidad y de nuestra esencia como persona. El interés perdura siempre. Cierto que la actividad sexual puede estar condicionada por la salud o por la existencia de una pareja activa. Se trata de mantener una relación afectiva basada en el cariño y gozar de nuestra capacidad sexual y no de tener una sexualidad como en la juventud.

2. La sexualidad se va agotando con el paso de los años.

Falso. Los impulsos sexuales se mantienen toda la vida. No cabe duda que la capacidad sexual cambia con el proceso de envejecimiento. Y en general, la respuesta sexual suele ser más lenta, pero no desaparece, solo necesecita adaptación y buscar los estimulos adecuados.

3. Que la practica sexual no es buena para las personas mayores.

Falso. Las relación sexual en las personas mayores, igual que en cualquier etapa de la vida, proporcionan bienestar emocional y físico. Contribuye a la eliminación del dolor, aumenta la autoestima y la calidad del sueño. Mantiene la relación social alejando la soledad y preveniendo la ansiedad y la deperesión.

4. Las personas mayores no necesita tener sexo.

Falso. Igual que en cualquier edad, necesitan tener pareja. Aunque prioricen la comapañía y el afecto mutuo. Somos seres emocionales, y nos podemos enamorar a cualquier edad, aunque la pasión sea distinta.

Bibliografía
  1. OMS (2021). Informe Mundial sobre el edadismo 2021. https://www.who.int/es/teams/social-determinants-of-health/demographic-change-and-healthy-ageing/combatting-ageism/global-report-on-ageismNo
  2. SEGG (2021) Guía de la SEGG para los medios de comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de los mayores 2021.  https://www.segg.es/media/descargas/5GUIASEGGPARAMEDIOS.pdf
  3. LOSADA BALTAR, Andrés (2004).”Edadismo: consecuencias de los estereotipos, del prejuicio y la discriminación en la atención a las personas mayores. Algunas pautas para la intervención”. Madrid, Portal Mayores, Informes Portal Mayores, nº 14. [Fecha de publicación: 28/02/2004]. 
  4. @Misc{BVMC:601889,title = {La vejez: entre la burla y la valoración social. Una visión desde el refranero},url = {http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc5q6p6}}


jueves, 14 de octubre de 2021

Edadismo y leguaje

El edadismo, un término que comprende los estereotipos, los prejuicios y la discriminación que ejercen unas personas sobre otras por su edad. Esta dinámica de exclusión afecta tanto a los mayores como a los jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que esta discriminación está cada vez más extendida: una de cada dos personas en el mundo es edadista contra las personas mayores, según el Informe mundial sobre el edadismo (OMS, 2021).


Términos como "nuestros mayores", anuncios de cremas “antienvejecimiento". Mayores aislados durante la pandemia Covid-19, son diferente formas de edadismo.

Los medios de comunicación, los públicos también, utilizan un lenguaje edadista sobre las personas mayores, que durante los meses más duro de la pandemia por Covid-19, se puso de manifiesto con más intensidad que nunca.


Numerosos filósofos del lenguaje afirman que las palabras son capaces de configurar nuestros pensamientos. En este sentido, Wittgenstein nos recuerda que el significado de las palabras depende de su uso y de cómo se aplique en cada caso. Grice afirma que somos los hablantes los que damos significados a las palabras a partir del concepto de intención comunicativa. Lo que significan las palabras es lo que nosotros queramos que signifiquen y este significado depende siempre de la intención que pone en comunicante.


Entonces ¿Por qué? Palabras como "viejo", "anciano", "frajil", "dependiente", "vulnerable",... Expresiones como "nuestros mayores", "nuestros ancianos" "anciano enfermo", "anciano fragil", "nuestros abuelos", "residencias de ancianos" , "centros geriátricos... y Frases como "se ha incendiado un piso donde vivían dos personas, una anciana de 87 y un anciano 93, años respectivamente.", "Por primera vez un anciano de 90 años sube al Everest ",... Son edadistas.


Porque en nuestra cultura asociamos a las mismas un significado peyorativo relacionado con lo viejo, lo inútil, lo inservible, la incapacidad, la fragilidad, la indefensión, la incapacidad o la dependencia. Todas estas palabras y expresiones fomentan las actitudes paternalistas, la desigualdad, la discriminación  y la infantilización de las personas mayores quitándole su heterogeneidad, su valía y capacidad. La utilización de este tipo de lenguaje acaba en una visón vulnerable, condescendiente  y paternalista por la edad. 

"El lenguaje tiene una influencia determinante en conductas y creencias sociales. Por eso, es importante la comunicación de estas informaciones con los términos adecuados, reales y no estereotipados. Por ejemplo, es más positivo el término Personas Mayores (que además es una denominación inclusiva). No son recomendables los términos ancianos/as, viejos/as o abuelos/as y mucho menos sus diminutivos (ancianitos/as, viejecitos/as o abuelitos/as). Ni todos las personas mayores son abuelos/as, ni todos los abuelos/as son personas mayores. Si se les pregunta a ellas, es frecuente que contesten que no les gusta el término Nuestros Mayores que indica posesión o paternalismo. Son preferibles las fórmulas “Personas Mayores” o “Adultos Mayores” de nuestra sociedad" (Guía de la SEGG para los medios de comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de los mayores, 2021).

En mi opinión, no sólo tenemos que usar un lenguaje no edadista, sino cambiar la actitud y la imagen que tenemos de las personas mayores. Si seguimos pensando que una personal mayor, no puede hacer, pensar o sentir ciertas "cosas" por razón de edad no avanzaremos. Si seguimos pensando, que si se enamora "es un viejo verde", que si sale a una hora determinada "a dónde irá estas horas", que si lo roba es porque es vulnerable,.. no habremos cambiados nada.

Bibliografía:
  1. OMS (2021). Informe Mundial sobre el edadismo 2021. https://www.who.int/es/teams/social-determinants-of-health/demographic-change-and-healthy-ageing/combatting-ageism/global-report-on-ageismNo
  2. SEGG (2021) Guía de la SEGG para los medios de comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de los mayores 2021.  https://www.segg.es/media/descargas/5GUIASEGGPARAMEDIOS.pdf
  3. LOSADA BALTAR, Andrés (2004).”Edadismo: consecuencias de los estereotipos, del prejuicio y la discriminación en la atención a las personas mayores. Algunas pautas para la intervención”. Madrid, Portal Mayores, Informes Portal Mayores, nº 14. [Fecha de publicación: 28/02/2004]. 

martes, 28 de septiembre de 2021

Las personas mayores son diversas

La heterogeneidad de las personas mayores
Los datos del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que en España hay 47.344.649 personas, de los cuales, 9.307.571 son personas mayores de 65 años que representan el 19,7 por ciento de la población. Los mayores de 80 y 90 años son el 6,09 y 1,22 por ciento respectivamente. Y el 0,03 por ciento son centenarios.

Si bien es cierto que la pandemia ha provocado el primer descenso de la población de los últimos cuatro años, con 106.146 personas menos en 2020, los mayores de 65 años no ha dejado de crecer. Las cifras reflejan con claridad que, a pesar del exceso de mortalidad causado por la Covid y de la especial incidencia de la enfermedad sobre las personas mayores, la estructura de la pirámide de población no varía porque el fenómeno del envejecimiento es más potente estadísticamente que la pandemia.

El envejecimiento es un proceso fisiológico progresivo, universal e irreversible. Determinado por factores genéticos, psicológicos y sociales, condicionado decisivamente por factores externos como la alimentación, los hábitos tóxicos, la falta de ejercicio, enfermedades crónicas, entre otros. Es decir, es un proceso multifactorial, que además es heterogéneo, individual y asincrónico. Cada especie tiene una velocidad característica de envejecimiento, pero la velocidad de declinación funcional varía enormemente de individuo a individuo, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Así, no todos envejecemos igual, es como si el tiempo pasara de manera diferente para cada uno de nosotros. Hay personas de edades avanzadas que parecen más jóvenes, en su comportamiento o en su aspecto, o en ambos a la vez. Y, por el contrario, conocemos a personas que aparentan todo lo contario.

La esperanza de vida no aumenta sólo al nacer. Las personas que llegan a los 65 años también continúan viviendo cada vez más años. Un equipo formado por investigadores del Instituto Nacional de Estadística (INE), del Instituto de Salud Carlos III y del departamento de Población (CSIC) ha estudiado el tiempo que le queda por vivir a las personas, según su edad y sexo, con las actuales condiciones de mortalidad. El resultado es que a partir de los 65 años hay probabilidades de vivir 10, 20 o 30 años más.

El envejecimiento normal no condiciona la capacidad funcional y la salud de las personas mayores, sino los distintos factores que influyen en él, incluido las enfermedades crónicas. Es lo que se conoce como envejecimiento patológico.

No hay una edad cronológica determinada que convierta a una persona, en una persona mayor. Tradicionalmente, la edad de 65 años se considera como el comienzo de la vejez. Pero el motivo de esta consideración no se fundamenta en la biología, sino en aspectos sociohistóricos.

Cada persona mayor es el resultado de la interacción de una dimensión biológica, psicológica, social y espiritual. Precisamente de esta interacción nace la complejidad y genera la heterogeneidad.

Decir que una persona es mayor a partir de los 65 años, ha quedado desfasado. Es evidente, que no se pueden considerar como iguales una persona de 65 con otra de 80 o 90 años. Pertenecen grupos distintos que han vividos acontecimientos históricos diversos.

A día de hoy, para los expertos, la definición de que el mayor es una persona de 65 años o más, está obsoleta. "No hay una persona mayor típica". Es necesario redefinir este concepto, porque no importa si la persona tiene 65 años o más, lo importante es que está en una etapa vital que se prolongará muchos años y en unas condiciones físicas y psíquicas que le permiten asumir roles y actividades prácticamente iguales a otros grupos etarios.

La manera de informar de las personas mayores
Como vemos las personas mayores forman un grupo muy heterogéneo, siendo más diversos que cualquier otro grupo de edad, y sin embargo, se las considera a todas iguales y con una imagen generalmente negativa.

Por otra parte, las personas mayores son vistas más como receptoras de todo tipo de ayuda, cuidados y apoyo económico, que como cuidadoras de otras personas y donantes de su tiempo, conocimientos, apoyo emocional, material y económico a la familia y a la sociedad.

Hay que trasmitir, porque es una evidencia, que la mayoría de las personas con 60, 70, 80 o muchos más, pueden llevar una vida plena y activa que tiene mucho que aportar. Es una realidad totalmente distinta a la de una persona con dependencia física o deterioro cognitivo, independiente de su edad. En España el 69,81 por ciento de los mayores no tienen ningún tipo de dependencia, por tanto, son independiente. 

Sin embargo, los medios de comunicación transmiten a la sociedad, que las personas mayores constituyen un bloque uniforme y homogéneo, dependiente y vulnerable, cuando en realidad son de distintas generaciones, con costumbres y historias de vida muy distintos, con edades, creencias, conocimientos, orientación sexual, origen y costumbres muy diferentes.

Fuentes:
1.https://ec.europa.eu/eurostat/cache/digpub/ageing/
2. Naciones Unidas. (2019).World Population Prospects 2019. New York, EEUU. https://population.un.org/wpp/
3. Naciones Unidas. (2021). Día Internacional de las personas de edad 2021. New York, EEUU. https://www.un.org/es/observances/older-persons-day

martes, 7 de abril de 2020

En el Día Mundial de la Salud 2020

Desde 1948, cada 7 de abril, se conmemora la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 2020 es el Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería. 

Este  año el lema elegido es en apoyo del personal de enfermería, coincidiendo con el Año Internacional del Personal de Enfermería y Partería.

En estos días difíciles en los que nuestra salud y nustras vidas se ven amanazadas de muerte por el Covid-19, las enefermeras y enfermeros, junto con el resto de personal sanitario y no sanitario, luchan en primera línea para parar al virus. 

El personal de enfermería y partería, unos 28 millones, representa casi el 50% de los trabajadores sanitarios del mundo. El objetivo es poner de relieve el papel fundamental que desempeñan estos profesionales en la prestación de servicios de salud en todo el mundo, y a hacer un llamamiento para fortalecerlo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), quiere poner de releieve la importancia del personal de enfermería, marcando unos objetivos:

  • Generar una corriente de reconocimiento público de la labor que lleva a cabo personal de enfermería y de partería y del papel que desempeña en la prestación de servicios de salud.
  • Darle mayor visibilidad en el seno del personal de salud.
  • Fomentar los apoyos y las inversiones en pro de este personal.
Y ha propuesto, diferentes iniciativas para dar las Gracías a este personal, fundamental para mantener y mejorar la salud de todas las personas.
 
Es un sentimiento de estima, de reconocimiento y agradecimiento, que debemos mostrar siempre, hacia quien nos hace un bien o prestado un servicio.

En estos días difíciles, con miles de fallecidos. El hecho de salir a nuestros balcones a aplaudir a quienes están en primera línea, agradeciendo su abnegación y profesionalidad, no solamente da ánimo a estos profesionales, sino que nos sentimos reconfortados, y son momentos de alegría en el que todos nos aplaudimos.

Nuestra Esperanza nos es ciega, sabemos que todos de una u otra manera, trabajamos para ser felices.

 
Fuente:
- Organización Mundial de la Salud (OMS, WHO). 2020
- Naciones Unidades (ONU). 2019



sábado, 4 de abril de 2020

Los ingredientes de la felicidad

La alegría, la tristeza, la ira y el miedo son cuatro emociones básicas. Cada una tiene diversas manifestaciones, así la tristeza está relacionada con la amargura, la aflición, la pena..., la ira con la irritabilidad, el cólera, el furor..., el miedo con la incertidumbre, el pánico,..y la alegría se puede convertir en diversión, deleite, dicha, satisfacción,...

Nuestra salud mental y emocional depende de varios factores. De todos, hay cuatro, que si bien siempre son importante, ahora tienen mayor importancia, en la situación de confinamiento en la que nos encontramos. Me refiero:

Primero, la Alimentación, que debe ser completa, equilibrada, suficiente, variada, segura y adecuada a las características de la persona y a sus circunstancias, como la edad, el sexo, la constitución  corporal, la actividad física y la historia clínica de cada uno, así como los hábitos alimentarios, el estilo de vida, el lugar de residencia y la época del año. 

Debemos estar bien hidratados, bebiendo al menos, ocho vasos de agua al día.

Hay que tener mucho cuidados con los tóxicos, huir del tábaco y el alcohol, beber con mucha moderación y responsabilidad.

Segundo, la actividad física y ejercicios, adecuados, también, a nuestras circuntancias personales: edad, salud, enfermedad, estados fisiológicos. Al menos treinta minutos diarios. Los beneficios son muchos y buenos para nuestro organismo.

Tercero, las relaciones familaires y sociales, que a pesar del aislamiento físico y la distancia social, practicamos en estos días, a través de distintos medios. Las TIC (tecnologías de la información y comunicación) nos acerca a familaires y amigos.

Y, cuarto, el descanso y el sueño. No hay que confundir el descanso con la inactividad, se puedo está realizando una actividad y se puede estar descansando, aunque requiere tranquilidad, relajación libre de estrés emocional y de ansiedad. Cada persona entiende el descanso de manera diferente. Unos leen, otros hacen ejercicios de relajación, otros pasean por la casa, ven alguna actividad lúdica o cultural.

Pero en estos días que nos toca vivir, dolidos por lo que ocurre, nos sentimos como si hubieramos perdido el control de nuestras cosas y nuestras vidas, es difícil concilair el sueño, mucho más para los que padecen de inmsonio. Per dormir es tan importante, que nos pasamos durmiendo una tercera parte de nuestras vidas. Sabemos que durante el sueño tienen lugar cambios en las funciones somáticas y en los procesos mentales de vital importancia para el equilibrio psíquico y físico de las personas. El cuerpo y la psiquis se recuperan con las distintas fases del sueño, por el contrario la falta inciden en el buen funcionamiento de nuestras actividades cognitivas como son la atención, la memoria y la creatividad.

Estos cuatro factores mencionados son buenos para nuestro cuerpo y para el corazón, y lo que es bueno para el corazón, es bueno para nuestro cerebro y, por tanto, para nuestra salud mental y bienestar emocional.

No es lo mismo estar alegre que ser feliz. La alegría  es un bienestar momentáneo, aunque hay personas más alegres que otras. Cuando tenemos paz interior, bienestar emocional y satisfacción personal nos sentimos felices. Es un estado de ánimo positivo. Pero la felicidad humana, nunca es completa.

Tener un estado de felicidad completo, es imposible. Por ejemplo, Sigmund Freud, afirmaba que la felicidad era algo utópico y que lo máximo que el ser humano podría alcanzar sería una felicidad parcial. Así, que tenemos que luchar, día a día, por ser felices.

Pero la pregunta que todos los seres humanos nos  hacemos es que necesitamos para ser felices: podemos decir que cada persona es feliz a su manera. 

En este sentido, seguro que los lectores de este escrito, serán felices de maneras diferentes. Pero algo habrá en común, que casi todos compartiremos, para ser felices o al menos tener momentos de felicidad.
 

Y, ese algo, lo escribía el teólogo Thomas Chalmer, cuando afirmaba: «La dicha consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quién amar y alguna cosa que esperar». 

A estos tres ingredientes, podríamos añadir otros  muchos, pero destacaría dos más: disfrutar y agradecer. Estas cinco palabras serían los ejes de la felicidad.

Tener algo que hacer
Tener ilusiones, sueños e inquietudes e intentar realizarlos. Sobre todo haciendo lo que más nos gusta. Y poniendo pasión en ello. El no tener nada que hacer nos lleva al aburrimiento, al aislamiento, la temidad soledad no deseada y, hacia la tristeza y la depresión. En las personas mayores el tener “algo que hacer” es fundamental para un envejecimiento saludable.
 
Tener alguien a quien amar
Amar y ser amado/a. Pero un amor real, sin toxicidad, razonado. El amor a nuestra pareja, familia, amigos, animales y, por supuesto, a la naturaleza en su conjunto, nos hace felices.
 
Tener algo que esperar
La esperazanza de que algo bueno va ocurrir. El deseo que se cumpla nuestros objetivos y nuestras metas, las ilusiones y la inquietudes. Pero, sin obsesionando por con el futuro, viviendo el presente, gestionándo adecuadamente las emociones, potencciando las positivas y canalizando las negativas.
 
Tener la convicción de disfrutar
Cuando queremos conseguir algo, tenemos que recorrer un camino, y tan importante es éste como la la meta. De este modo, aunque no consigamos lo deseado, no será un fracaso, porque hemos disfrutado del viaje y hemos aprendido, seguro, algo nuevo,

Y, Agradecer
Es un sentimiento de estima, de reconocimiento y agradecimiento, que debemos mostrar siempre, hacia quien nos hace un bien o prestado un servicio.

En estos días difíciles, a causa del coronavirus, con miles de fallecidos, sentimos que nuestra salud y nuestra vida, están amenazadas de muerte. El hecho de salir a nuestros balcones a aplaudir a quiénes están en primera línea, agradecer su abnegación y profesionalidad, no solamente da ánimo a estos profesionales, sino que nos sentimos reconfortados, y son momentos de alegría en el que todos nos aplaudimos.

Nuestra Esperanza nos es ciega, sabemos que todos de una u otra manera, trabajamos para ser felices.

domingo, 18 de agosto de 2013

Medicamentos y envejecimiento poblacional

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide que la investigación farmacéutica esté orientada al desarrollo de nuevos tratamientos que se ajuste al envejecimiento demográfico.

Ya que, los países de la UE tienen más población mayor de 65 años que menor de 15 años, tendencia observada en gran parte del mundo.

En este sentido, "A pesar del aumento de tres veces más del gasto en investigación y desarrollo farmacéutico en Europa desde 1990, existe un desfase cada vez mayor entre las necesidades de la población real y la innovación farmacéutica", ha señalado Nina Sautenkova, respéonsable de Tecnologías de la Salud y Productos Farmacéuticos de la OMS para la Región de Europa.

Haciéndose eco de esta predisposición de la población, que afecta también a países de medios y bajos ingresos, el informe hace hincapié en que este cambio en los países de la UE es "una llamada a tiempo" para el resto del mundo, para que sean conscientes de que la población va a envejecer y en el futuro tendrán también que hacer frente a los desafíos similares sobre su salud.

Desde el punto de vista de la salud pública, el envejecimiento de la población conlleva mayor prevalencia de enfermedades asociadas como cardiacas, accidentes cerebrovasculares, así como un aumento de casos de cáncer, diabetes, osteoartritis, dolores articulares, pérdida de audición y de demencias, como la enfermedad de Alzheimer. "En combinación con la promoción de la salud e iniciativas de prevención, estas enfermedades también requieren una mayor inversión en investigación e innovación para superar las brechas farmacéuticas", señala el informe.

Este informe es una actualización de la versión 2004 y es un producto de la colaboración de los expertos de la OMS, los Estados miembros de la UE, la industria farmacéutica, y asociaciones academias y pacientes.

Por ello, "debemos asegurarnos de que la industria desarrolle medicamentos seguros, eficaces, asequibles y adecuados para satisfacer las necesidades de salud en el futuro", ha añadido durante la presentación del informe 'Medicamentos prioritarios para Europa y actualización mundial 2013'.

martes, 13 de noviembre de 2012

Evolución del concepto de discapacidad

Es muy probable que a lo largo de nuestra vida tengamos algún tipo de discapacidad, ya sea transitoria o permanente, siendo muy pocas las personas que no la sufran. A esto hay que añadirle, el aumento de la población adulta mayor con su disminución de la reserva funcional y de los problemas de salud que aumentan en esta etapa de la vida. Aunque hay que dejar muy claro que el proceso de envejecimiento normal no significa, en modo alguno, situación de enfermedad ni de discapacidad. Pero también hay que dejar muy claro que todos en un momento de nuestra vida seremos personas con discapacidad transitoria o permanente.

El fenómeno de la discapacidad forma parte de la condición humana y sobre todo es compleja en su génesis, en su conceptualización y en los abordajes e intervenciones, que siempre, para que sean eficaces, han de ser multidimensional y adaptado al contexto social.
El concepto de la discapacidad ha evolucionado desde un modelo médico-biológico a un modelo bio-psico-social, pero que desde siempre se vio como una concepción animista y atávica, y en muchas ocasiones como un castigo divino. Aún hoy, no es raro oí decir algunos padres, si le nace un hijo con algún tipo de discapacidad: “Qué hemos hecho mal para merecer esto” o “Por qué a nosotros….?”.

Distintas épocas, distintos conceptos de discapacidad

1. Desde la Edad Antigua hasta el Renacimiento
En este contexto cultural y social impera una perspectiva mágico-religiosa. Se cree que los trastornos mentales, sensoriales y físicos son debidos a la intervención de poderes sobrehumanos que castigan o ponen a prueba a las personas por algún mal o pecado cometido.

En este contexto los chamanes, brujos y “sacerdotes” son los que poseen la capacidad de curar con invocaciones y magia o remedios como plantas, pócimas, etc. La actitud de la sociedad es de rechazo total.

2. Desde el Renacimiento hasta segunda mitad del s. XVIII
En este periodo se despoja a la discapacidad de ser un castigo divino y se piensa que se produce por accidentes naturales. Y se le aplica terapias médicas, igual que a otras enfermedades. Este modelo deja de ser mágico y religioso para pasar a ser técnico y secularizado.

Por otro lado se crean manicomios donde se intenta la rehabilitación con el objetivo de la reinserción social. La actitud de la sociedad es alejar a las personas discapacitadas y se producen internamientos masivos, donde da como resultado que la acciones terapéuticas son sustituidas por custodiar al interno cronificando aún más los problemas de salud..


3. Desde finales del s. XIX y primera mitad del s. XXEn esta etapa el modelo para la discapacidad es el médico-asistencial. Se explican muchos trastornos físicos en sus aspectos bioquímicos, traumáticos o de nacimientos. También en las discapacidades psíquicas se ahonda en el aprendizaje o socialización infantil. Hay atención educativa y asistencial. Se crean centros especiales e interviene el Estado.

La actitud social es estigmatizadora donde una política paternalista refuerza la dependencia de la persona discapacitada de las instituciones. Aparecen nuevas formas de discriminación fundamentalmente en lo laboral.

4. Segunda mitad del s. XX
En esta etapa que coincide con la creación de la OMS se advierte que la dimensión social es la que crea la verdadera discapacidad. La prevención, rehabilitación e inserción comunitaria son los objetivos. En cuanto, a la intervención se crean centros de salud y servicios comunitarios. Se defiende la inclusión y normalización escolar y laboral con el soporte que sea necesario.

En lo social aparece un movimiento asociativo. Las personas con discapacidad y sus familiares constituyen asociaciones cuya finalidad es las defensas de los derechos de las personas con discapacidad.

5. Inicio del s. XXI
En el 2001, la OMS establece la 2ª Clasificación Internacional, la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Salud (CIF), en la que propone la siguiente definición de discapacidad: “Término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un individuo con una condición de salud) y sus factores contextuales (factores ambientales y personales)”.


Resumiendo, hemos pasado del modelo clásico médico-biológico de discapacidad:
Con la 2ª Clasificación Internacional de la OMS desaparece el concepto de Minusvalía.

El modelo actual de la discapacidad, el modelo bio-psico-social:

Como vemos pasamos de una concepción estática de la discapacidad, en la que solo se tenía en cuenta la salud, a un modelo dinámico en el que se aprecia que los factores contextuales pueden incidir positiva o negativamente, es decir lo social es determinante en la discapacidad.

Si los factores sociales son importantes, es obvio que los países con contextos culturales diversos tendrán perspectivas distintos sobre la discapacidad, variando también el compromiso del Estado, las políticas y las leyes y el compromiso social.


Fuentes:
  1. Naciones Unidads. Convención Internacional Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 2006. 
  2. INSERSO. Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías. Madrid. 
  3. OMS. Clasificación Internacional del Funcionamiento, las Discapacidades y la Salud. 1986
  4. Ginebra. 2001 C. Cáceres. Sobre el concepto de discapacidad. Una revisión de las propuestas de la OMS. [enlínea]. Auditio: Revista electrónica de audiología. 1 Noviembre 2004, vol. 2(3), pp. 74-77.auditio.com/revista/pdf/vol2/3/020304.pdf>




sábado, 29 de septiembre de 2012

Año Europeo del envejecimiento activo 2012

Los europeos viven cada vez más tiempo y más sanos, y tienen menos hijos. En 2020 sólo habrá dos personas en edad de trabajar por cada mayor de 65 años; ahora la proporción es de 4 a 1 (Eurostat).
 
En la Unión Europea, los mayores de 65 años se estima que en 2050 alcanzará un 27,5%. Por lo que respecta a España, en esta misma facha alrededor del 35% de la población superará los 65 años; y los mayores de 80 años, siguen la misma progresión y serán más del 4% en 2025 y más del 8% en 2050.

El cambio demográfico supone un auténtico reto para Europa. La población en edad de trabajar disminuye, mientras que cada año hay dos millones de personas más en el grupo de personas mayores de 65 años. Con esta realidad como telón de fondo, en 2012 se abordarán a nivel local, regional y nacional nuevas metas demográficas, y la búsqueda de incentivos a una población cada vez más envejecida.

Al designar 2012 como "Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional", se pretende concienciar del rápido envejecimiento de la población europea, promover la convivencia entre generaciones y buscar la forma de que cumplir años sea una oportunidad, nunca un problema.

‎Una ocasión para todos de reflexionar sobre el hecho de que los europeos viven ahora más y con más salud que nunca y de asumir las oportunidades que eso representa.
 
El envejecimiento activo puede dar a la generación del baby boom y a las demás personas mayores del futuro la oportunidad de:
  • Permanecer en el mercado laboral y compartir su experiencia.
  • Seguir ejerciendo un papel activo en la sociedad.
  • Vivir una vida lo más saludable y satisfactoria posible.
También es fundamental mantener la solidaridad intergeneracional en sociedades en las que aumenta rápidamente el número de personas mayores.

El reto para los políticos y los profesionales del ámbito de la gerontología, será mejorar las oportunidades de envejecer activamente en general y de vivir independientemente, actuando en sectores tan distintos como el empleo, la sanidad, los servicios sociales, la formación de adultos, el voluntariado, la vivienda, los servicios informáticos o el transporte.

El Año Europeo quiere concienciar sobre los distintos problemas y las mejores maneras de abordarlos. Pero más que nada, quiere animar a los responsables a establecer objetivos por sí mismos y actuar para alcanzarlos. 2012 debe ir más allá del debate y empezar a producir resultados tangibles.

Fuentes:
  1. Imserso(2012). Año Europeo del Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional 2012. Madrid, España. https://www.imserso.es/imserso_01/el_imserso/relaciones_internacionales/rel_intern_europa/ano_europeo/index.htm
  2. Eurostat.
  3. Parlamento Europeo.

martes, 18 de septiembre de 2012

Los sistemas de memoria

“La memoria es una función cognitiva que permite al ser humano registrar las diferentes informaciones que llegan al cerebro, almacenarlas y utilizarlas cuando sea necesaria o cuando se requiera. La memoria permite el encadenamiento y conexión temporal de unos sucesos con otros, ayudando a unir experiencias a lo largo del devenir temporal de los días, meses y años”. 

Markowitsch (2000).“Si nuestras memorias fuesen perfectas y no fallasen nunca en los momentos de necesidad probablemente no sentiríamos el menor interés por ellas”. Ch.N. Cofer (1976).
Habitualmente somos poco conscientes de la importancia y del uso de nuestra memoria, solo nos damos cuenta de ella en algunos momentos en que recordamos algo, pero no es así, porque todas nuestras actividades, todo lo que hacemos, es decir nuestro comportamiento, depende en gran medida de la integridad de la nuestra memoria.

1. Explicación de la memoria
La memoria no puede ser estudiada desde una sola perspectiva, sino que por su complejidad y su funcionamiento ha de ser explicada desde varios niveles de análisis.

En 1885, H. Ebbinghaus inicia los estudios experimentales de la memoria estudiando las curvas de aprendizaje y de olvido, creando listas de sílabas sin sentido. 

La psicología conductista en la primera mitad del siglo XX, no presta especial interés por el estudio de la memoria, excepto algunos psicólogos experimentales, principalmente norteamericanos, que estudian la conducta verbal, mediante el aprendizaje de pares asociados (el primer par de palabra es el estímulo y el segundo la respuesta). 

A partir de los años 50, con el inicio de la psicología cognitiva la investigación de la memoria se convierte en un tema central desde la perspectiva del procesamiento de la información.
Como sabemos, la memoria se puede considerada como un almacenamiento de información. En el que distinguimos:
  • Codificación, mediante la cual se realiza la recepción y el procesamiento de la información recibida, es decir, se registra la información.
  • Almacenamiento, es la creación de un registro permanente de la información.
  • Recuperación o evocación o recordar la información almacenada.
En la actualidad se estudia, desde una perspectiva psicológica que pretende explicar la memoria, sus sistemas, sus funciones y la relación con nuestro comportamiento. Por otro lado, desde un nivel neurofisiológico, intentando conocer las estructuras nerviosas y funcionamiento implicados en los procesos de memoria. 

2. Los sistemas de memoria
De las múltiples funciones que la memoria realiza y la distinta información sensorial que almacena nace el concepto de sistema de memoria. Desde este punto de vista lo que llamamos memoria es en realidad un conjunto de entidades (memorias diferentes) que hacen funciones diversas pero que no actúan de manera independiente sino cooperativamente.

Podemos definir el concepto de sistema de memoria como un sistema con la capacidad de registrar, almacenar y utilizar posteriormente esta información. 

El psicólogo norteamericano William James (1890) fue el primero en distinguir entre memoria primaria y memoria secundaria que juntos con los estudios de Broadbent sobre la atención sirvieron de antecedente para el Modelo Multi-almacén de Atkinson y Shiffrin (1968).
Son los primeros modelos que intentan dar una explicación global de los sistemas de memoria o estructuras que integran la memoria humana. Dividen a la memoria entres sistemas: 

  • Memoria sensoria (MS): en este sistema se registran las sensaciones y permite reconocer las diferentes características de los estímulos.
  • Memoria a corto plazo (MCP): contiene la información que necesitamos en el presente.
  • Memoria a largo plazo (MLP): almacena todos nuestros conocimientos para ser utilizados posteriormente.
2.1. Memoria sensorial
Se denomina memoria sensorial a la capacidad de retener brevemente los estímulos percibidos a través de los sentidos. Aunque hay pruebas de esta memoria, estas son contradictorias, por eso se duda de su existencia como sistema independiente. Se organiza en:

2.1.1 La memoria icónica
Los estímulos visuales duran más tiempo del que realmente permanece delante de nuestros ojos. Esta permanencia es necesaria para que se pueda completar los procesos de percepción aún en ausencia del estímulo. Los estímulos visuales genera una huella isomórfica de la realidad. O sea, es una replica del estímulo pero sin significado para nosotros, no se ha reconocido aún el objeto. Entonces, ¿cómo dotamos de significado a los objetos? Porque la Memoria Funcional u operativa o de trabajo, que es una capacidad de la Memoria a Corto Plazo (MCP) conecta los estímulos que entran con alguna representación que tenemos en la memoria a largo plazo (MLP). La memoria icónica o visual es de muy corta duración, entre 200 y 300 mseg y registra imágenes y figuras.

2.1.2.La memoria ecóica
Es un sistema parecido a la memoria icónica y se ocupa de registrar los estímulos auditivos, sonidos y palabras. Se estima que su duración es superior a la de la memoria icónica, entre 1 y 2 segundos. 

2.2. Memoria a Corto Plazo (MCP)
Toda información seleccionada y atendida por la memoria sensorial se almacena durante un cortísimo periodo de tiempo (menos de 1 minuto)  en el sistema de memoria a corto plazo, con una capacidad limitada a (7+ -2) elementos.

Esta memoria se conoce también con los nombres de memoria inmediata, memoria primaria, memoria activa o memoria operativa (Working memory), siendo utilizado este último término por vez primera por Alan Baddeley en 1976 para explicar que la memoria de trabajo realiza dos funciones: primero, es capaz de mantener una información en la mente no estando dicha información presente. Segundo, puede manipular esa información permitiendo intervenir en otros procesos cognitivos superiores. El concepto de memoria de trabajo de Baddeley y Hitch fue ampliado por Barddely (2000) añadiendo el buffer episódico, quedando el modelo con los siguientes cuatros componentes:

  • Sistema ejecutivo o ejecutivo central: es un modelo análogo al del Sistema Atencional Supervisor (SAS) de Shallice y Norman “es un sistema por medio del cual se llevan a cabo tareas cognitivas en las que interviene la memoria de trabajo, y que realiza operaciones de control y selección de estrategias” (Tirapu y Muñoz-Céspedes, 2005).
  • Bucle fonológico: “hace referencia a un proceso de control basado en el repaso articulatorio. Este subcomponente actúa, por tanto, como en un sistema de almacenamiento provisional que le permite utilizar el sistema subvocal hasta que su cerebro procese esa información. Es relevante para el almacenamiento transitorio del material verbal y para mantener el habla interna que está implicada en la memoria a corto plazo” ( Tirapu y Muñoz-Céspedes, 2005).
  • Agenda visuoespacial: “opera de forma similar al bucle fonológico, sólo que su contenido se centra en mantener y manipular imágenes visuales” (Tirapu y Muñoz-Céspedes, 2005). Su función sería la creación la creación de imágenes, o en el aprendizaje de un itinerario.
  • Buffer episódico: “.Se trata en definitiva, de un sistema de donde se almacena simultáneamente información de los dos primeros componentes y de la memoria a largo plazo, de modo que se crea una representación multimodal y temporal de la situación actual” (Tirapu y Muñoz-Céspedes, 2005).
         Diagrama de flujo entre Memoria Operativa y Memoria Episódica según Baddeley (2000)

2.3 Memoria a Largo Plazo (MLP)
La memoria a largo plazo (memoria remota, memoria diferida), permite que la información se almacene de forma duradera. Podemos dividirla en memoria explícita (declarativa) y memoria implícita (no declarativa).

2.3.1 Memoria implícita
Este tipo de memoria se caracteriza porque no contiene recuerdos y su funcionamiento es inconsciente. Es la  base de formas de aprendizaje mecánico (hábitos), montar en bicicleta, conducir, tocar un instrumento musical, etc. La memoria no declarativa no tiene correlaciones anatómicas con los lóbulos temporales mediales y diencéfalo, este es el motivo porqué muchos pacientes con EA pueden tener alteraciones en estas zonas del cerebro con amnesia  de memoria episódica o semántica pero pueden conservar habilidades motoras como la de tocar el piano, etc.

2.3.2 Memoria explícita
Comprende el conocimiento objetivo de las personas, los lugares y los objetos y lo que ello significa. Esta memoria es consciente.
Está correlacionada con el sistema hipocampal y otras estructuras del lóbulo temporal medial del cerebro. El hipocampo es sólo una estación transitoria en el camino hacia la memoria a largo plazo. El almacenamiento a largo plazo del conocimiento episódico y semántico radica en diferentes áreas de la corteza cerebral (Morgado, 2005).

Cuando se produce lesión en las áreas de asociación desaparecen o se alteran los recuerdos almacenados en estas áreas antes de producirse el daño.

Tulving fue el primero en clasificar la memoria explícita en episódica y semántica:

Memoria episódica
La memoria episódica o autobiaográfica almacenar y recordar acontecimientos de nuestra vida. Las áreas de la neocorteza que aparecen estar implicadas es este sistema de memoria son las zonas de asociación de los lóbulos frontales. Estas áreas prefrontales trabajan con otras zonas de la corteza para posibilitar el recuerdo de dónde y cuándo sucedió un acontecimiento (Kandel, 2001).

Memoria semántica
La memoria semántica hace referencia a los conocimientos, “el saber”, “la cultura” de una persona. No está sujeta a una referencia espaciotemporal, (¿Cuál es la capital de España?).



Clasificación y localización anatómica. Adaptado de Squire y Knowlton (2000) (José María Ruiz-Vargas, Memoria y Olvido, Editorial Trotta 2002.

Fuentes:

  1. Atkinson, R., y Shiffrin, R. (1968). Human memory: A proposed system and its control processes. En K. W. Spence y J.T. Spence (Eds.). The psychology of learning and motivation: Advances in research and theory (Vol. 2). New York: Academic Press.
  2. Baddeley AD, Hitch GJ. (1974). Working memory. In Brower GA, ed. The psychology of learning and cognition. New York:Academic Press.
  3. Baddeley, AD. (2000). The episodic buffer: a new component of working memory. Trends Cogn Sci, 4, 417-23.
  4. Kandel, R. (2001). Principios de neurociencia. Madrid: Editorial McGRAW-HILL/ INTERAMERICANA (pp. 1227 – 1246).
  5. Ruiz-Vargas, JM (1995). Psicología de la memoria. Alianza.
  6. Tirapu-Ustárroz, J. y Muñoz-Céspedes, J.M. (2005). Memoria y funciones ejecutivas. Rev. Neurol; 41(8): 475-484.
  7. Tulving, E. y Thomson, D.M. (1973). Encoding specificity and retrieval processes in episodic memory. Psychological Review, 80, 352-373.