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domingo, 13 de mayo de 2012

La sexualidad en las personas mayores

«Nadie es viejo porque nació hace mucho tiempo o joven porque nació hace poco. Somos viejos o jóvenes en función de cómo entendemos el mundo, de la disponibilidad con la que nos dedicamos curiosos al saber» Paulo Freire, pedagogo Brasileño.

En este artículo quiero trata sobre la sexualidad de las personas mayores, como la viven, la influencia de los cambios naturales del proceso de envejecimiento, estrategias para vivirla adecuadamente y, otros muchos factores que inciden en la actividad sexual de los mayores.

La sexualidad forma parte de nuestra personalidad y, practicada de forma libre y segura, es fuente de salud. Nos acompaña toda nuestra vida, aunque se vive y se expresa de diferente manera según la etapa del ciclo vital.


1. Aproximación a la sexualidad humana
La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como:

"Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."



La sexualidad humana tiene cuatro características que interaccionan entre sí, estas son:
  • Erotismo.
  • Vinculación afectiva o relación emocional.
  • Reproductividad.
  • Sexo genético: (genotipo) y sexo físico o apariencia (fenotipo).
El erotismo es la capacidad de sentir placer a estímulos mediante la respuesta sexual, es decir a través del deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo (la capacidad de sentir deseo, excitación, orgasmo y placer).

La vinculación afectiva o emocional es la capacidad de desarrollar y establecer relaciones interpersonales muy significativas (la capacidad de sentir, amar o enamorarse).

La reproductividad (reproducción) no solo es la capacidad de tener hijos y cuidarlos, sino que abarca los sentimientos de maternidad y paternidad y actitudes para hacer que se desarrollen adecuadamente.

En la construcción de nuestra identidad tiene mucha importancia la sexualidad, en las construcciones mentales y de comportamientos de ser hombre o mujer. Y de la interacción de las cuatro características de la sexualidad se generar las orientaciones de la sexualidad: heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad y la transexualidad.

La propuesta de la OMS (2006) orienta la necesidad de atender y educar la sexualidad humana. Para esto es de suma importancia, reconocer los derechos sexuales (WAS, OPS,2000). Estos derechos son:

  • El derecho a la libertad sexual.
  • El derecho a la libre asociación sexual.
  • El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables.
  • El derecho a información basada en el conocimiento científico.
  • El derecho a la educación sexual integral.
  • El derecho a la atención de la salud sexual.
  • El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo.
  • El derecho a la privacidad sexual.
  • El derecho a la equidad sexual.
  • El derecho al placer sexual.
  • El derecho a la expresión sexual emocional.
En la medida que estos Derechos sean reconocidos, ejercidos y respetados, tendremos sociedades más saludables sexualmente.

En las diferentes etapas de la vida, la sexualidad se expresa de diferentes maneras y tiene sus propias necesidades. Lo mismo que los animales, los seres humanos utilizamos la excitación sexual para la reproducción, pero a diferencias de estos le añadimos la dimensión psicológica que comprenden aspectos cognitivos, afectivos, volitivos, culturales y religiosos. Nuestra sexualidad comprende la identidad sexual y de género que constituyen la conciencia de ser una persona sexuada y además con el significado que cada persona dé a este hecho, es decir: es la expresión de la propia identidad sexual y de género.

2. Mitos y creencias
Entorno a las personas mayores y el proceso de envejecimiento existen muchos mitos, esteriotipos y prejuicios que constituyen verdaderos edadismos. Esto empeora cuando nos referimos a la sexualidad. Y es que existen muchos mitos que niegan la sexualidad a las personas mayores. El amor y el sexo es cosa de jovenes.

Esto tiene que ver mucho con nuestro entorno, comenzando por la propia familia, las instituciones, los medios de comunicación social y la sociedad en general, niegan no sólo la expresión de la sexualidad y la afectividad en las personas mayores, sino hasta la capacidad de una respuesta sexual satisfactoria.

Vivimos en una sociedad, en que todo lo bueno esta ligado a la juventud, parecer joven es una prioridad que alimentan los medios de comunicación y la publicidad. Hay que perecer joven a toda costa, porque se considera que lo bello y lo productivo va ligado a la juventud. Y a las personas mayores se le consideras fragiles y debiles, sin atractivo físico y personal, sin capacidad sexual. La sociedad siempre ha intentado, negar su sexualidad. Y esto empeora en el caso de la mujer mayor, pero no hay que permitir que estas actitudes sociales, mitos, estereotipos y creencias religiosas, incluso refranes populares, impidan el desarrollo con normalidad de la sexualidad en esta etapa de la vida.

Afortunadamente, no todas las personas tienen la misma imagen de las personas mayores y poco a poco esto va cambiando; en esto, la información y educación sexual de los más jóvenes tiene importancia capital, porque solo, desde un conocimiento verdadero de la sexualidad, como puede cambiar estas actitudes.

En este sentido, ha sido la gerontología y sus distintas disciplinas, las que están contribuyendo de manera fundamental en las erradicación de estos esteriotipos.

Podríamos hacer un listados de los mitos y prejuicios que se han transmitidos de generación en generación, que son transmitidos pos los adultos y aprendidos por los más jovenes, que considera las personas mayores sin atractivo ni capacidad física para tener relaciones sexuales normales. Entre las falsedades entorno a la sexualidad de los mayores hay que destacar:
1. Las personas mayores pierde el interés por el sexo.

Falso. La sexualidad nace con la persona, y solo se acaba al final de nuestra vida. Forma parte de nuestra personalidad y de nuestra esencia como persona. El interés perdura siempre. Cierto que la actividad sexual puede estar condicionada por la salud o por la existencia de una pareja activa. Se trata de mantener una relación afectiva basada en el cariño y gozar de nuestra capacidad sexual y no de tener una sexualidad como en la juventud.

2. La sexualidad se va agotando con el paso de los años.
Falso. Los impulsos sexuales se mantienen toda la vida. No cabe duda que la capacidad sexual cambia con el proceso de envejecimiento. Y en general la respuesta sexual suele ser más lenta, pero no desaparece, solo necesecita adaptación y busca los estimulos adecuados.

3. Que la practica sexual no es buena para las personas mayores.

Falso. Las relación sexual en las personas mayores, igual que en cualquier etapa de la vida, proporcionan bienestar emocional y físico. Contribuye a la eliminación del dolor, aumenta la autoestima y la calidad del sueño. Mantiene la relación social alejando la soledad y preveniendo la la ansiedad y la deperesión.

4. Las personas mayores no necesita tener sexo.

Falso. Igual que en cualquier edad necesitan tener pareja. Aunque prioricen la comapañía y el afecto mutuo. Somos seres emocionales, y nos podemos enamorar, aunque la pasión sea distinta.


Existen otros muchos mitos, como que:
  • La menopausia es el fin de la sexualidad.
  • La andropausia lleva aparajada impotencia.
  • Los mayores no tienen eyacualción.
  • La sexualidad tiene que imperar la capacidad física.
  • Sin coito, la relación sexual es de mala calaidad.
Prejuicios:
  • Se puede aceptar que un hombre tenga pareja más joven (aunque a veces se tache de "viejo verde"), pero se le niega a la mujer. Si la mujer enviuda, y se interesa por buscar pareja más joven, tenemos el mito de la "viuda alegre". Y así se puede elaborar un listados interminables de todas estas falsedades entorno a la sexualidad de las personas mayores.


3. La respuesta sexual en la persona mayorSon muchos los cambios que se producen con el proceso de envejecimiento, que pueden modificar o limitar la respuesta sexual en los mayores, pero no impedirla. Lo que si obligan es a una adaptación del patrón sexual, primando más las caricias y tocamientos que la genitalidad (coito) de etapas más jovenes.

3.1. En los hombres los cambios más significativos son:
  • Distensión del escroto
  • Disminuye el tamaño de los testículos
  • Hiperplasia prostática Benigna (aumenta el tamaño de próstata)
  • Disminución de la espermatogénesis (producción de espermatozoides).
  • Disminución de la calidad de los espermatozoides.
  • Reducción de la producción hormonal (testosterona).
3.2. En las mujeres aparecen los siguientes modificaciones:
  • Disminución progresiva del ritmo de ovulación.
  • Pérdida progresiva de la capacidad funcional de los ovarios.
  • Modificaciones en la figura corporal.
  • Disminución gradual del tejido graso pubiano.
  • Disminución del tamaño del útero.
  • Disminución del tamaño de las trompas de Falopio.
  • Disminución del tamaño del ovario.
  • Pérdida de elasticidad del tejido vaginal.
  • Atrofia progresiva de la mucosa del cuello uterino.
  • Atrofia de la mucosa vaginal
  • Disminución de la vulva, labios mayores, menores y clítoris.
  • Acortamiento de la vagina.
  • Disminución de la secreción hormonal.
4. Cambio en la respuesta sexual El envejecimiento inflyen en la respauestas sexuales del hombre y la muejer mayores.

4.1 Cambios en la respuesta sexual de la mujer mayor:
  • Disminuye la libido
  • Menor lubricación vaginal.
  • Mayor tiempo de estimulación para alcanzar una lubricación vaginal adecuada.
  • Disminución de la elasticidad vaginal.
  • Micciones abrasivas después del coito.
  • Se conserva la capacidad multiorgásmica.
  • Durante la excitación aumenta el tamaño del clítoris.
4.2 Cambios en la respuesta sexual del hombre:
  • Disminución de la sensibilidad erótica.
  • Aumento del tiempo de estimulación necesario para lograr la erección.
  • Menor ángulo de elevación del pene.
  • Si cede la erección, durante la fase de excitación, antes de eyacular, puede presentarse un periodo de recuperación de varias horas, llamado refractario fisiológico.
  • El periodo de resolución es más breve (rápida pérdida de erección tras la eyaculación).
  • El periodo para conseguir una nueva erección post eyaculación se alarga 24-48 horas.

5. Disfunciones que condiconan la respuesta sexual

En los hombres son:
  • Disminución de la libido: problema de baja incidencia en los hombres. Asociado la mayoría de las veces con un déficit hormonal (andrógenos), un trastorno psicológico (depresión, ansiedad) o relacionado con el uso medicamentos (psicofármacos, beta-bloqueantes, hipotensores).
  • Disfunción eréctil: es la incapacidad para alcanzar o mantener una erección suficiente para la penetración. Trastorno muy frecuente en los hombres mayores, según algunos estudios, a los 80 años, pueden alcanzar hasta el 80 por ciento. Influyen mucho en la calidad de vida de las peronas afectadas. Las causas más frecuentes de disfunción eréctil en los mayores son de tipo orgánico, los problemas cardiovasculares, los problemas neurológicos (ictus, enfermedad Parkinson, demencias), y los trastornos endocrinos (diabetes mellitus, disfunción tiroidea). También son muchos los fármacos que pueden producirla (antidepresivos, antipsicóticos, antihistamínicos, antihipertensivos). Los factores psicológicos son poco frecuentes.
  • Trastornos de la eyaculación: algunos problemas médicos, casi siempre secundarios a intervenciones quirúrgicas (sobre todo de la glándula prostática), pueden generar una salida del semen hacia la vejiga (eyaculación retrógrada). La eyaculación precoz es infrecuente en los mayores.
En las mujeres:
  • Trastorno del deseo: disminución de la libido o del deseo sexual. A las consecuencias del envejecimiento fisiológico, hay que añadirles problemas médicos crónicos (diabetes mellitus, ictus, enfermedad Parkinson, artrosis, cardiopatías), trastornos psicológicos (depresión, ansiedad), así como el uso de medicamentos (psicofármacos, diuréticos, antihistamínicos) que tienen efecto negativo sobre el deseo sexual.
  • Trastornos "dolorosos": como la dispareunia que es la aparición de dolor durante el coito (coitalgia) y puede deberse tanto a factores orgánicos como a psicológicos o a la suma de ambos. Puede ir acompañada de otros síntomas otros síntomas como el picor, el ardor. La causa más común tras la menopausia suele ser la vaginitis atrófica por la disminución de los estrógeneos (hipoestrogenismo), aunque puede deberse también a otras causas menos frecuentes (infecciones, quistes de Bartolino, retroversión uterina, tumores pélvicos). Suele responder bien al tratamiento hormonal sustitutivo (especialmente estrógenos locales), al lograr mejorar la lubricación vaginal.
  • Dificultad, retardo o ausencia de orgasmo: requiere haber tenido previamente una excitación sexual normal, siendo la causa en las mujeres mayores casi siempre problemas médicos (diabetes mellitus, enfermedad cerebrovascular, alteraciones medulares, ...) o farmacológicos (psicofármacos).

6. Factores que influyen en la actividad sexual de la personas mayores.
De todo lo visto hasta aquí podemos deducir que los factores que más influyen en la actividad y calidad de la relación sexual son:
  • Los cambios que conlleva el proceso de envejecimiento. Es un proceso natural que disminuyen nuestra reserva funcional, pero ninguno de los cambios impide por si solo tener una actividad sexual satisfactoria.
  • El estado de salud físico, nuestro y de la pareja. En este sentido, la movilidad es un factor muy a tener en cuenta.
  • La salud mental y emocional, la deperesión y la ansiedad.
  • La censura social y familiar. Que no te importe el que dirán, el amor no solo es cosa de jovenes.
  • La pérdida de la pareja.
  • Las relaciones previas.
7. Estrategías para tener una relación sexual satisfactoria.
Lo primero
Son muchas las causas que influen en la actividad sexual, ante cualquier problemas de salud, no dude en consultar a tu médico, te aclarará dudas y te prescribirá un tratamiento, si lo cree conveniente. O te derivará al profesional de salud adecuado, geriatra, urólogo, psicológo, fisioterapeuta, otros especialistas.
 
7.1 ¿Y tú que puedes hacer?
El aprendizaje es acumulativo, así que tenemos un buen bagaje, en todo, también en la relación sexual. Utiliza este caudad de conocimentos para una buena relación afectiva y sexual. Si tiene pareja desde hacer mucho tiempo, mejor, y si has iniciado una nueva relación, procura conocer a tu pareja, la comunicación es la mejor herramienta.

A parte del atractivo físico, también está el personal, más importante aún. Descubre los gustos de tú pareja. La sedución no se acaba con la edad, utilícela. Y entabla una relación basada en la sinceridad y la confiaza, desde el máximo respeto.

El amor no es patrimonios de los más jovenes. Si te vuelve a enemorar, exprese sus prefencias y ten encuenta los reparos de tu pareja. Hay tantos patrones sexuales como parejas.

La salud sexual es muy importante, y la transmisión de enfermedad sexual se da en todas las edades. Si son relaciones nuevas utiliza el preservativo.

8. La sexualidad de los mayores en las instituciones
Si la persona mayor está institucionalizada, se ve difucultada sus prácticas sexuales, por tanto alterada sus derchos y su salud sexual. Este tema lo trataremos enotro artículo.
Fuente:
- Derechos sexuales (WAS, OPS, 2000)
- Concepto de sexualidad (OMS, 2006)
- Verdejo Bravo, Carlos (2012). "Ponencia Sobre Sexualidad". 54º Congreso de la Sociedad
Española de Geriatría y Gerontología. Santiago de Compostela, 2012.
- Varios Autores. (2011). Inmserso. Madrid. Recuperado de https://www.imserso.es/imserso_01
/envejecimiento_activo/libro_blanco/index.htm
- Guía de la Fund. Pilares sobre «Sexualidad en entornos residenciales en persones mayores» de 2017
- PANEQUE SOSA, M. (2007). «La protección de los derechos de las personas mayores en España por los defensores del pueblo», Madrid, Portal de Mayo-res, Informe 79
- Sexualidad (OMS, 2011)
- López Sánchez, F. (2005) La sexualidad en la vejez. 2ª edición
- Benbow, S., & Beeston, D. (2012). Sexuality, aging, and dementia. International Psychogeriatrics, 24(7), 1026-1033. doi:10.1017/S1041610212000257

miércoles, 9 de mayo de 2012

Ejes de la felicidad

La alegría, la tristeza, la cólera y el miedo son las cuatro emociones básicas. Cada una tiene diversas manifestaciones, así de la alegría nace: el disfrute, la felicidad, la diversión, el estremecimiento, el éxtasis, la gratificación, el orgullo, el alivio, el capricho, la extravagancia, el deleite, la dicha, el placer sensual, la satisfacción y la manía patológica.

La felicidad humana, entendida como la capacidad para disfrutar de los placeres de la vida, es un estado de ánimo positivo.

Al estudio de la felicidad nos podemos aproximar desde la filosofía, la psicología, la sociología y la antropología. Podemos buscar las bases anatómicas y los neurotransmisores que intervienen cuando vivimos un momento feliz.

Pero la pregunta que todos los seres humanos nos podemos hacer es que necesitamos para ser felices: pues diría que cada persona es feliz a su manera. En general, para los “occidentales” autorrealizarnos, ser autosuficiente, sentir placer, evitar el sufrimiento, estar enamorado. Para los orientales, según su filosofía de vida, la mayor felicidad la alcanzaría viviendo en armonía. Desde el punto de vista de un creyente, la unión con Dios sería el máximo de felicidad. Para un cristiano el seguimiento y comunión con Cristo Resucitado por medio del Espíritu Santo.

Seguro que cada uno de los lectores que lean este artículo serán felices de maneras diferentes. Pero algo habrá en común que casi todos compartimos para ser felices o al menos tener momentos de felicidad.

La clave están en cuatro palabras que son, desde mi punto de vista, los elementos comunes, los ejes básicos de un estado de ánimo feliz: Hacer, Amar, Esperar y Disfrutar.

1. Tener algo que hacer: ilusiones, sueños e inquietudes e intentar llevarlos a cabo. Sobre todo haciendo lo que más nos gusta, y si no puede ser, hacerlo en los ratos libres. Y siendo apasionado en ello. El no tener nada que hacer nos lleva al aburrimiento, al aislamiento, a veces a la tristeza y a la depresión. En las personas mayores el tener “algo que hacer” es fundamental para un envejecimiento saludable.

2. Tener alguien a quien amar: el afecto a nuestra familia, amigos, animales y la naturaleza en general.
 
3. Tener algo que esperar: el deseo que se cumpla nuestras metas, las ilusiones y la inquietudes pero teniendo los pies en el suelo. Viviendo el presente, sin obsesionando por el futuro.
 
4. Tener la convicción de disfrutar: tan importante como la meta es el camino recorrido. De este modo aunque no consigamos lo deseado, no será un fracaso porque hemos disfrutado del viaje y hemos aprendidos seguro algo nuevo.

Optimismo y felicidad

La medicina, la psiquiatría y la psicología tradicionalmente se han ocupados de estudiar aspectos negativos y patológicos del ser humano como son la depresión, la ansiedad, el estrés, y un largo etc. Y se ha dejado de lado capacidades o aspectos como el optimismo, la felicidad, la creatividad, el humor, la inteligencia emocional, la resilencia, la autoestima, etc.

EL enfoque capaz de crear salud fue realmente impulsado por Martin Seliman de la Universidad de Pennsyvalnia padre de la Psicología positiva que es una rama de la psicología que estudia las bases científicas del bienestar psicológico y felicidad así como de las fortalezas y otras capacidades mentales.

Ya Aristóteles escribió sobre la felicidad (eudaimonia), y en psicólogos humanistas como Abraham Maslow o Carl Rogers también encontramos antecedentes como la capacidad autorrealizadora del ser humano. La psicología positiva estudia distintos aspectos del ser humano, por un lado emociones: la alegría, la felicidad o el amor; por otro, fortalezas como el optimismo, la sabiduría, la creatividad, la gratitud o la resilencia.

El optimismo tiene que ver con la esperanza, se define como una actitud que nos dice que las cosas irán bien, que alcanzaremos nuestras expectativas, en definitiva que llegaremos a la meta propuesta a pesar de las adversidades y sinsabores de la vida.

La felicidad es un estado de ánimo que nos indica que hemos alcanzado una meta deseada, es decir, nos sentimos felices, contentos, alegres y nos sentimos nuevamente preparados para conquistar nuevas metas. Sería como una dimensión interna que se retroaliemnta con lo conseguido y nos prepara para seguir adelante.

Los estudios sobre que las personas optimistas y felices tienen mejor salud son numerosos. Ya el gran Rey Salomón en uno de sus escritos bíblicos afirma “: “Un corazón gozoso tiene buen efecto en el semblante, pero a causa del dolor del corazón hay un espíritu herido” (Proverbios 15:13).
 
Los niños cuyos padres son optimistas serán más felices y se sienten mejor y responderán mejor ante adversidades, así lo demuestra un estudio realizado por las Universidades de Jacksonville y Davis. Que además afirma que el factor que determina si un niño tiene o no esta actitud positiva es si sus padres la tienen.

Muchas investigaciones demuestran que la depresión, la ansiedad y el estrés inciden sobre el corazón muy negativamente y sobre la salud en general. Pero que ocurre si somos felices y optimista pues que nos protege muy positivamente en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Así, lo demuestra una investigación en la universidad de Harvard que afirma que las personas optimista tienen un 50% menos de padecer enfermedades cardiovascuales.

Un estudio de la Universidad de Michigan, publicado en 2011 en la revista Stroke, concluía que el optimismo puede desempeñar un papel importante en la protección contra el accidente cerebrovascular o ictus en los adultos mayores.

Los trabajadores con mayor inteligencia emocional tienen una dedicación y satisfacción laboral superior a la de sus compañeros, según un estudio difundido por la Universidad de Haifa, en el norte de Israel. El autor de la investigación, Galit Meisler, dijo que "los empleados con mayores niveles de inteligencia emocional tienen una menor tendencia a emplear formas enérgicas y agresivas de persuasión, e intentan persuadir a sus supervisores con tácticas de influencia más delicadas".

Las mujeres emocionalmente inteligentes disfrutan más del sexo, según una investigación del King's College de Londres que publicó el "Journal of Sexual Medicine". "La inteligencia emocional parece tener una incidencia directa en el funcionamiento sexual de las mujeres, al influir en su capacidad para comunicar sus expectativas y deseos sexuales a su pareja", explicó la psiquiatra Andrea Burri, directora de la investigación.

Pero se nace optimista y feliz o se puede aprender, pues como siempre hay algo de genético y una enorme influencia del ambiente. O sea, podemos aprender a ser optimistas y felices, primero porque es más una condición que esta en nosotros y no fuera, y segundo porque lo conseguido aumenta nuestra felicidad y optimismo.

El ser humano dispone de herramientas que con estrategias adecuadas nos hará alegres, felices y optimistas a pesar de saber que no siempre las cosas salen bien. Esta actitud positiva beneficia notablemente nuestra salud, y algo muy importante la de las personas con las que convivimos en el trabajo, con los amigos y con la familia.

Así, para potencial nuestras fortalezas positivas podemos empezar por: este decálogo:
  1. El dar las gracias por el simple hecho de estar vivo, y lo más importante que podemos compartir con los demás este hecho.
  2. Tenemos la capacidad de aprender, es decir adquirir conocimientos y utilizarlos para mejorar, aprendiendo de nuestros errores, o dicho de otro modo podemos desaprender.
  3. Tenemos una enorme capacidad de espera pero utilicémosla positivamente, “esperanza” de que algo bueno va ocurrir. Es más tenemos la capacidad de fe, de certeza de que ocurrirá.
  4. Tenemos la capacidad de mejorar nuestro lenguaje. La palabra tiene un potencial intrínseco que debemos utilizar. Para ello debemos comenzar eliminando de nuestro vocabulario palabras como “nunca”, “no puedo”, “es demasiado”.
  5. Para ser optimista hay que ser perseverante y tener confianza en nosotros mismo, fomentemos la autoconfianza. Sabiendo que podemos superar cualquier desafío.
  6. Aprender a decir no cuando tenemos que decirlo, y desterrar las quejas y los reproches también nos ayudarán a sentirnos más seguros.
  7. Tenemos la capacidad cognitiva de valorarnos a nosotros y a los demás, hagámoslos objetivamente; así aumentaremos el autoconcepto y la autoestisma.
  8. Confiemos en nuestra resiliencia, autocntrol y proactividad que son nuestras capacidades encargadas de crear las condiciones favorables para resolver situaciones adversas.
  9. Utilicemos una comunicación asertiva y empatía. Con ello mejoraremos nuestras relaciones interpersonales y nos sentiremos más felices.
  10. Deberemos tener cuidados con las personas que perturban nuestro bienestar y nos aportan infelicidad.
Y, si las relaciones interpersoanles son tóxicas debemos huir de ellas, apostando siempre por relaciones saludables e inteligentes.
 
Fuente:
Goleman, Daniel (1995). Inteligencia Emocional.
David Jiménez Matthieu Ricard, declarado el hombre más feliz del mundo., Magazine El Mundo, Domingo, 22/4/2007
Sociedad Española de Psicología Positiva
Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pennsylvania

miércoles, 2 de mayo de 2012

Impacto en el cuidador de la enfermedad de Alzheimer

Cuidar de una persona con la Enfermedad de Alzheimer no es una tarea fácil. Es muy importante comprender la enfermedad y sus efectos en la conducta de la persona. El comportamiento de una persona que tiene demencia, evidentemente, no es el mismo que el de una persona sana, por eso, incluso cuando nos parezca que actúa sin sentido, tenemos que pensar y actuar que para esa persona sí que tiene sentido. Así, si dobla constantemente cualquier trapo o servilleta, posiblemente fuera una persona muy ordenada y pulida con la ropa, o su profesión tenia que ver con la lencería; si pone los cubiertos y los platos en el lavabo igual quería colocarlo en el fregadero para ayudar.

La EA no solamente afecta a la persona que lo padece sino a toda la familia y su entorno. La familia es una estructura en la que se distinguen tres sistemas; el conyugal, el matrimonio o pareja; el parental formados por los abuelos; y, el filial, integrado por los hijos. Antes, y hoy aun en mucho países, estos tres sistemas formaban la llamada familia extensa, con un gran número de miembros viviendo en una misma casa que se ayudaban unos a otros. Desde hace ya años y en los países más desarrollado económicamente, la familia se ha hecho nuclear, con pocos miembros y, a veces monoparetal, en que los sistemas que la componen suelen vivir separados.

Para algunos cuidadores la familia es la mayor fuente de ayuda, para otros es la mayor fuente de angustia. Dentro de lo posible, es importante aceptar ayuda de otros miembros de la familia, y no llevar la carga uno solo. Si se siente angustiado porque su familia no está ayudando y hasta pueden llegar a criticarlo, porque desconocen la enfermedad de Alzheimer, puede ser útil convocar a una reunión familiar para hablar del cuidado de la persona.

La peor carga la lleva el cuidador familiar. El estrés personal y emocional de cuidar a una persona con EA es enorme y hay que plantearse planificar el manejo de la enfermedad en el futuro.

El cuidador primario, principal o familiar es un cuidador informal, es decir, no profesional y en principio
carece de los conocimientos, tantos teóricos como prácticos, para cuidar adecuadamente a su familiar. En este sentido, si el cuidador no tiene la preparación que necesita, debe recibir asesoramiento de los profesionales de salud, principalmente de los especialistas que tratan con demencias, enfermedades neurodegenerativas y otras. El cuidador se tendrá que enfrentar a:

  • A trastornos cognitivos que llevarán a su familiar enfermo a estar cada vez más “ausente”.
  • A cambios progresivos e inesperados en la conducta del paciente.
  • A un gran deterioro físico y funcional de su familiar con dependencia total.
  • A resolver asuntos, familiares, conyugales, laborales, económicos y legales.
En definitiva a estar constantemente tomando decisiones.

Aunque el familiar cuidador puede y tiene el derecho de equivocarse e intenta hacer y atender lo mejor posible a su ser querido, no siempre lo consigue. Y aquí si que es importante resaltar que no se debe aprender a bases de “experimentar” con el enfermo o recibir informaciones que puede servir para un paciente pero no para otro. En este sentido, los especialistas, los equipos de enfermería y los cuidares profesionales son de gran ayuda. Los mismos que asociaciones y grupos de profesiones y cuidadores.

A. Emociones que puede sentir el cuidado familiar
Cuando se cuida a una persona con Alzheimer, tendrá muchas emociones y sentimientos encontrados. En un mismo día, puede sentirse contento, enfadado, enojado, soledad, frustrado, culpable, feliz, triste, pena, desesperanzado, cariñoso, avergonzado, temeroso, resentido, esperanzado, desamparado, etc.

Son muchas las emociones negativas que pude sufrir el cuidador familiar:

1. Negación. A veces el cuidador niega la enfermedad y sobre todo sus consecuencia en la persona que ha sido diagnosticada.

2. Soledad. Muchos cuidadores terminan apartándose de la sociedad produciéndose un verdadero aislamiento social, limitándose a estar con la persona enferma en casa. Ser un cuidador puede resultarle solitario, puede haber perdido la relación con la persona y haber perdido otros contactos sociales debido a las exigencias de su tarea. La soledad dificulta el sobrellevar los problemas. Es importante mantener las amistades y contactos sociales.

4. Pena. Esta es una respuesta natural para alguien que haya experimentado una pérdida. Por causa de la EA puede sentir que ha perdido un compañero, un amigo, o uno de los padres y muy a menudo lamentarse por lo que fue esa persona. Justo cuando usted se adapta, la persona vuelve a cambiar de nuevo. Puede ser devastador cuando la persona no lo reconoce más. Muchos cuidadores han encontrado que la integración en grupos de autoayuda de Alzheimer es la mejor manera de poder continuar.

5. Culpa. Es muy común sentirse culpable por sentirse incómodo por el comportamiento de la persona, por enojarse con ella, o por sentir que ya no puede continuar y está pensando en un internamiento. Puede ser útil hablar con otros cuidadores y amigos sobre estos sentimientos.

6. Vergüenza. Usted puede sentir vergüenza cuando la persona tiene un comportamiento inapropiado en público. Su incomodidad puede desaparecer cuando comparta sus sentimientos con otros cuidadores que están pasando por las mismas situaciones. También ayuda el dar explicaciones sobre la enfermedad a amigos y vecinos para que puedan comprender mejor los comportamientos de la persona.

8. Tristeza. La tristeza es una emoción básica del ser humano. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son dolorosas.

B. Trastornos y problemas de salud en el cuidador
Los cuidadores familiares de enfermos de Alzheimer pueden presentar trastornos físicos, psicológicos y conductuales, según varios estudios con muy alta incidencia en algunos de ellos.

1. Trastornos físicos

  • Dolores articulares y musculares.
  • Patologías cardiovasculares
  • Trastornos gastrointestinales
  • Trastornos del sistema inmunológico
  • Trastornos respiratorios
La conducta del cuidador suele ser que acude poco al médico y en general presta poca atención a su propia salud, con un estilo de vida poco saludable: duerme poco, se automedica, etc.

2. Trastornos psicológicos y conductuales 

 
La enfermedad de Alzheimer y otras demencias tienen un enorme impacto en la salud mental del cuidador principal familiar, con una incidencia alta, así lo demuestras números estudios. 

Problemas emocionales y afectivos:

  • Ansiedad: nerviosismo, angustia, estrés.
  • Depresión: pesimismo, tristeza, apatía. Que disminuye su capacidad para enfrentar los problemas.
  • Ideas obsesivas, paranoides y hasta suicidas.
3. Trastornos psicosomáticos y cognitivos
  • Dolores de cabeza y otros, anorexia, temblor, sudoraciones, alergias, etc.
  • Insomnio: causado por una lista interminable de preocupaciones.
  • Fatiga y cansancio. Que hace prácticamente imposible completar las tareas diarias.
  • Problema de memoria, atención y concentración.
4. Conductas y hábitos negativos
  • Abandono o falta de atención a otros familiares, relación conyugal, hijos.
  • Abandono o menor atención personal: alimentación, peluquería, vestimenta, ejercicio.
  • Abandono o falta de interés de actividades laborales y económicas.
  • Aumento café, tabaco, alcohol.
  • Aumento de fármacos: analgésicos, ansiolíticos, inductores del sueño.
5. Alteraciones en la personalidad
  • Sentimientos de sentirse desbordados: por estar todo el díacentrado en el enfermo, excesiva implicación, etc.
  • Hostilidad: irritabilidad con sentimientos hacia el enfermo u otras personas.
  • Actos rutinarios y repetitivos: dedicación a la limpieza, a la ropa, etc.
C. Estrategias para afrontar el estrés emocional y los trastornos de salud del cuidador.

Para que un cuidador familiar pueda cuidar lo mejor posible a su familiar enfermo y haciéndolo de manera que el impacto sobre su salud sea el mínimo tiene que recibir información, cuidarse en todas sus dimensiones y planificar su futuro.

Pero puede ocurrir que el cuidador entre en lo que se conoce como síndrome del cuidador quemado (burn-out) que se puede definir como un enorme agotamiento físico y emocional que sufre quien cuida de manera intensiva a enfermos como los que padecen demencias. Pero se puede establecer estrategias para afrontar las consecuencias del proceso del cuidar.

Estrategias de información y asesoramiento

1. Sea realista. Es importante que, a pesar de lo difícil que puede ser, sea realista sobre la enfermedad y sus efectos. Antes que nada tiene que admitir que la persona con Alzheimer no va a mejorar, todo lo contrario, aunque parezca que está el estado del paciente es estacionario, la enfermedad sigue su curso.

2. Comprender la Enfermedad.  Busque asesoramiento. Tiene que comprender qué es la Enfermedad de Alzheimer y saber explicar cuáles son sus consecuencias al resto de su familia y amigos. Explíquele todo lo que haya aprendido sobre la enfermedad. Con estos conocimiento, adquirido se sentirá más cómodo y dominará mejor la situación como familiar y cuidador.

3. La atención primaria (AP) base de la información y atención. En los países que hay un buen sistema de salud, la AP es básica en el inicio del diagnóstico, seguimiento de la enfermedad e información y asesoramiento al cuidador familiar. Su médico, enfermera, asistente social, auxiliares y otros profesionales pueden aconsejarle que hacer conforme la enfermedad va progresando y van pareciendo los cambios cognitivos y de conductas en el enfermo de Alzheimer.

4. Asociaciones y fundaciones. Estas entidades principalmente las de familiares de personas con enfermedad de Alzheimer son una fuente extraordinaria de recursos y de información, y lo más importantes proporcionan conocimientos en base a los avances de la ciencia y de esta enfermedad en particular. Así que todo cuidador familiar debe tener también como referencia a estas instituciones, su labor divulgativa, de asesoramiento y asistencial muchas de ellas es muy importante. Me recomendación es que, si tiene un familiar con alzheimer y eres el cuidador principal, no dude en hacer socio.

5. El grupo de autoayuda. Los grupos de apoyo mutuo son una buena fuente de información y ayuda. Además de ser una buena terapia grupal gestionando mejor las emociones y donde los cuidadores comparten sus problemas y soluciones.

Estrategias de afrontamiento emocional

1. Acepte sus sentimientos. Ya hemos dicho que cuando se cuida a una persona con Alzheimer, aparecen muchos sentimientos encontrados. Todas estas emociones tiene que ser aceptadas y aprender a gestión, los grupos de autoayuda son un buen recurso. Cuando la tristeza, la desesperanza y el desamparo se han instalado hay que buscar ayuda médica y/o psicológica de inmediato pues estamos ante un estado de ánimo depresivo.

2. Comparta sus sentimientos. Es bueno compartir las emociones y sentimientos con familiares, amigos o con miembros de grupos de apoyo mutuo.

3. Comparta sus problemas. Es necesario que comparta con familiares, amigos, otros cuidadores y profesionales sus emociones y experiencias como cuidador. Esto le ayudará a su estabilidad emocional y a cuidar de manera más eficaz.

4. No se culpe. La situación que vive como cuidador familiar es producto de la EA que padece su familiar, así que no se culpe ni culpe a su familia. No se culpe ni haga lo mismo con la persona con la EA por los problemas que atraviesa.

5. Busque cosas positivas. Busque el lado positivo de la situación y en los momentos felices vividos y los que aún pueden vivir juntos. El paciente se irá deteriorando y empeorando en su estado general, mental y funcionalmente pero siempre hay momentos para el humor. Ver un programa de televisión juntos, ver fotos de acontecimientos importantes, etc. No olvide que hasta siempre existe, hasta en la fase más avanzada de la enfermedad, la comunicación afectiva. En este sentido, acariciarle la mano al enfermo pude producir una sonrisa, etc.

Estrategias de autocuidados y atención

1. Cuide de sí mismo. Tiene que cuidar su propia salud, con una alimentación adecuada en calidad y cualidad, visite al médico con regularidad. Una buena salud le ayudará a afrontar el estrés y seguir cuidando a su familiar.

2. Dedíquese tiempo. Hay que seguir haciendo las cosas que eran importantes para el cuidador y sobre todo tiene que tener tiempo recreativo, cultural, de ocio, etc. Naturalmente para esto se necesita tiempo, lo que se llama un Respiro. Los programas de respiro pueden ser:

  • Informales, prestados por otros familiares o amigos, en este caso tendrá el cuidador principal que formar e informar a su sustituto de todas las actividades que requieren el enfermo.
  • Formales, prestados por un cuidador profesional (atención domiciliaria) o trasladando al paciente a un centro de día.
3. Aceptar ayuda. Acepte ayuda de sus familiares y amigos. A veces no saben como pueden ayudar. Lo primero es pedirlo y lo segundo es darle confianza e informarlo adecuadamente.

D. Algunos derechos de los cuidadores

  1. Tiene derecho a recibir información para buscar soluciones para el familiar enfermo y sus necesidades.
  2. Tiene derecho a tener un tiempo libre real. Dedicando tiempo a actividades propias, sin sentimientos de culpa.
  3. Tiene derecho a cometer errores, y ser disculpados por ello.
  4. Tiene derecho a mantener contacto social con familiares y amigos.
  5. Tiene derecho a cansarse de cuidar y desear no seguir haciéndolo.
  6. Tiene derecho a expresar sus sentimientos y buscar a alguien que le apoye.
  7. Tiene derecho a ser tratado con respeto por aquellos a los solicita ayuda.
  8. Tiene derecho a enfadarse y sentir emociones negativas.
  9. Tiene derecho a ser considerados como miembros valiosos por la familia y sociedad.
  10. Tiene derecho a decir no ante demanda excesiva, inadecuada o poco realista.
  11. Tiene derecho a planificar su futuro y seguir su propia vida.
  12. Tiene derecho a ser atendido en la pérdida del familiar y en el proceso de duelo.
Referencias:
  1. Alzheimer´s Disease International: Hoja Informativa 3, Abril 1999.
  2. Bakker C, …. El uso de los cuidados formales e informales en la demencia de inicio temprano. Resultados del Estudio NeedYD Am J Geriatr Psiquiatría. 2012 04 de abril.
  3. APA. DSM-IV-TR: Diagnostic and Statistic Manual of Mental Disorders, Fourth Edition. Washington, D.C.: American Psychiatric Association, 2002.
  4. Fernández, L.: Geros. Temas de gerontología, 2012

viernes, 6 de abril de 2012

En el día de la salud 2012

1. Evolución de la población mundial
Por estudios ecológicos se estima que la Tierra pudo proporcionar a los primeros cazadores-recolectores alimento suficiente para un máximo de treinta millones de individuos.

En los cuatro millones de años que requirió la evolución desde el "homo erectus" al hombre actual, no se pudo superar esa cifra. Posiblemente la población total del Paleolítico oscilaría entre los seis y los diez millones de seres humanos.

Durante el neolítico, hace diez mil años, mediante la aplicación de técnicas agrícolas y  ganaderas permitió la primera gran expansión de la especie humana; se calcula que a partir de entonces la población empezó a crecer a un ritmo que la duplicaba cada mil setecientos años.

Al comienzo de nuestra era se estima que vivían unos 150 millones de personas: una tercera parte en el Imperio Romano, otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado.

La crisis del Imperio Romano estuvo acompañada de las primeras grandes epidemias que provocaron despoblación. En el año 1348 se extiende por Europa la Peste Negra que se estima redujo la población europea en un tercio. A pesar de ello, hacia el año 1600 la  Tierra había alcanzado los quinientos millones de habitantes. A partir de ese momento se produce la explosión demográfica y la población empieza a duplicarse cada 200 años.

 En 1800, dos años después de la publicación del "Primer Ensayo sobre el Principio de la Población" de T.R. Malthus, se alcanzan los 900 millones de habitantes.

El ritmo se sigue acelerando; en 1900 se alcanzan los 1600 millones; en 1.960 había 3.000 millones. A mediados de 1999 se superaron los 6.000 millones.

Sabemos que cada minuto nacen 250 niños en el mundo y que hay más de 1.000 millones de  hambrientos. El día 31 de Octubre del 2011 ha sido declarado, día 7.000 millones de personas que somos en este planeta,  en teoría ese día nació el/la niña 7.000  millones.

2. El envejecimiento demográfico
En términos estadísticos, la tasa de envejecimiento se define simplemente como el porcentaje que representan los mayores de 65 años sobre la población total.

Un indicador parecido es el de la tasa de dependencia, que muestra el porcentaje de mayores sobre la población activa. Estas tasas están creciendo en todos los países desarrollados debido a las siguientes razones: 
  • Descenso de la natalidad en el pasado reciente: se produce envejecimiento de la sociedad como consecuencia de que nacen menos niños.
  • Aumento de la natalidad en el pasado lejano:cuando los individuos nacidos en un momento de boom alcanzan la edad 65 años. Los nacidos durante el baby-boom que se produjo tras la segunda guerra mundial en USA y Europa, se jubilarán entre los años 2010 y 2025 causando graves trastornos.
  • Esperanza de vida media: los avances médicos reducen la mortandad de niños, jóvenes y edades adultas por lo que hay muchas más personas que llegan a adulto mayor.
  • La expectativa de vida máxima (longevidad). Los descubrimientos tecnológicos y biomédicos permiten prolongar la vida y curar las "enfermedades de las personas mayores" por lo que éstos viven más tiempo.
  • Migraciones: los que emigran suelen ser jóvenes por lo que provocan envejecimiento de las sociedades que los emiten, y suavizan el envejecimiento de los países receptores porque suelen estar en edad fértil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el número de personas mayores de 65 años superará al de niños menores de 5 años.

Según las Naciones Unidas con motivo del Día Mundial de la Salud (7/4/2012) en año 2050 habrá más mayores de 65 años que niños menores de 14 años.

Entre los años 2000 y 2050, la población mundial de más de 60 años se duplicará y pasará del 11 al 22 por ciento. Para entonces los mayores de 60 años pasarán de 605 millones a 2000 millones.

Los mayores de más de 80 años prácticamente se habrán cuadruplicado y alcanzará los 395 millones. Es lo que se conoce como el envejecimiento del envejecimiento. Este es el subgrupo que más crece. Su importancia radica en que esta población es la que presenta mayor incidencia de enfermedad, situaciones de incapacidad y dependencia, condicionantes sociales desfavorables y consumo de recursos que precisan políticas de compensación y asistencia. Este aumento de las necesidades de recursos médicos y sociales es uno de los principales efectos del envejecimiento poblacional desde el prisma de la gerontología y geriatría.
   
3. Concepto y determinantes de la salud
El concepto de salud ha evolucionado desde considerarla como ausencia de enfermedad en el pasado, hasta la actualidad en la que tenemos una visión bio-psico-social ecológica y dinámica en la que predomina la calidad de vida.

La salud se define en la actualidad atendiendo a tres dimensiones: 

   1. Nivel Somático o biológico: 
  •  Integridad anatómica
  •  Funcionalidad orgánica
     2. Nivel Psicológico:
  • Conducta y desarrollo de los procesos psíquicos
  • Autopercepción de bienestar-malestar
     3. Nivel Sociocultural:
  • Integración del individuo en las instituciones
  • Ideas compartidas por el grupo

3.1. Evolución histórica del concepto de salud
Concepto clásico: es la ausencia de enfermedades o invalideces. Se le puede objetar que visión negativa y estática.

Definición de la OMS. (1948): “es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Lo más interesante es su aportación en términos positivos y que hace referencia a lo físico, mental y social, pero como desventajas es una definición utópica, subjetiva, estática y que la salud es un fin en si misma.

Milton Terris, 1987 hace una revisión y la define como:”un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no únicamente la ausencia de afecciones o enfermedades”

Concepto ecológico: “el estado de adaptación al medio y la capacidad de funcionar en las mejores condiciones en este medio” (René dubos).

Concepto dinámico: “El logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad” (Luís Salleras)

Otras definiciones: “La capacidad social para gozar de la vida, para tener placer de vivir, para tener calidad de vida” (Enrique Nájera, 1991 “Forma gozosa de vivir autónoma, solidaria y alegre” (Gol, 1976)

3.2. Determinantes o factores que influyen en la salud
Múltiples estudios han definido qué variables son las que afectan al proceso de salud-enfermedad. El más aceptado es el propuesto en 1974 por Marc Lalonde: según él la salud de una comunidad está determina por cuatro factores:
  • Biología humana: abarca la genética y el envejecimiento. Es el que menos influye en la población en general, y desde el punto de vista de salud pública es el menos modificable.
  • El sistema de asistencia sanitario:comprende la calidad del sistema, la cobertura, gratuidad.
  • El medio ambiente: incluyendo el aspecto sociocultural: son factores extrínsecos. Estos son: el ambiente físico, el ambiente biológico, el ambiente socioeconómico. Es el segundo factor que más influyen en la relación salud-enfermedad.
  • Estilo de vida: se puede definir como el conjunto de hábitos, comportamientos y actitudes de las personas en su vida diaria. Este a su vez depende de otros muchos factores: cultura, la educción, el nivel socioeconómico, etc. Según el estilo de vida, se pueden producir enfermedades de todo tipo e incluso conducirnos a una muerte prematura. Algunos de estos comportamientos más nocivos son:
  •   Una alimentación inadecuada.
  •  La vida sedentaria.
  •  El consumo de sustancias tóxicas.
  •  El estrés.
  •  Las prácticas sexuales no seguras.
  •  La conducción temeraria.
Los comportamientos no saludables es el determinante que más influye en nuestro estado de salud, pero es el más modificable.

La OMS elaboró un documento en la Primera Conferencia Internacional para la promoción de la Salud, celebrada en Ottawa (Canadá), según el cual los requisitos para el mantenimiento de la salud son: la paz, la educación, el vestido, la comida, la vivienda, un ecosistema estable, la justicia y la equidad.

Se entiende por educación para la salud (EpS) todas las medidas encaminadas a dotar a las personas de medios para mejorar la salud y prevenir la enfermedad. La educación para la salud dispone de tres medidas que son:
  • Medidas de prevención.
  • Medidas de promoción de la salud.
  • Medidas de recuperación y rehabilitación.
4. Conclusiones
 En el Día de Celebración Mundial de la salud he querido poner el acento en el envejecimiento y los determinantes de la salud que hay que tener en cuenta para tener una buena salud a lo largo de toda la vida y muy especialmente en la vejez. En este sentido para que se produzca un envejecimiento lo más óptimo posible es imprescindible que desde la vida intrauterina, niñez, juventud y a lo largo de toda la vida se favorezcan medidas de prevención y promoción de la salud tanto física como psicológica, un estilo de vida saludable, sin hábitos tóxicos, con ejercicio físico y una dieta equilibrada, entrenamiento de las funciones cognitivas, con relaciones interpersonales que favorezca la autoestima, con una vida sentimental y sexual satisfactoria, etc. Así, como medidas de recuperación y rehabilitación. Todo esto hace que tengamos una buena calidad de vida con buenas condiciones físicas, psicológicas y sociales, experimentando por tanto, un envejecimiento saludable. Evidentemente este sería el envejecimiento que todos deseamos.

Resumiendo el lema de OMS: ”La buena salud añade vida a los años”

Referencias:
  1. INE. Instituto Nacional de Estadística de España.
  2. OMS. Organización Mundial de Salud.
  3. ONU. Organización de las Naciones Unidadas.

jueves, 22 de marzo de 2012

Trastornos del sueño

I. Clasificación
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD, por sus siglas en inglés) divide a las enfermedades del sueño en tres grandes grupos, dentro de los cuales se encuentran diferentes trastornos:

A. Disomnias

1.Trastornos intrínsecos del sueño:
  • Insomnio psicofisiológico
  • Insomnio idiopático
  • Narcolepsia
  • Hipersomnia recurrente o idiopática
  • Hipersomnia postraumática
  • Síndrome de apnea del sueño
  • Trastorno de los movimientos periódicos de las piernas
  • Síndrome de las piernas inquietas
2. Trastornos extrínsecos del sueño:
  • Higiene del sueño inadecuada
  • Trastorno ambiental del sueño
  • Insomnio de altitud
  • Trastorno del sueño por falta de adaptación
  • Trastorno de asociación en la instauración del sueño
  • Insomnio por alergia alimentaria
  • Síndrome de la ingestión nocturna de comida o bebida
  • Trastornos del sueño secundarios a la ingestión de alcohol, fármacos o drogas
3. Trastornos del ritmo circadiano del sueño:
  • Síndrome del cambio rápido de zona horaria (síndrome transoceánico)
  • Trastorno del sueño en el trabajador nocturno
  • Síndrome de la fase del sueño retrasada
  • Síndrome del adelanto de la fase del sueño
  • Trastorno por ciclo sueño-vigilia diferente de 24 horas
B. Parasomnias

1. Trastornos del despertar:
  • Despertar confusional
  • Sonambulismo
  • Terrores nocturnos
2. Trastornos de la transición sueño-vigilia:
  • Trastornos de los movimientos rítmicos
  • Trastornos del hablar nocturno
  • Calambres nocturnos en las piernas
3. Parasomnias asociadas habitualmente con el sueño REM:
  • Pesadillas
  • Parálisis del sueño
  • Erecciones relacionadas con trastornos del sueño
  • Erecciones dolorosas relacionadas con el sueño
  • Arritmias cardíacas relacionadas con el sueño REM
  • Trastornos de la conducta del sueño REM
4. Otras parasomnias:
  • Bruxismo nocturno
  • Enuresis nocturna
  • Distonía paroxística nocturna
C. Trastornos del sueño asociados con procesos médicos o psiquiátricos

1. Asociados con trastornos mentales:
  • Depresión
2. Asociados con trastornos neurológicos:
  • Trastornos degenerativos cerebrales
  • Enfermedad de Parkinson
  • Insomnio familiar mortal
  • Epilepsia relacionada con el sueño
  • Cefaleas relacionadas con el sueño
3. Asociados con otros procesos médicos:
  • Enfermedad del sueño,Tripanosomiasis Africana
  • Isquemia cardíaca nocturna
  • Neumopatía obstructiva crónica
  • Asma relacionada con el sueño
  • Reflujo gastroesofágico relacionado con el sueño
  • Enfermedad ulcerosa péptica
  • Síndrome de fibrositis
B. Narcolepsia
También conocida como Síndrome de Gelineau en que la persona cae al suelo sin que pueda hacer nada, “son crisis de sueño” durante el día que suelen durar entre 10 y 20 minutos. Puede cursar con cataplejía (parálisis o debilidad extrema bilateral de un conjunto muscular), alucinaciones hipnagógicas (visiones fugaces en la transición vigilia-sueño) o hipnopómpicas (transición sueño-vigilia); incluso puede haber parálisis del sueño, e interrupción del sueño nocturno. La prevalencia es muy baja y afecta por igual a hombre y mujeres.

Es de causa desconocida y de carácter genético. El NREM Y REM están alterados. El sueño nocturno no incluye suficiente sueño profundo, así que el cerebro trata de compensar ese déficit durante el día, cayendo súbitamente en lo que parece un sueño muy profundo. Y también se despiertan súbitamente y se pueden encontrar desorientados, con experiencias oníricas que la suelen recordar.

C. Embriaguez del sueño
Consiste en que se necesita más tiempo para pasar del estado de sueño al de vigilia, con desorientación y problemas de la marcha (ataxia). Se asemeja a una intoxicación etílica de ahí el nombre.

D. Apnea de sueño

El síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño (SAHS) es el más frecuente de los trastornos respiratorios que se producen durante el sueño. La prevalencia del SAHS oscila entre en el 4-6% de los varones y el 2-4% de las mujeres entre la población general adulta de mediana edad cifra que aumenta notoriamente con la edad. Se ha llamado también síndrome de hipersomnio y respiración periódica (SHRP), maldición de Ondina y síndrome de Pickwick asociado con obesidad.

Este trastorno del sueño se debe a episodios repetidos de obstrucción o colapso de la vía aérea superior que tiene lugar mientras la persona afectada duerme. Esto provoca un colapso, bien mediante la reducción (hipopnea) o bien mediante la detención completa (apnea) que puede durar entre 10-60 segundos, del flujo de aire hacia los pulmones, y puede producir, entre otros efectos, una disminución de los niveles de oxígeno (hipoxia) y un aumento del nivel de anhídrido carbónico (hipercapnia) en la sangre, que “avisa” e induce a nuestro cerebro a realizar un pequeño despertar a menudo subconsciente, que permite recuperar la respiración normal hasta que se produce el siguiente episodio. 

Los principales síntomas son:
  • Somnolencia excesiva durante el día debido a la mala calidad del sueño, que afecta la capacidad intelectual y al rendimiento, y que puede tener consecuencias muy graves con producción de accidentes laborales y en la conducción de vehículos.
  • La apnea de sueño no tratada aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, cefaleas, pérdida de memoria, depresión y disminución de la líbido.
El patrón habitual de la persona que sufre de apnea de sueño suele ser varón pasado los 40 años, con obesidad, cefalea matutina e hipertenso.

F. Síndrome de piernas inquietas (SPI o RLS)
Es un trastorno neurológico de deseo irrefrenable de mover las extremidades, por lo general las piernas, con sensaciones de picor y hormigueos. Como consecuencia es difícil conciliar el sueño o mantenerlo.

G. Pesadillas
Consisten en ensueños con ansiedad que despiertan a la persona, que puede recordar lo soñado con detalle. Se da generalmente en la segunda mitat del sueño nocturno pero pude aparecer durante el día. Hay diferencia con los terrores nocturnos y de la epilepsia por la rápida recuperación de la conciencia.
Las causas pueden ser fiebre alta, estrés o trauma psíquico. Pueden ser provocados por algunos fármacos como antidepresivos, neurolépticos y otros. Pueden aparecer también en el deliriun.

H. Terrores nocturnos
La persona se despierta bruscamente con dando un grito de pánico, con ansiedad y síntomas de taquicardia, taquipnea, sudoración, piloereción y dilatación pupilar.

III. Factores que influyen en la calidad del sueño
En una correcta satisfacción de la necesidad de sueño y descanso influyen una series de factores que podemos agrupar en tres grupos: fisiopatológicos, psicológicos y sociocuturales.

A. Factores fisiopatológicos:

  1. Edad
  • Recién nacidos: pueden dormir hasta 20 horas, con una media entre 16-17. En la primera semana duermen casi constantemente para recuperarse del parto, con un 50% de sueño REM. Sus NREM son generalmente III y IV.
  • Lactantes: duermen una media de unas 14 horas, con varia siestas de día. Predomina el sueño REM.
  • Niños de 2 años: duermen toda la noche y hacen un par de siestas durante el día. Duermen una media de 12 horas diarias, las siestas empiezan a disminuir a los 3 años.
  • Edad preescolar: suelen dormir unas 12 horas por la noche, a los cinco años ya no hacen siestas si no hay una cultura de siesta en su entorno, les cuesta relajarse y tranquilizarse después de un día activo, pueden tener problemas como terrores nocturnos, pesadillas y suelen despertarse por la noche. Necesitan una rutina para acostarse y conciliar el sueño
  • Escolares: ya tiene el ciclo de 90 minutos del adulto. La cantidad de sueño varía en función de su actividad y estado de salud.
  • Adolescentes: Duermen un promedio de 8-9 horas. El rápido crecimiento y el estilo activo de vida puede causar cansancio.
  • Adultos: Empieza a disminuir el tiempo total de sueño a expensas de la fase IV NREM. Los cuadros que más suelen influir son los ansiosos y depresivos.
  • Adulto mayor: en la ancianidad aparece antes la necesidad de descanso que la de sueño. Se dedica tiempo a siestas durante el día. La duración de tiempo nocturno de sueño disminuye, con acortamiento de la fase REM y reducción de las fases III y IV NRE. Sueño muy fragmentado en que inciden los cambios biológicos en el SNC y los grandes síndromes geriátricos.
  1. Ejercicio: la realización de deportes y ejercicios moderados influyen en una mayor calidad del sueño, sin embargo un en exceso hace difícil conciliar el sueño. El ejercicio dos horas antes de acostarse, favorece la relajación.
  2. Alimentación: la obesidad causa períodos de sueño más prolongados y la pérdida de peso, una reducción de la cantidad total de sueño y un despertar temprano. También comer mucho o muy poco influye en el sueño.
  3. Dolor: el dolor o la incomodidad física causan dificultades para conciliar el sueño o para seguir durmiendo. El dolor crónico puede seguir un ritmo circadiano con aumento nocturno de su intensidad.
  4. Postura: algunas enfermedades hacen que el paciente adopte postura que por no estar acostumbrado dificultan el sueño.
  5. Enfermedades: cardiacas, respiratorias, neurológicas, endocrinas y otras. Y los grandes síndromes geriátricos dificultan la satisfacción de la necesidad de sueño y descanso.
  6. Medicamentos y otras sustancias:
      • Los diuréticos: causan nicturia.
      • Los antidepresivos y estimulantes suprimen el sueño REM.
      • Los betabloqueantes pueden causar pesadillas e insomnio.
      • Los ionotrópicos: como la digoxina puede provocar pesadillas.
      • Los hipnóticos: se usan para inducir el sueño o mantener el sueño. Pueden producir dependencia y tolerancia e interfieren en estados más profundos de sueño. Algunos somnolencia diurna y resaca. Todos disminuyen la latencia para la inducción al sueño no-REM, tiempo total de vigilia y el número de despertares. Las BDZ (benzodiacepinas) disminuyen la fase I, aumentan la fase II y abolen las fases III y IV. La zopiclona y el zolpidem aumentan la fase II, pero afectan menos las fases III y IV. El sueño REM sufre pocas modificaciones, aunque las BDZ retrasan la aparición del 1er período REM. Conclusión: las BDZ provocan un sueño carente de fases 3 y 4. El zolpidem y la zopiclona respetan mejor la estructura del sueño.
      • Los narcóticos suprimen la fase REM y aumentan la somnolencia.
      • El alcohol acelera el comienzo y aparición del sueño, altera el sueño REM y hace que se despierte durante la noche y no se vuelva a dormir.
      • La cafeína, teína y demás estimulantes impiden el sueño.
        B. Factores psicológicos:
        • El estrés: es una fuente de tensión, no permite conciliar el sueño y también puede ocasionar que se duerma de más.
        • La ansiedad: la ansiedad impide el sueño y también disminuyen las etapas 4 NREM y REM porque aumentan los niveles de norepinefrina, adrenalina y corticoides.
        • La depresión: dificultad para mantener el sueño, mala calidad del sueño y despertar precoz.
        • Estados maniacos: reducción del tiempo de sueño.
        • Demencias: insomnio con agitación psicomotriz y somnolencia diurna.
        C. Factores socioculturales:
        • Ecológicos. Entre los factores mas importantes están: La ventilación, la iluminación, los olores, la cama, ruidos, aislamiento social, ausencia del iluminación y otros.
        • Laborales: los turnos rotatorios y nocturnos afectan las pautas de sueño.
        I
        IV. sueño en las personas mayores
        El sueño es una necesidad fisiológica a partir de la cual se restablecen funciones físicas y psicológicas necesarias para un rendimiento diurno satisfactorio. La mala calidad desueño puede conllevar problemas de salud importantes.

        El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes de la población general y en especial de las personas mayores. Diferentes factores q influyen en el sueño de este grupo como los cambios de vida relacionados con la jubilación, la mayor incidencia de problemas de salud y el mayor uso de medicación.

        1. La jubilación
        2. La polipatología
        3. La polimedicación
           Nunca se debe considerar al insomnio como un déficit del envejecimiento. Son muchos los problrmas de salud que crea el inmsonio: concentración, atención y memoria. Aumenta la depresión, ansiedad, y otras muchas enfermedades, así com un incremento de las caida y, en general, produce una disminución de la calidad de vida.
        A. Problemas del sueño en los mayores
        Las personas mayores suelen dormir las mismas horas que el resto, pero lo hacen de manera diferente. El sueno de los mayores tiene unas caracteríscas propias:

        La duración del sueño nocturno disminuye y sin embargo aumenta la tendencia a las siestas o cabezadas durante el día.
        Se producen más despertares por la noche
        Disminuye la capacidad de recuperar sueño después de periodos de privación de éste.
        Disminuye el umbral del despertar con estímulos auditivos, es decir, se tiene un sueño más ligero y se despiertan ante estímulos mínimos.
        Como hemos visto en apartado anteriores la polipatología y la polifarmacia pueden producir inmsonio.

        Muchas veces nuestras creencias pueden influir en que durmamos mal. Corregir ciertas ideas y actitudes puede ayudar. Hay que tener en cuenta que el sueño es un proceso fisiológico y nunca debemos forzarnos a dormir si no tenemos sueño; no hay que darle tanta importancia por tener una noche de insomnio y debemos ser realistas acerca de las horas de sueño nocturno que podemos conseguir no tratando de dormir más de lo que realmente necesitamos.

        El tratamiento farmacológico del insomnio no está exento ni mucho menos de efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos. Por este motivo nunca se debe hacer uso de la automedicación y siempre consultar previamente con el médico.

        El uso de estos fármacos debe ser revisado con frecuencia e intentar retirarlos si es posible. La toma de un fármaco durante años debe ser evitada.

          Existen hierbas medicinales del tipo valeriana,     pasiflora o lúpulo que son usadas desde la antigüedad aunque su eficacia no ha sido bien comprobada

           B. Consejos y recomendaciones para dormir
          Hay una serie de hábitos de sueño que podemos adoptar para dormir bien y que deberíamos cumplir antes de decidirnos a tomar medicamentos:
        1.    Lo mejor es tener un horario fijo para acostarte y levantarte.
          Acuestate cuando tenga sueño.
          Si no pudes dormir, levántate de la cama y ves a otra habitación o realiza alguna actividad tranquila como leer. Cuando vuelvas a tener sueño regresa al dormitorio.
          Manten constante la temperatura del dormitorio si es posible. Además niveles mínimos de luz y ruido.
          Evita la siesta. En casos concretos, te puedes permitir una siesta después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos.
          Evita las bebidas estimulante, suelen contener cafeína y teína. Limita el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si la frecuencia urinaria es un problema.
          Los estimulantes a la hora de acostarse y los sedantes durante el día pueden afectar de forma desfavorable al sueño. El alcohol y el tabaco perjudican el sueño y, en este sentido, se debe evitar su consumo varias horas antes de dormir.
          Realiza ejercicio en la medida de tus posibilidades y camina, durante al menos una hora al día, con luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir.
          Evita acostarte hasta que hayan pasado dos horas después de la cena. No tomes chocolate, grandes cantidades de azúcar y líquidos en exceso. Si te despiertas a mitad de la noche, no comas nada o puede que comiences a despertarte habitualmente a la misma hora sintiendo hambre.
          Evita realizar ejercicios intensos o utilizar el ordenador en las dos horas previas al sueño nocturno. El efecto luminoso de la pantalla puede aumentar el estado de activación.
          No recurras a la automedicación porque puede agravar el problema. Consulta a tu médico.
          Vacía la vejiga antes de acostarte.
          Realiza rituales antes de irse a la cama (cepillarte los dientes, lavarte…). Un baño caliente antes de acostarse ayuda a relajarse.
          El colchón debe ser firme y recto y adaptable al a las curvas de la columna.
          No duermas boca abajo. No es recomendable, ya que así se modifica la curvatura de la columna lumbar, además de que se tiene que mantener el cuello girado para poder respirar.
          Si los tienes asegúrate de que los dispositivos como gafas o audífonos se han retirado y están al lado de la cama.
        Fuente:
        International Classification of Sleep Disorders
        Fuentenebro, F. y Vazquez, C.: "Psicología Médica, Psicopatología y Psiquiatría". Edt. Interamericana- McGraw-Hill.
        American Academy of Sleep Medicine (Ed.) (2005) The international classification of sleep disorders, revised. Diagnostic and coding manual. Chicago Illinois.
        SEGG. Acaba con el inmsonio. 2012. Madrid, España. https://www.segg.es/ciudadania/2011/11/17/acaba-con-el-insomnio
        Guyton – Hall. Tratado de Fisiología Médica. 11 edición.
        Insomnio,...www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/.../s305calidad_vida.pd
        Sociedad Española de Neurología.